El gigante de las impresoras láser Lexmark echó a decenas de obreros que luchan por mejorar sus condiciones laborales; ganan $114 al día y la empresa vale unos dos mil millones de dólares.
Lexmark, gigante del software y las impresoras, despidió a decenas de trabajadores de su fábrica en Ciudad Juárez, Chihuahua, después de que exigieron un aumento salarial de seis pesos al día, publicó el diario británico The Guardian en un reportaje este martes.
Cientos de trabajadores de la planta de cartuchos de impresión se fueron a huelga la semana pasada, pidiendo a la compañía que incremente su pago diario para los empleados con experiencia, de 114 a 120 pesos.
Unos 40 obreros que estaban en huelga habrían intentado entrar de manera violenta a la maquiladora, por lo que se suspendieron las labores por un día y Lexmark presentará una denuncia penal, de acuerdo con el subsecretario de Gobierno de Chihuahua, José Guillermo Dowell Delgado, citado por el diario local El Mexicano.
“El gobierno y la industria maquiladora en su maridaje están inhibiendo el movimiento por aumento salarial y trato digno dentro de la maquiladora, con acciones penales en contra de los trabajadores”, declaró por su parte Susana Prieto Terrazas , abogada de los empleados, a la revista Emeequis.
A continuación un fragmento del texto publicado por The Guardian, originalmente publicado en inglés:
Lexmark despidió a cerca de 120 de los trabajadores huelguistas. La mayoría de los echados estuvieron involucrados en un intento por establecer un sindicato independiente para luchar por incrementos salariales y mejores condiciones de trabajo.
El despido masivo ha dejado a las familias en una situación desesperada en los días previos a las fiestas navideñas. Los trabajadores con bajos sueldos en México comúnmente confían en los tradicionales beneficios de fin de año, como el aguinaldo, para saldar deudas y pagar las fiestas decembrinas.
Ciudad Juárez es el eje del sector manufacturero en México, con cerca de 300 mil obreros pero con ningún sindicato independiente. La ciudad, localizada en la frontera con El Paso, Texas, fue recientemente la más peligrosa en el mundo debido a la batalla que libraron en su territorio los cárteles de la droga.
Pero pese a las preocupaciones sobre la seguridad, las compañías son atraídas por los beneficios fiscales ofrecidos a través del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, los bajos costos de transporte y los bajos salarios. El salario mínimo en México es de alrededor de 70 pesos (73.04 después del aumento de 2.94 aprobado la semana anterior).
Este año ha visto una ola de protestas realizadas por obreros de las fábricas en Ciudad Juárez en medio de la creciente ira, bajos pagos, duras condiciones y pocos derechos laborales que, los organizadores de las manifestaciones dicen, no han mejorado en décadas.
Lexmark, líder mundial en impresoras láser, vale unos dos mil millones de dólares. En 2014 obtuvo ganancias totales de 3.7 mil millones de dólares, aunque ha caído este año. Emplea a 14 mil personas alrededor del mundo.
Miriam Delgado, de 37 años, quien fue despedida la semana pasada después de cinco años y siete meses en Lexmark, dijo a The Guardian: “Ellos no dan máscaras o guantes para protegernos, mucha gente tiene las manos lastimadas. Ellos cortan nuestros salarios por llegar aunque sea un poco tarde, incluso si nuestros niños están enfermos y tenemos que llevarlos al hospital, y tenemos que soportar el acoso de los supervisores”.
Delgado, quien ha trabajado en fábricas desde que se mudó a Ciudad Juárez hace 30 años, confió al medio: “Ellos despiden a aquellos de nosotros que están tratando de organizarse y luchar. Nada ha cambiado en Juárez, seguimos forzados a levantarnos contra las injustas e indignas condiciones laborales. Yo no se qué haré, pero no puedo trabajar en fábricas más”.
“El gigante de las impresoras Lexmark despide a obreros que exigen un aumento de seis pesos”, texto íntegro del diario británico The Guardian.
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