En días pasados a través del Secretario de Estado de Barack Obama, John Kerry, se dio a conocer que “esperan trabajar estrechamente” con Mauricio Macri, presidente electo en Argentina. La historia ha demostrado que cualquier triunfo político que celebra Estados Unidos, es el inicio de alianzas oligárquicas que derivan en severos daños para la sociedad, principalmente.
Macri significa evidentemente un nuevo aliado de Estados Unidos, cuya primera prueba fue, tras el triunfo del oficialismo en Argentina, tomar un rumbo contrario al del mandato de Cristina Fernández y golpear ipso facto a Maduro, pidiendo su suspensión del MERCOSUR.
Esa es la primer señal que Argentina ha regresado a la derecha pro imperialista, nuevamente el poderío de Estados Unidos volverá más fuerte a América Latina, con un vocero y espía más, un presidente argentino que denota sumisión y servilismo para con Norteamérica.
Así es como llega, después de una década de la izquierda en el poder, que dejó, pese a los altibajos, igualdad y beneficios económicos, políticos y sociales, ésta pierde contra una maquinaria de poder fascista, que posiblemente tuvo apoyos directos de Norteamérica y de los principales medios de comunicación de derecha, que también se han rendido (por dinero o por temor) a la oligarquía depredadora, con la ayuda de un pueblo que sorprende por su errónea decisión.
La clase empresarial argentina, fascista y racista llega nuevamente al poder y con ello se visualiza la pérdida de la Patria Grande. Incluso aquellos que votaron por ésta, padecerán los embates que se descubrirán poco a poco como viles embustes disfrazados de ‘cambios’, o lo que es lo mismo la privatización de todo aquello que mande y requiera el poder hegemónico norteamericano.
Sin dejar de mencionar que Argentina dejará de formar parte de los países sudamericanos aliados de izquierda, que hasta ahora, se han mantenido independientes de la manipulación de Estados Unidos, así es como llegarán las rupturas de los acuerdos que para el país del norte son incómodos.
La derecha en el poder ha llegado para eliminar de su agenda política y social la prosperidad y todo aquello en pro de las clases trabajadoras, para Macri, como lo demostró ampliamente en su campaña, todo lo que tenga relación con la justicia social será rechazado.
El pueblo argentino ha cometido una grave equivocación, que podría estar asfixiando a la lucha de las víctimas del militarismo, la educación gratuita, la incansable voz de las madres y abuelas de la plaza de Mayo e incluso en plan Conectar con Igualdad, que pese a los cuestionamientos, ha demostrado que funciona; dicha decisión electoral causará severos daños a nivel continental, porque la izquierda latinoamericana busca ser debilitada, con la llegada no sólo de la derecha argentina, sino del sabotaje y la impunidad de un presidente que se visualiza como autor del entreguismo y exaltación de intereses fácticos.
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