Ciudad de México, 28 de junio (SinEmbargo).– Con la consigna “No al túnel/ Sí a los árboles”, vecinos de la delegación Benito Juárez que se oponen a la construcción del Deprimido Insurgentes-Mixcoac realizaron este mediodía un acto de protesta contra la obra, que consistió en abrazar a algunos de los árboles que están en riesgo de ser talados por el proyecto, ubicados en el camellón de Río Mixcoac.
El Deprimido Insurgentes-Mixcoac consistirá en un doble túnel vehicular en la intersección de las avenidas Insurgentes y Río Mixcoac. De acuerdo con la Manifestación de Impacto Ambiental que avaló la obra, se tiene previsto la tala de 855 árboles, además de la reubicación de decenas más.
El pasado 8 de marzo, de madrugada y pese al rechazo vecinal, comenzó la tala de árboles. Leonora Esquivel, vocera de la organización vecinal Vivan los árboles, refirió que entonces fueron derribados 150 árboles.
Los vecinos de la zona han rechazado la tala de los árboles por la afectación ambiental que implicaría. Además, consideran que la obra no resolverá los problemas de tránsito vehicular en la zona pero, por el contrario, sí afectará un área verde en la demarcación.
“El asunto es mostrarle a las autoridades que el tema de las áreas verdes es importante para nosotros. Que muchos ciudadanos del Distrito Federal estamos en contra de los megaproyectos”, dijo Esquivel y señaló que el derribo de árboles tiene afectaciones no sólo medioambientales sino también en la salud física y mental de los ciudadanos.“Nos parece un acto de extrema violencia una tala de 750 árboles (los que están en riesgo de ser talados o trasplantados), que desaparezca un camellón como este. Son espacios donde pasea la gente, hace días de campo, los niños juegan fútbol, etcétera”, expresó Esquivel.
Los vecinos que defienden los árboles del camellón se organizaron para, en parejas, abrazar a algunos de los árboles en riesgo de ser derribados. Otros, aprovecharon el paso del ciclotón dominical para repartir folletos informativos y mostrar carteles de rechazo al doble túnel y el respaldo a que se mantengan los árboles.
En marzo pasado, debido al escándalo que produjo la tala de los primeros árboles, autoridades capitalinas y los Diputados locales Dinorah Pizano y Christian Von Roehrich -hoy eje delegacional electo en Benito Juárez- se reunieron con los vecinos para escuchar sus inconformidades. Sin embargo, nada resultó de esa reunión, a decir de Esquivel. Las obras del Deprimido no se han detenido.
“Los políticos aprovechan esos momentos para épocas electorales, para tomarse la foto”, opinó Esquivel. “En realidad está es una decisión que depende del gobierno del Distrito Federal. Lo que sí pedimos durante la gestión de Jorge Romero (ex delegado que dejo el cargo para buscar una diputación local) fue que hubiera una intermediación entre los vecinos, lo ciudadanos y el gobierno del Distrito Federal y esto no se dio nunca. Entonces nos sentimos no escuchados, nos sentimos violentados, sentimos que están afectando nuestra salud física y mental con una obra de la magnitud del Deprimido y sobre todo con la tala de 750 árboles”.
Los vecinos que rechazan la obra también ha manifestado sus sospechas de que la construcción del Deprimido podría estar pensado en función de los intereses inmobiliarios en la zona, dada su cercanía con de las Torres Mitikah y Manacar, también en proceso de construcción.
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