Opinión. Por 18 años consecutivos Televisa ha realizado el “Teletón” para ayudar a niños con discapacidad. Ayer concluyó la edición 2014, pero el resultado no fue el que esperaban. “Fue el Teletón más difícil de la historia”, reconocieron los directivos de la empresa.
¿Por qué fue el Teletón más difícil, que incluso tuvieron que ampliar una hora más su duración para alcanzar la meta? El propio Eugenio Derbez lo reconoció en uno de sus mensajes difundido durante la transmisión del programa: “No estamos llegando a la meta, eso se debe seguramente a que muchos mexicanos que en años anteriores habían donado hoy no lo hicieron”.
El pueblo de México ha despertado y dice: no más farsa, no más Teletón. Prueba de ello es que el trending topic “#NiUnPesoAlTeletón” se mantuvo a lo largo de varias horas en Twitter.
Hoy los mexicanos consientes son más, los mexicanos informados superan en número a los que aún se creen las mentiras de Televisa. “No metan a los niños del Teletón con Peña Nieto, con Televisa, con la casa blanca”, decían los pregoneros de Televisa en la transmisión del Teletón. Desde luego que los mexicanos no tenemos nada en contra de los niños con capacidades diferentes, pero de eso, a legitimar una farsa impulsada por la televisora que impuso a Enrique Peña en la presidencia, hay una gran distancia.
El gobierno, les guste o no, se tiene que hacer cargo de atender a las personas con discapacidades, la propia ONU ya lo dijo, pero para Carlos Loret, empleado de Televisa, las declaraciones hechas por la Organización de las Naciones Unidas no tienen ninguna validez, “ellos no han construido ningún CRIT”, se atrevió a decir. “El gobierno no lo va a hacer”, responden los “televisos”, entonces, ¿no sería mejor unirnos en torno a la exigencia de que el gobierno, que es mantenido con nuestros impuestos, cumpla con sus tareas?
El Teletón, que sirve a Televisa para evadir impuestos y para distraer a los mexicanos de los grandes y graves problemas nacionales está, al igual que el régimen político del que forma parte, en descomposición, al borde de la ruina.
Televisa y sus compinches se tendrán que ir acostumbrando, el pueblo de México ya despertó, tendrán que ir buscando nuevos donadores, una buena opción pueden ser las grandes trasnacionales del petróleo que están por arrasar con la nación.
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