Entre gritos de ¡"Fuera Peña!", un estudiante rechaza la frase "Todos somos Ayotzinapa", pronunciada por el Presidente.
(Foto: Saúl López/Cuartoscuro).
La ruta se invirtió y ahora la marcha -multitudinaria marcha- partió del Zócalo de la Ciudad de México y del Monumento a la Revolución y terminó en el Ángel de la Independencia.
Y ahí junto a la Columna de la Independencia, entre gritos de !Fuera Peña!, ¡Fuera Peña!, un estudiante rechazó la frase presidencial recogida de las consignas populares: “Todos somos Ayotzinapa”.
El estudiante de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos expresó:
“Como Ayotzinapa tenemos dignidad, como Ayotzinapa somos campesinos de origen indígena y no somos unos políticos hipócritas que han engañado durante muchos años al pueblo mexicano con sus partidos políticos y sus policías, todas relacionadas con la delincuencia organizada”.
Y en seguida:
“Queremos decirle a Peña Nieto que no es Ayotzinapa. Ayotzinapa somos nosotros y toda la gente que nos ha apoyado en donde quiera que nos hemos parado y nos han brindado la solidaridad”, enfatizó.
Y la multitud coreó de nuevo:
¡Fuera Peña, fuera Peña!
Aunque eran muchísimos más los que se manifestaron de manera pacífica, de nuevo un grupo de encapuchados se infiltró en la marcha para causar destrozos en algunos cajeros automáticos y comercios de la zona.
Desde las 16:30 horas, el contingente que encabezaron los padres de los normalistas desaparecidos salió de la plancha del Zócalo, tomó por 5 de mayo, Avenida Juárez y Paseo de la Reforma hasta llegar al Ángel de la Independencia.
“Estamos desesperados por el regreso de los 43; solicitamos al pueblo de México su solidaridad para localizarlos”, pidieron los padres una y otra vez durante el trayecto.
Y durante el trayecto, en la Glorieta de la Palma, un grupo de manifestantes incendió una manta con el rostro del Presidente y la palabra ¡Fuera!.
Por más que cuidaron que grupos anarquistas no se incorporaran al contingente, fue inevitable y los encapuchados tomaron la retaguardia de la manifestación.
“No vamos a permitir infiltrados para que aprovechen y hagan desmanes”, gritaban en la vanguardia.
Y también:
“No vamos a descansar hasta encontrarlos. No llamamos a ningún movimiento armado, llamamos al pueblo a una revolución con inteligencia, sin armas”.
A su llegada al Ángel de la Independencia, desde un templete instalado sobre la glorieta,Clemente Rodríguez, padre de Cristian Alfonso, uno de los normalistas desaparecidos,habló en representación de todos los familiares.
“Los llevo a todos en mi corazón. No voy a agachar la cabeza, vamos a encontrarlos.Llegando a Guerrero seguiré buscando a mi hijo y no me voy a cansar…”, fueron sus primeras palabras seguidas de aplausos de todos los asistentes.
Luego acusó que el gobierno de Ángel Aguirre les ofreció dinero. “Lo mandamos (a Ángel Aguirre) mucho a chingar a su madre y Peña Nieto debe renunciar”, dijo.
Las muestras de solidaridad se hicieron presentes. Oficinistas, sindicalistas, estudiantes universitarios, todo aquel que pasaba, expresaba su apoyo a los padres desesperados.
(Con información de Reforma y El Universal
)
No hay comentarios:
Publicar un comentario