Por: Redacción Revolución / 21 noviembre, 2014
(21 de noviembre, 2014).- La marcha masiva que se llevó a cabo en la Ciudad de México para exigir, en el aniversario 104 de la Revolución Mexicana, la renuncia de Enrique Peña Nieto y la presentación con vida de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa, Guerrero, concluyó con acciones violentas por parte de las autoridades federales y capitalinas, usando como pretexto las provocaciones de un reducido grupo de “anarquistas”, según se autonombraron.
Sin embargo, Enrique Peña Nieto ofreció un “amplio reconocimiento” a las fuerzas policiacas por su “estrecha coordinación, su esfuerzo compartido para hacer respetar la ley, para actuar con la ley en la mano y hacer respetar los derechos de todos los ciudadanos”.
Asimismo, calificó la libertad de manifestación como una de las conquistas “más importantes de nuestra democracia”.
De igual forma denunció a los que “están interesados en atentar contra esa libertad fundamental, al provocar y realizar actos vandálicos”, sin mencionar que las autoridades se ‘desquitaron’ también con muchos de los manifestantes pacíficos, mediante golpes y retenciones temporales.
Entre las víctimas de los elementos felicitados por Peña Nieto, están una señora de 60 años y una mujer embarazada.
Agregó que no se permitirá a nadie vulnerar el derecho a la libre manifestación de los ciudadanos, continuando con su omisión de los actos protagonizados por la policía, que en efecto, violentó ese derecho.
“Es obligación del Estado mexicano, en su conjunto, asegurar que las manifestaciones ciudadanas no sean secuestradas por quienes actúan con violencia y vandalismo”, señaló.
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