07-11-2014 14:51
La presidencia necesita impulsar cambios estratégicos para hacer frente al radical cambio de agenda política que impuso en México la desaparición de 43 estudiantes normalistas.
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Manlio Fabio Beltrones —a pesar de no pertenecer a los círculos cercanos del presidente— podría impulsar el gobierno por ser una figura más substancial “alguien con libertad de actuar”.
Manlio Fabio Beltrones, hoy coordinador del grupo parlamentario del PRI en la Cámara de Diputados, es el candidato obvio para liderar —desde la secretaría de Gobernación— los cambios estratégicos que la presidencia necesita impulsar para hacer frente al radical cambio de agenda política que impuso en México la desaparición de 43 estudiantes normalistas originarios de Ayotzinapa, Guerrero, señaló The Economist.
La actuación del gobierno federal frente a la desaparición de los estudiantes causó indignación y una crisis humanitaria no vista desde hace décadas, sostuvo la revista.
Principalmente por el hecho de que fueron las fuerzas del Estado —policías municipales— quienes se llevaron a los normalistas y por la lentitud de reacción del gobierno —pasó un mes para que el presidente se reuniera con los familiares de las víctimas—.
La actuación del gobierno en el caso Ayotzinapa desgastó la figura del presidente, Enrique Peña Nieto, quien se había posicionado como un político hábil luego de impulsar un pacto con los partidos de oposición y sacar adelante las reformas estructurales.
Por ello, The Economist apunta que el presidente necesita reaccionar al evento con un cambio de estrategia y comandar una agenda nueva, si es capaz de hacerlo, asegura, “proyectará una imagen de sí mismo mucho más fuerte de la que ahora se percibe”.
De ahí que —según la opinión de los británicos— Manlio Fabio Beltrones —a pesar de no pertenecer a los círculos cercanos del presidente— podría impulsar el gobierno por ser una figura más substancial “alguien con libertad de actuar”.
The Economist advierte que si la respuesta del presidente es lenta, su administración podría perder impulso por los cuatro años que le quedan, así como la credibilidad que necesita para ejecutar las reformas estructurales.
El gobierno suele pensar que si resuelve la desaparición de los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, la presión social y mediática disminuirá; quizás subestiman la profundidad de la preocupación pública, señala el artículo titulado “Una prueba de temple para Peña Nieto”.
“Si Enrique Peña Nieto quiere recuperar el mando tendrá que enjuiciar a los altos funcionarios que se sabe que son corruptos” puntualizó la columna al referirse a la acusación que recae sobre el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre, por haber recibido dinero del ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca —aprendido hace unos días acusado de ser el responsable intelectual de la desaparición—
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