Oaxaca, México; a 8 de octubre de 2014.
Carta abierta a los militantes de MORENA.
A quien corresponda.
Al que desee leerla.
Estoy convencido, absolutamente, que MORENA es la esperanza de México. No porque lo diga el líder y el eslogan lo reitere. Estoy convencido porque cuando me encuentro entre mis compañerxs militantes percibo el amor por la Patria, la constante preocupación por lo que acontece, el ánimo combativo y la voluntad que veo en sus ojos.
Ahí nace mi convencimiento, pues, en ustedes. La fe que tienen en que las cosas pueden cambiar, la perseverancia y consecuencia en sus acciones. Pienso que los que formamos MORENA, en su gran mayoría, somos mucho de lo mejor que tiene este país y basándome en ello digo: SI, MORENA ES LA ESPERANZA DE MÉXICO.
Ahora bien, la construcción de un partido no es cosa sencilla. Hemos dado ya pasos importantes y sólidos, tenemos un registro (aunque sea en un sistema que se ha especializado en hacernos fraudes), contamos con presencia en todo el país y nuestra militancia es una que se compromete y sale y actúa cuando es necesaria. Y sin embargo hay una cosa que me preocupa aunque tal vez no sea un evento generalizado, pero desde Oaxaca, noto una falta de inclusión de la militancia en el momento de definir candidaturas.
Pareciera que la base simplemente asiente ante los designios de la dirigencia, pareciera que la dirigencia está envuelta en problemas que en este partido que es nuevo no debieran existir, pareciera que replicamos viejos vicios de un pariente que copió mal los vicios de otro pariente. ¿Qué está pasando? ¿Acaso no somos un partido que promueve el mandar obedeciendo? ¿Es que a la base le da miedo proponer o exigir respuestas? ¿Será que no hemos aprendido nada?
Ayotzinapa nos ha conmovido a todos en distintos niveles. La historia que desemboca en este acto terrible pasa por tantas aristas y a la vez por tan pocas. ¿Quiénes sabían quién era quién? ¿Por qué nadie dijo nada al respecto? ¿A quién más se encubre desde la posición electorera?
Y sobre nosotros, ¿qué podemos esperar? ¿Es que debemos esperar? Confiando en las decisiones de la dirigencia, ¿deberíamos cruzar los brazos y esperar que no haya en lxs próximxs candidatxs alguno que esté coludido con el narco? ¿Deberemos mirar al cielo y esperar que los designados sean personas que dignamente representen a una militancia digna?
Pienso que no. Pienso que si en verdad esperamos ser esperanza, nuestro grado de compromiso debe ser más grande, puesto que lo que le pasa a la Patria es tremendo. Debemos ser militancia y no auditorio. Debemos gritar por respuestas y no por el impulso de la pandereta. Debemos mandar a la dirigencia y no ser aplaudidores.
No caigamos en errores de los que quisimos escapar, no seamos abúlicos dentro de nuestro partido. Nadie es incuestionable, nadie es dueño de la verdad.
Todos somos militantes, todos somos esperanza.
Se avecina 2015, nuestro bautizo en las urnas. Seamos todos cuidadosos con nuestros candidatos, no se vale venir después a pedir perdones.
¿Qué importa más, el resultado electoral o la dignidad de un pueblo que anhela ser libre?
Nadie es incuestionable, nadie es dueño de la verdad.
Todos somos militantes, todos somos esperanza.
Emmanuel León.
Militante del Movimiento Regeneración Nacional y locutor de @radioamlo
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