Demonios legislativos. Julio Hernández López

Industria de la bestialidad

Migrantes-mercancía

Cien años de agradecimiento

L

as celebraciones religiosas de temporada enmarcan de manera dolorosa una de las más vergonzosas expresiones de la profunda descomposición del Estado mexicano. Día tras día, sin que ya provoque más que reiteradas consignaciones periodísticas cada vez menos extensas y asombradas, los migrantes centroamericanos que tratan de llegar a Estados Unidos viven en diversos puntos de nuestro país ataques verdaderamente salvajes, sin que las autoridades mexicanas hagan otra cosa que sobrellevar, es decir, tolerar y, en el fondo, beneficiarse económicamente de esa industria de la bestialidad.

El viacrucis tan sabido sucede en estos días llamados santos, al igual que en el resto de cada año. Curas católicos y organizaciones informales de ciudadanos atienden y ayudan a esos peregrinos en algunas estaciones de su penar, mientras la clase política que explota a los mexicanos en general ha incorporado a su menú de ingresos sucios los reportes económicos provenientes de las bandas criminales y de las corporaciones policiacas encargadas de administrar ese negocio brutal.

Gobiernos federales van y vienen y las cosas siguen igual. Vicente Fox, por ejemplo, hizo nombrar a la socialité Magda Carral como comisionada del Instituto Nacional de Migración. De las grandes fiestas de alta sociedad al presunto manejo de los grupos de inspectores y agentes largamente especializados en el robo y la extorsión de los migrantes, directa o a trasmano, en la violación de mujeres y su venta para prostíbulos sobre todo en el sur del país. Economista egresada del ITAM, que antes de incursionar en la política de la mano de la advenediza Martha Sahagún y el dominado Vicente Fox había sido la principal directiva en México de la agencia mundial de relaciones públicas Edelman, Carral dejó hacer y dejó pasar a las fuerzas que realmente controlan el INM. Ella, como muchos otros funcionarios de comportamiento similar, tal vez cumpla a pie juntillas con las liturgias de ocasión, con profundo dolor por el sufrimiento del Nazareno.

Con Felipe Calderón destacó el caso de una mujer de ultraderecha, Cecilia Romero, emparentada política y personalmente con personajes de profunda religiosidad militante, organizados juradamente para combatir a los representantes del Maligno sobre la tierra. Las piadosas intenciones que hubiese tenido para aplicar en el INM también quedaron incumplidas, sometida como Carral a la inercia del funcionamiento de la cueva de corrupción que es el mencionado instituto. A ella le tocaron los escándalos de las fosas clandestinas donde luego fueron encontrados múltiples cuerpos de migrantes masacrados. El caso más escandaloso se registró en San Fernando, Tamaulipas, donde fueron encontrados 72 cuerpos de indocumentados de diversos países que iban hacia Estados Unidos.

La yunquista Romero había permanecido casi cuatro años en el cargo y renunció tres semanas después del hallazgo de San Fernando. Desde entonces tranquilamente se planteó como siguiente puesto a alcanzar el de presidenta del comité nacional panista. No le fue posible porque ganó Gustavo Madero, pero ella se guareció como secretaria general, puesto éste desde el que saltó a la presidencia interina del partido de blanco y azul cuando el político chihuahuense debió solicitar licencia al cargo para competir por un segundo periodo. Uno de los varios milagros que le han sucedido a Romero es el de ser la primera mujer en presidir el PAN, aunque sólo haya de ser durante unos meses.

El comisionado de Enrique Peña Nieto para el Instituto Nacional de Migración es Ardelio Vargas Fosado, un licenciado en derecho que ha combinado el paso por organismos de inteligencia, seguridad y policiacos, con la política priísta que le ha llevado a ser presidente de su municipio natal, Xicotepec de Juárez, en Puebla, y diputado federal con tales vinculaciones con el poder militar, que fue el primer civil en presidir la comisión de la defensa nacional de la Cámara de Diputados, cargo éste que siempre había sido ocupado por legisladores pertenecientes al Ejército.

La conocida mano dura de Vargas Fosado (fue uno de los ejecutores de las represiones en Atenco y en el Oaxaca de 2006) no ha hecho que cesen las gravísimas violaciones a los derechos humanos en cuanto a migrantes. En el catálogo tradicional de los delitos cometidos contra esos viajeros destaca ahora el del secuestro y posterior asesinato de personas para robo de órganos que irán destinados a trasplantes pagados por solicitantes con recursos económicos suficientes para la compra de esas mercancías. El de los migrantes es otro de los grandes temas pendientes de resolución en un país que pareciera estar más atento a las políticas de contención en la frontera sur mexicana que le ha impuesto Estados Unidos y que mantiene el negocio de esos migrantes como botín de guerra para agentes de migración y grupos del crimen organizado (con sus correspondientes moches para políticos y funcionarios de cuello blanco en capitales de los estados y en la del país, y como una más de las fuentes de aprovisionamiento económico para candidatos que al ganar garantizan la continuidad de la explotación de los migrantes).

Astillas:

Luego de los días de guardar (más bien, de vacacionar), los demonios legislativos reformistas andarán sueltos. Peña Nieto quiere ajustar y cerrar todo lo que quede pendiente en cuanto a leyes reglamentarias de las modificaciones constitucionales del año pasado. El punto inmediato más delicado será el de la reversa a las salidas circunstanciales que cuatro congresos estatales dieron a sus conflictos magisteriales para apagar los incendios temporalmente.  Los Pinos pretende que por la vía de controversias constitucionales presentadas ante la Suprema Corte las legislaturas presuntamente en falta se alineen con las directrices federales. Ello podría reavivar las manifestaciones magisteriales de protesta. Y, mientras Gabriel García Márquez con su desaparición física ha confirmado su inmortalidad como escritor (cien años de agradecimiento por sus letras), ¡feliz fin de semana!

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