martes, 3 de diciembre de 2013

Los Chuchos transaron con Peña la salida del PRD del Pacto

La perversidad de Jesús Ortega y de Jesús Zambrano –Los Chuchos– ha llegado a lo más tenebroso de sus componendas y complicidades con el peñismo al haber transado en lo oscurito la salida del Partido de la Revolución Democrática (PRD) del Pacto por México, dejando que el Partido Acción Nacional (PAN) dé su apoyo al Partido Revolucionario Institucional (PRI) para contrarreformar el Artículo 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, y facilitarle a Peña cumplir con Washington y los inversionistas, sobre todo estadunidenses, para entregar Petróleos Mexicanos (Pemex) y los yacimientos petroleros expropiados en 1938, por la democracia directa que encabezó Lázaro Cárdenas.
Los Chuchos sacaron adelante su contubernio con Peña, a cambio de que a corto plazo, junto con sus compinches, deserten del PRD para ingresar al PRI o formar un partido o dedicarse a los negocios con la bendición y apoyo peñista; como hicieron los panistas con Salinas y Zedillo en el apogeo de los Fernández de Cevallos y que de paso obtuvieron el poder presidencial para el payaso de Fox (el Berlusconi guanajuatense) y para Calderón, el alcohólico, que dejó al país con más de 100 mil homicidios y en el desastre económico.
Para comprender mejor esta transa, hay que ver la caricatura de Camacho en el periódico Reforma del 29 de noviembre pasado.
Zambrano anunció la salida del PRD dizque porque PRI-PAN no los tomaron en cuenta para la reforma político-electoral; y para la reforma que proponía que el Distrito Federal –excluyendo las instalaciones del gobierno federal– fuera el Estado del Valle de México. Se desgañitaba el Chucho menor Zambrano, pues Ortega es el mayor (como en el filme Viento negro: “El mayor hijo de…”), en esa salida hacia atrás…
Peña les contestó que el Pacto no es para obtener unanimidades, sino para que se imponga –lo que Tocquevielle llamó– “la dictadura de la mayoría”. A valores entendidos, les mandó decir que ya no los necesita, y que va con su PRI y el PAN para acordar el resto de las contrarreformas estructurales; sin el consentimiento del pueblo, pero con el apoyo de la elite centro-derecha y ultra-derecha, con los empresarios, con Televisa (a la que David López sigue sobornando de a tantos millones por minuto de publicidad) y los inversionistas extranjeros que quieren el crudo mexicano.
Los Chuchos sirvieron a Peña a cambio de casi nada. Y acordaron la fuga hacia tras del PRD para presentarlo en desacuerdo. Pero el mafioso grupo Chuchista no da paso en falso. La auténtica izquierda que encabezan Cuauhtémoc Cárdenas y López Obrador (cada uno por su parte) defiende el petróleo y están ante una encrucijada: expulsar al Chuchismo y quedarse con el PRD, para luchar en las calles con el pueblo e impedir el golpe de Estado petrolero; o culpar a Peña de la traición ChuchistaLos Chuchos han dejado libre la vía para que el cártel mexiquense privatice Pemex y los yacimientos petroleros. Hicieron su trabajo de topos y el juego sucio al peñismo; y ciegos por la ambición, antipatriotas y desnacionalizados, fingen irse del Pacto, dejándolo en manos de sus únicos beneficiarios: el PAN, los inversionistas y el PRI de Peña. ¿El pueblo está con la Constitución o contra ella? ¿Con la Expropiación de 1938 o con la contraexpropiación de 2013? ¿Con Lázaro Cárdenas o con Peña?

*Periodista

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