martes, 28 de mayo de 2013

NIÑEZ… NO LA OLVIDEMOS







Me gusta el título porque la niñez es una etapa mágica, llena de curiosidad, encuentros, desencuentros y mucha alegría  ¿Recuerdan qué tan despreocupados eramos?   ¿cuáles eran nuestras  prioridades?  ¿qué  tipo de eventos, ya sea familares, escolares o de los amigos nos hacían sentir esas cosquillas tan traviesas?


Y el tema me parece de suma importancia porque me he encontrado con muchos adultos,  a quienes  no les interesa nada del bienestar del otro, ni de la felicidad de los demás, ni por su país, es más hay algunos que me atrevo a llamarlos  mezquinos, algunos de ellos me recuerdan  incluso al hombre de negocios del cuento del principito,  de Antoine de Sant-Exupéry, ese hombre que estaba tan absorto en sus números  y sus cuentas a quien  la realidad y las preocupaciones del pequeño príncipe le eran totalmente ajenas, a veces siento que esos adultos de los que les hablo, fueron ignorados como el principito por este hombre y me pregunto:  ¿tan absortos estaría sus padres que no les inculcaron el amor al prójimo?  ¿La atención y el cuidado que le debemos al planeta y a todos los seres vivos que aquí cohabitan con nosotros?  ¿acaso no se sentaban a leer con ellos y les mostraban fotografías y reseñas de la guerra de Vietnam por ejemplo?  Había muchas explicaciones que dar,  consuelo por las lágrimas que  se producen al ver niños desnudos, llorando, perseguidos y encañonados por militares, el horror de imaginar perder a tus padres, a tus hermanos, y lo más desgarrador, verlos morir y quedarte solo. El que tus padres te ayuden a entender que existen personas ambiciosas y desalmadas es algo difícil de comprender y asimilar, pero lo más importante: que con su ejemplo te enseñen a no ser envidioso o grosero, que inculquen en  ti la ternura, la misericordia, el quitarte la camisa para que otro se cubra es de las cosas más bellas que puedes atesorar en tu corazón. Los invito a tratar de comprender a esos adultos, y lo más importante: Eduquemos a nuestros niños con amor, valores, que no pierdan su capacidad de sorpresa y mucho menos su amor tierno, dulce y sincero por sus prójimos, dime y tu ¿estas educando o ignorando?



















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