No terminaba aún Martí Batres de anunciar que el Movimiento de Regeneración Nacional alcanzaba ya la cifra mínima de 220 mil afiliados, establecida por el Código Federal de Instituciones y Procedimientos Electorales (Cofipe), como requisito para que una asociación pueda recibir el registro como partido político por parte del Instituto Federal Electoral, cuando ya El Universal vía el columnista Ricardo Alemán, se le había ido al cuello a López Obrador.
En resumen, tras la noticia de Batres y en otro de sus regulares ataques, Alemán acusa a López Obrador no sólo de estar detrás de todo movimiento de inconformes del país, desde el encabezado por la CNTE hasta la toma de rectoría de la UNAM y los brotes problemáticos en la UACM, la UAM y el CCH, también de financiarlos. Lo acusa de que grupos “vinculados a Morena” están detrás de la “violencia extrema” desatada desde el primero de diciembre de 2012; lo hace responsable de todo “vandalismo” y agrega que AMLO busca un muerto, un mártir para su movimiento (“Las pruebas: AMLO promueve el vandalismo”, 29-04-13).
No es novedad. El Universal se ha convertido en un periódico enemigo de López Obrador. En 2012 jugó un papel importante en detener el crecimiento vertiginoso del entonces candidato al difundir y mantener en portada digital, más de lo que una mera nota periodística pudiera ameritar, el asunto del presunto “pase de charola” a empresarios. Este periódico claramente toma partido y aprovecha la menor ocasión para tratar de erosionar al único político opositor mexicano de peso.
Lo de Alemán es ridículo, ya se trate de una encomienda o de una fijación personal. AMLO es para él no sólo una manera de incrementar el “raiting” cuando se le cae la columna, cada vez que quiere ganar lectores, también un objeto para cumplir sus personales satisfacciones.
En la columna referida insinúa evidencias de sus acusaciones que no quedan más que en el plano interpretativo. Normal. El asunto es, como siempre, hacerle responsable de los males de la nación.
Y aunque López Obrador no tiene actualmente ninguna posición formal dentro del sistema político mexicano más que la de opositor, continúa siendo un referente y sus simpatizantes, puede decirse sin dudas, se cuentan por millones. Quizá por ello al El Universal y a Alemán les molesta y duele que Morena avance en sus objetivos, quizá por ello desean mantener a López Obrador en el plano del “peligro para México”.
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