Iniciaron cuando el Presidente subió al escenario. Anoche se festejó el centenario del natalicio de Moncayo
Arturo Jiménez
Publicado: 30/06/2012 11:03
Publicado: 30/06/2012 11:03
México, DF. El presidente Felipe Calderón fue abucheado anoche por el público del Palacio de Bellas Artes durante un concierto-ceremonia para conmemorar el centenario del natalicio del compositor jalisciense José Pablo Moncayo, autor del célebre Huapango, considerado un segundo Himno nacional.
Poco antes, cuando Calderón había aparecido en el palco presidencial, recibió saludos y aplausos de varios de los asistentes que se encontraban en la parte delantera de la sala principal.
Los abucheos y chiflidos comenzaron cuando el Presidente se hubo trasladado al escenario, por lo que tuvo que esperar alrededor de medio minuto antes de tomar la palabra. Las expresiones de rechazo fueron neutralizadas por el aplauso y gritos de ¡bravo! de otra parte de los asistentes, hasta que los primeros se diluyeron. Entonces Calderón pudo comenzar su discurso.
“Para celebrar de manera muy especial su centenario, hoy por primera vez vamos a poner la obra completa de Moncayo a disposición de los músicos del mundo y de todo el que quiera escucharla”, dijo.
Y es que el primer mandatario entregó al secretario de Educación Pública, José Ángel Córdova Villalobos, una caja conmemorativa con ocho cedés y diez libros, los cuales incluyen una biografía de Moncayo (1912-1958) y la edición facsimilar de las partituras de 30 de sus obras, varias de ellas con apuntes del propio compositor.
Calderón regresó al palco, donde estuvo acompañado por Córdova Villalobos, así como por la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Consuelo Sáizar, y por la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, Teresa Villavicencio.
El concierto, a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por Carlos Miguel Prieto, se llevó a cabo con las obras Amatzinac, Cumbres, Bosques, Sinfonietta y Huapango.
Al terminar esta interpretación, Prieto y los músicos se retiraron, pero el público no, y con aplausos y gritos de ¡Huapango, Huapango!, hizo que regresaran.
“En toda mi historia como músico nunca había visto que un público sacara al escenario a una orquesta completa otra vez”. Y Prieto exclamó a sus músicos: “¡Otra vez Huapango, pero con más ganas!” Pero Calderón no pudo disfrutar el encore porque ya se había retirado con su comitiva.
Aparte del concierto de anoche en el Palacio de Bellas Artes, otras 50 orquestas del país interpretaron este mismo viernes, 29 de junio, día del natalicio de Moncayo, programas con diversas obras del compositor, pero todas recrearon el Huapango.
Poco antes, cuando Calderón había aparecido en el palco presidencial, recibió saludos y aplausos de varios de los asistentes que se encontraban en la parte delantera de la sala principal.
Los abucheos y chiflidos comenzaron cuando el Presidente se hubo trasladado al escenario, por lo que tuvo que esperar alrededor de medio minuto antes de tomar la palabra. Las expresiones de rechazo fueron neutralizadas por el aplauso y gritos de ¡bravo! de otra parte de los asistentes, hasta que los primeros se diluyeron. Entonces Calderón pudo comenzar su discurso.
“Para celebrar de manera muy especial su centenario, hoy por primera vez vamos a poner la obra completa de Moncayo a disposición de los músicos del mundo y de todo el que quiera escucharla”, dijo.
Y es que el primer mandatario entregó al secretario de Educación Pública, José Ángel Córdova Villalobos, una caja conmemorativa con ocho cedés y diez libros, los cuales incluyen una biografía de Moncayo (1912-1958) y la edición facsimilar de las partituras de 30 de sus obras, varias de ellas con apuntes del propio compositor.
Calderón regresó al palco, donde estuvo acompañado por Córdova Villalobos, así como por la presidenta del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Consuelo Sáizar, y por la directora general del Instituto Nacional de Bellas Artes, Teresa Villavicencio.
El concierto, a cargo de la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por Carlos Miguel Prieto, se llevó a cabo con las obras Amatzinac, Cumbres, Bosques, Sinfonietta y Huapango.
Al terminar esta interpretación, Prieto y los músicos se retiraron, pero el público no, y con aplausos y gritos de ¡Huapango, Huapango!, hizo que regresaran.
“En toda mi historia como músico nunca había visto que un público sacara al escenario a una orquesta completa otra vez”. Y Prieto exclamó a sus músicos: “¡Otra vez Huapango, pero con más ganas!” Pero Calderón no pudo disfrutar el encore porque ya se había retirado con su comitiva.
Aparte del concierto de anoche en el Palacio de Bellas Artes, otras 50 orquestas del país interpretaron este mismo viernes, 29 de junio, día del natalicio de Moncayo, programas con diversas obras del compositor, pero todas recrearon el Huapango.
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