Iberdrola y Gas Natural Fenosa, las principales beneficiarias. Inversiones privadas, seguras y fáciles, señala.
Susana González
Publicado: 06/05/2012 09:39
Publicado: 06/05/2012 09:39
México, DF. Las inversiones del sector privado en la generación de electricidad en México son "especialmente seguras y fáciles" porque la Comisión Federal de Electricidad (CFE) absorbe las alzas en el precio del gas natural que requieren sus centrales térmicas de ciclo combinado, advirtió la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
CFE está obligada a comprarles la energía por contratos a 20 años y eso también forma parte del "gran interés" que despierta en los empresarios participar en el sector.
A la fecha, Iberdrola es "el principal generador privado con 5 mil megavatios (MW) de capacidad" y Gas Natural Fenosa se coloca "como el segundo generador privado con mil 900 MV de capacidad en centrales de ciclo combinado", asienta.
Las centrales son la modalidad más importante de varias creadas por el gobierno para permitir la participación privada en la industria eléctrica (iniciaron en 1994 con Carlos Salinas de Gortari). Sólo como generadores porque la CFE se mantiene como "comprador único" y se encarga de la distribución, transmisión y comercialización de la energía.
La Cepal apunta que, contrario a lo que ocurre en América Latina, "en México existe un exceso de capacidad de generación de energía eléctrica, motivado principalmente por una estimación demasiado optimista del crecimiento de la demanda en los primeros años del siglo, que generó una elevada entrada del capital privado".
Con las centrales se logró atraer 14.9 mil millones de dólares de inversión al iniciar el siglo y así creció la participación privada en el sector hasta concentrar 45 por ciento de toda la producción en 2010.
El "exceso de capacidad de generación eléctrica" quedó en evidencia frente al estancamiento del consumo, principalmente por la crisis, y en 2010 "se llegó a tener una capacidad ociosa (de la industria eléctrica) de 47 por ciento". Se redujo a 33 por ciento al reactivarse el consumo, pero también porque se retrasó la operación de nuevas plantas y por la retirada de otras obsoletas de CFE, detalla la Cepal en un análisis sobre el sector eléctrico incluido en su informe anual de inversión extranjera.
"El espacio dejado a la inversión privada en el sector eléctrico ha sido aprovechado en su mayor parte por empresas extranjeras", advierte, y en el caso de México operan cinco trasnacionales: las españolas Iberdrola y Gas Natural Fenosa, la italiana Enel, la francesa Electricité de France (EDF) y la estadunidense AES.
Las centrales de ciclo combinado son "la opción prioritaria" para la generación de electricidad en México al representar 52 por ciento del total de la capacidad instalada y ciento por ciento de las inversiones privadas, por lo menos hasta que llegó la energía eólica, donde también comienzan a participar.
El desarrollo de estas centrales es atribuido por la Cepal "al bajo costo del gas en Estados Unidos, país con el que México está conectado por gasoductos", y que garantiza el abasto para los generadores privados de energía, con el traslado de alzas a la CFE.
Otros tipos de energía (hidráulica, geotérmica o nuclear) tienen poco peso en México, pero la eólica empieza a despuntar con capitales privados a partir de la reforma energética de 2008 que facilita la inversión en grandes parques para autoabastecimiento. "Todos son propiedad de grandes empresas", como Bimbo o Cemex, y se ha desarrollado tanto que a finales del año pasado la capacidad instalada ascendió a 569 MW, más mil 333 MW de proyectos en construcción y otros mil 277 MW de próximos proyectos.
CFE está obligada a comprarles la energía por contratos a 20 años y eso también forma parte del "gran interés" que despierta en los empresarios participar en el sector.
A la fecha, Iberdrola es "el principal generador privado con 5 mil megavatios (MW) de capacidad" y Gas Natural Fenosa se coloca "como el segundo generador privado con mil 900 MV de capacidad en centrales de ciclo combinado", asienta.
Las centrales son la modalidad más importante de varias creadas por el gobierno para permitir la participación privada en la industria eléctrica (iniciaron en 1994 con Carlos Salinas de Gortari). Sólo como generadores porque la CFE se mantiene como "comprador único" y se encarga de la distribución, transmisión y comercialización de la energía.
La Cepal apunta que, contrario a lo que ocurre en América Latina, "en México existe un exceso de capacidad de generación de energía eléctrica, motivado principalmente por una estimación demasiado optimista del crecimiento de la demanda en los primeros años del siglo, que generó una elevada entrada del capital privado".
Con las centrales se logró atraer 14.9 mil millones de dólares de inversión al iniciar el siglo y así creció la participación privada en el sector hasta concentrar 45 por ciento de toda la producción en 2010.
El "exceso de capacidad de generación eléctrica" quedó en evidencia frente al estancamiento del consumo, principalmente por la crisis, y en 2010 "se llegó a tener una capacidad ociosa (de la industria eléctrica) de 47 por ciento". Se redujo a 33 por ciento al reactivarse el consumo, pero también porque se retrasó la operación de nuevas plantas y por la retirada de otras obsoletas de CFE, detalla la Cepal en un análisis sobre el sector eléctrico incluido en su informe anual de inversión extranjera.
"El espacio dejado a la inversión privada en el sector eléctrico ha sido aprovechado en su mayor parte por empresas extranjeras", advierte, y en el caso de México operan cinco trasnacionales: las españolas Iberdrola y Gas Natural Fenosa, la italiana Enel, la francesa Electricité de France (EDF) y la estadunidense AES.
Las centrales de ciclo combinado son "la opción prioritaria" para la generación de electricidad en México al representar 52 por ciento del total de la capacidad instalada y ciento por ciento de las inversiones privadas, por lo menos hasta que llegó la energía eólica, donde también comienzan a participar.
El desarrollo de estas centrales es atribuido por la Cepal "al bajo costo del gas en Estados Unidos, país con el que México está conectado por gasoductos", y que garantiza el abasto para los generadores privados de energía, con el traslado de alzas a la CFE.
Otros tipos de energía (hidráulica, geotérmica o nuclear) tienen poco peso en México, pero la eólica empieza a despuntar con capitales privados a partir de la reforma energética de 2008 que facilita la inversión en grandes parques para autoabastecimiento. "Todos son propiedad de grandes empresas", como Bimbo o Cemex, y se ha desarrollado tanto que a finales del año pasado la capacidad instalada ascendió a 569 MW, más mil 333 MW de proyectos en construcción y otros mil 277 MW de próximos proyectos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario