martes, 17 de abril de 2012

Fracasa “mesa de la verdad”; PRI y PAN se acusan de mentirosos

 

Gustavo Madero pide calma durante la fallida "mesa de la verdad" entre el PRI y el PAN. Foto: Benjamin Flores
Gustavo Madero pide calma durante la fallida "mesa de la verdad" entre el PRI y el PAN.
Foto: Benjamin Flores
 
TLALNEPANTLA, Edomex. (apro).- Al cabo de 28 minutos de una ríspida discusión en la “mesa de la verdad” sobre una obra de Enrique Peña Nieto como gobernador, cumplida para unos, incumplida para otros, priistas y panistas lograron un solo acuerdo: Llamarse mutuamente mentirosos.
El ya famoso “Compromiso 127″ de Peña Nieto no logró clarificarse tras un debate que devino ruptura de la “mesa de la verdad”, cuya delegación priista se levantó aduciendo que eran agredidos y no existían condiciones para debatir.
Mientras duró el encuentro, los priistas se sostuvieron en que se cumplió la ampliación de una vialidad, pero para los panistas eso es falso, porque está inconcluso el distribuidor vial.
Los priistas mandaron colocar letreros gigantes para señalar el lugar de la obra, justo donde instalaron la “mesa de la verdad” y más de un centenar de sillas bajo una carpa: “Ampliación del puente de la vialidad López Mateos a tres carriles Puente de Vigas-Tlalnepantla”.
Los panistas, a su vez, instalaron su propia “mesa de la verdad”, con manteles azules, sobre el puente inconcluso de lo que está proyectado que sea un distribuidor vial sobre la línea divisoria del Estado de México y el Distrito Federal.
Aunque los priistas fueron hasta donde estaban los panistas, unos 200 metros de distancia, enmedio del caos vial por la obra inconclusa, los panistas encabezados por Gustavo Madero, presidente del PAN, y Roberto Gil Zuarth, coordinador de la campaña de Josefina Vázquez Mota, se aferraron a que esa era la obra que evidencia que Peña miente.
Con la mediación del periodista Javier Solórzano, priistas encabezados por Carlos Ramírez Marín y Gerardo Ruiz Esparza aseguraron que la obra fue cumplida, como dio fe el notario José Alfonso Portillo Balmori, pero los panistas no lo aceptaron.
“Peña Nieto miente”, insistió el queretano Ricardo Anaya,candidato a diputado, quien adujo que los notarios no soon confiables.
Enmedio de gritos de vecinos y de simpatizantes priistas, Ruiz Esparza se levantó pretextando que fue agredido en el tumulto que rodeaba la mesa.
Con eso acabó todo.
Ese fue y por lo visto seguirá siendo el pleito: Aferrados, irreductibles en sus posiciones, no se logró clarificar nada, salvo que unos y otros se acusan de metirosos.

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