¿ Líder moral ? |
2011-10-29
Carmen es una mujer muy derecha y a la vez cuidadosa de no ofender a algún invitado a su espacio, a su casa, con una pregunta que en demasía le incomode, pero hay que decir que igualmente posee la forma y la inteligencia para plantear lo requerido con el positivismo puesto en la seguridad de llegar a alguna conclusión objetiva y real.
Reflexiono sus opiniones y sus maneras de llegar a la respuesta correcta si es posible, desde que era una adolescente. Dirige sus cuestionamientos hacia aquello que indique el camino para que la persona que la lee o la escucha, deduzca la verdad.
El mero día en que el ingeniero recibió la medalla Belisario Domínguez como ilustre mexicano, lo entrevistó Carmen en CNN.
El discurso pronunciado por Cuauhtémoc fue la base aparente de la entrevista. Un discurso apegado a lo ya opinado por la mayoría de los ciudadanos contra el militarismo para combatir al crimen organizado, la necesidad de abolir la desigualdad social, que haya trabajo, acceso a la educación, cultura y salud para todos, etcétera, nada nuevo. Llamó la atención, no obstante, que en ningún momento de su oratoria de agradecimiento y exposición de la realidad nacional, mencionara a la corrupción y a la impunidad, como la verdadera raíz de nuestra actual decadencia y carencias históricas.
Pero lo sustancioso de este diálogo dirigido cautelosamente por la periodista hacia dónde ella quería llegar, se puede reducir a cuatro respuestas del ingeniero que nos revelan su verdadero rostro.
1. Tres veces se le preguntó, que si avalaba la versión del fraude electoral en 2006, contestando finalmente que basado en el estudio de José Antonio Crespo, no lo podía saber. Que para él esas elecciones debieron de haber sido anuladas, por la clara intervención del presidente Fox en ellas. Pero que él se avocó a aceptar la resolución institucional.
2. Cuando se le cuestionó sobre la división que existe en el PRD en cuanto a que él y “otros” sí aceptan a Felipe Calderón como el presidente electo en 2006 y una parte mayoritaria de su partido no sólo no lo acepta, sino consideran presidente electo ganador a López Obrador, simplemente respondió que para él, es una cuestión de lógica: “Nadie puede negar quién es el que gobierna, dónde se toman las decisiones, quién dispone qué es lo que la población tiene que cumplir”. Y él ha acatado esa simple lógica.
Es decir, “aceptó” (igual que lo hizo con Salinas en 1988) la derrota de su partido.
3. Ante la pregunta sobre la publicación que lo evidencia como parte del complot del IFE (y sus patrones) contra AMLO, expuesto en el cable mex-06-mex6867 de Wikileaks, donde se asegura que ni él ni su hijo Lázaro apoyaron la campaña de AMLO, ni su protesta posterior en el Zócalo y Reforma, la que consideraron muy dañina para el partido, aprobando abiertamente el triunfo de Calderón, acusó a la compañía de Assange ante las cámaras de haberlo calumniado, desacreditando la evidencia recopilada sobre su declaración hecha en la embajada estadounidense unos días después de la elección 2006. Arguyó además que estuvo en la embajada en el mes de Marzo y no en Julio.
4. Ya sin pregunta de por medio, el que porta el claro estigma de traidor, le aseguró a Carmen que por su medio quería aclarar de una vez por todas que en esas elecciones, “yo lo que deseaba era que ganara el candidato de mi partido”. Pero al declarar esto, como si fuese una defensa no pedida, quizá previniendo que Carmen podría preguntarle directamente que si en aquella ocasión, (o incluso hoy), él no apoyaba en el fondo el triunfo de Andrés Manuel, Cuauhtémoc, visiblemente nervioso adelantándose, dijo, ”yo nunca hablé mal en la embajada de Andrés Manuel”.
Entonces, ¿nos podría decir qué fue lo que habló usted en la embajada?, cuestionó la periodista.
“Pues la verdad que ya ni me acuerdo…pero seguramente algo se comentó sobre las elecciones. El cónsul me corrió la cortesía de invitarme un café en su oficina cuando fui a sacar una visa”.
O sea, asegura usted que Wikileaks miente, pero díganos … ¿sí apoyaba usted a AMLO o no?”
“Yo apoyaba y apoyo, al candidato de mi partido”.
¿A AMLO…? (pedía Carmen su reconfirmación pero no logró obtenerla) “A cualquier candidato que representara o represente a mi partido” concluyó el entrevistado.
Deduzca usted, lector, de qué pié cojea este hombre.
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