Muchas cosas que Andrés Manuel López Obrador no hizo durante la campaña presidencial 2005-2006, las ha empezado a hacer en este su segundo intento por llegar a Los Pinos. Enmienda así lo que para muchos fueron errores de estrategia en la búsqueda del voto, como el de acercarse más a los empresarios y a las clases medias.
En ese sentido, tuvo encuentros el año pasado con capitanes de empresa de Guadalajara, Tijuana y Monterrey, y apenas el lunes, con los de la ciudad de México. Puso claro, en todos los casos, que su proyecto no es expropiador, ni persecutorio, ni comunista —como malintencionadamente adviertieron quienes lo llamaron “un peligro para México”— sino promotor de la inversión, respetuoso de la iniciativa privada como lo hizo como jefe de gobierno del DF y proclive al diálogo para crear condiciones de desarrollo, abriendo al capital privado todo lo que se pueda, pero con un rotundo no a los monopolios. Alguno de los asistentes lo resumió así: “más del tipo Lula da Silva que Hugo Chávez”.
Y en esa misma lógica de acercamientos políticos y estratégicos, AMLO prepara para la primera semana de septiembre próximo —la fecha exacta estaría por definirse— un viaje a los Estados Unidos, específicamente a Washington D.C. La información llegó a este reportero desde el otro lado de la frontera y la confirmó aquí el equipo cercano del ex jefe de gobierno.
El encargado de organizar la visita es Héctor Vasconcelos, quien no sólo brilla por ser hijo del ex secretario de Educación y ex rector de la UNAM, creador del lema y escudos universitarios, el maestro José Vasconcelos, sino por su exitoso desempeño como funcionario cultural y diplomático del gobierno mexicano, ya que fue cónsul de México en Boston y embajador en Dinarmarca, Noruega e Islandia.
Desde ya se ultiman detalles para un encuentro con el líder del Senado estadounidense, el demócrata Harry Reid, y con el de la minoría republicana Mitch McConnell. Asimismo, se buscan encuentros con los líderes de la Cámara de Representantes.
La visita podría incluir la ciudad de Boston —donde Vasconcelos ha recurrido a las relaciones que construyó a su paso por el consulado y durante sus años de estudiante— para que López Obrador hable en la Universidad de Harvard.
La idea es dar a conocer de primera mano el nuevo proyecto alternativo de nación que López Obrador dará a conocer aquí en México el próximo 20 de marzo, siete días antes de la consulta ciudadana conjunta que realizará el PAN y el PRD para determinar si van con un candidato de alianza por el gobierno del estado de México.
Instantáneas
1. EMBAJADOR INCÓMODO. Por el desarrollo de los últimos acontecimientos, parecen contados los días de Carlos Pascual en la embajada estadounidense en México. Felipe Calderón le dijo al Washington Post que era probable que le dijera al presidente Obama su insatisfacción por los términos en que Pascual se ha referido al Ejército mexicano y a la Armada en las comunicaciones confidenciales que envía desde la sede diplomática y que filtró WikiLeaks. Un cable del embajador dijo que los militares mexicanos son lentos, mal preparados y tienen aversión al riesgo. Calderón le dijo al WP que la confianza “es algo difícil de construir y muy fácil de perder”, y que le resulta difícil trabajar con Pascual. Vamos, lo dejó en calidad de embajador incómodo. Pascual, cierto, es documentadamente intervencionista, pero esa parece ser una condición para ocupar cargos diplomáticos en países como el nuestro. Pero la condición de embajador incómodo acaso construya la coyuntura para que Obama retire a un representante que más bien está en el círculo de Hillary Clinton y designe a otro más cercano a él. Eso no garantiza que no sea intervencionista.
2. CORRUPCIÓN. La Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados, que preside la perredista Estela Damián, citará a comparecer al secretario de la Función Pública, al presidente del SAT y al procurador General de la República para que expliquen por qué 640 funcionarios públicos sancionados no han pagado sanciones aplicadas por 43 mil millones de pesos. ¿Por qué las nuevas normas sobre corrupción no abordaron este asunto?
3. MEXICANA. Falta mucho para que se aplaque el escándalo por el engaño de PC Capital en la presunta compra de Mexicana. Ya son muchas las voces que señalan a Javier Lozano, secretario del Trabajo, y a Juan Molinar, ex titular de la SCT. Esta depedencia cesó, por lo pronto, a Javier Christlieb como administrador de la aerolínea y nombró a Gerardo Badin, quien seguirá como conciliador de la empresa.
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