A cinco meses de la derrota electoral, el ex candidato del Partido Revolucionario Institucional (PRI) a la gubernatura, Eviel Pérez Magaña, rompe el silencio. Tranquilo, con hablar fluido y a veces con varias pausas, el político tuxtepecano la atribuye a tres circunstancias: el abandono de la dirigencia nacional, la pugna entre el ex gobernador Ulises Ruiz Ortiz con Jorge Franco Vargas y la alianza de los partidos de oposición PRD, PAN, PT y Convergencia.
Sentado en un sillón de piel color negro, vestido de manera informal, Eviel va al grano: “Perdí por el abandono de la dirigencia nacional y de sus principales figuras en mi campaña; no me explico por qué ocurrió eso, pero en ese momento cuando empujábamos bien, íbamos bien, la campaña iba viento en popa, no estuvieron”.
La entrevista, previa cita, se realiza en la oficina de gestión que tiene en un sector de la colonia Reforma. En ese lugar, Eviel pareciera alejarse de los recuerdos, porque en la estancia no hay fotos de la campaña. Sobre un librero sólo hay una donde figuran sus tres hijos.
“Mira, yo hice todo lo que tenía que hacer. Y lo hice bien, de buena fe. Ya lo que pasó, pasó y ahora pues ahora para adelante y seguir con mi chamba en el Comité Directivo Estatal del PRI hasta el 2012; hasta el 2012”, recalca.
Asegura que hoy, a cinco meses del 4 de julio, él está contento, tranquilo, “duermo muuuy bien”, precisa. Y en efecto. A Eviel se le ve, se le escucha tranquilo, relajado.
--¿La cúpula mayor del PRI lo abandonó?
--Nuestro error fue no haber tenido el apoyo, ni los acuerdos necesarios, tanto con la cúpula nacional que se generó producto de esta confrontación, porque estamos hablando de confrontaciones de Ulises con los ex gobernadores, luego de un cruzamiento de muchos personajes.
Los dedos índices de sus manos se dirigen a sus ojos justo en el momento en que externa: “Yo esperaba ver a la presidenta de mi partido, Beatriz Paredes Rangel, poniendo una denuncia ante las instancias correspondientes, por la intromisión del presidente de la República, Felipe Calderón en la elección, pero hasta el día de hoy, no sé por qué no ocurrió así.
A Eviel, dice, le gusta obviamente la comida oaxaqueña y la música latina. Y las novelas de García Márquez, pero hasta el día de hoy, asegura, no le gusta para nada el abandono en el que lo dejaron algunos priistas nacionales.
--“Siento que hubo un abandono por parte del priismo, no del local, sino hablo de una integración que hasta se puede decir con todo respeto, faltó esa unidad que debimos haber construido primero nosotros”.
--¿Qué hay del rompimiento entre Ulises Ruiz Ortiz con Jorge Franco Vargas?
Eviel, guarda silencio por unos momentos. Respira profundo y suelta: “¡Claro que pesó; todos son cuadros valiosos, pero pues se llevó una confrontación a un terreno en el que no tuvo por qué darse; hoy, hay que decirlo: ya ni se hablan!
Revela que en los pasillos de la Cámara de Diputados federal se ha topado con Jorge Franco Vargas a quien saluda con un “hola que pasó”, y nada más. Sin embargo, como un político de altura, no descarta una reunión con su compañero de bancada.
Se le pregunta ¿cuándo?, y sólo atina a decir: “En algún momento nos tendremos que tomar un café”.
Asegura que las historias que se dicen, o que dicen quienes no fueron testigos, surgen por qué, precisamente, existen hoy día esas diferencias, hondas o no, pero están, y en su momento se abonaron como un ingrediente más en el sentido negativo.
--¿Qué tanto le molestó, o le afectó en sus aspiraciones que se haya dicho que fue el delfín del gobernador Ulises Ruiz?
--Qué bueno que me lo preguntas y así, de entrada, de una vez. No, no es cierto. Mira, yo no he negado ni voy a negar a mis amistades, quien lo hace se niega a sí mismo. Ulises es mi amigo. Pero cada quien debe tener la oportunidad de construir su historia. Él tuvo una responsabilidad como gobernador, escribió su historia y tendrá que responder por ella. Yo sigo construyendo la mía.
Recuerdo de la derrota
Eviel recuerda como una película aquel 4 de julio. “A las cuatro de la tarde supe que los indicadores en todas las regiones no me daban la ventaja; opté por esperar. Ese día decidí pasear con mi familia. Alrededor de las 20:00 horas, cuando a las 25 computadoras llegaron los primeros datos, confirmé que no todo iba bien. En la casa de campaña y en mi hogar conocí el resultado de las primeras encuestas de salida que daban a Gabino como triunfador. En ese momento decidí salir y dar un mensaje; reconocí que había perdido. Nos ganó la alianza; no hay culpables. En otro sentido, ¿cómo podíamos haberla vencido? Eso si te lo puedo decir: si hubiera existido mayor presencia del PRI, si hubiera habido mayor presencia de los personajes, porque no creo que me hayan cobrado facturas; la política es de circunstancias”. “No habrá ningún acercamiento con Gabino. Él necesita de las fuerzas políticas como el PRI; yo no. Yo prefiero escuchar a la gente y comprometerme con ella”, finaliza.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
-
La historia de la familia Ramírez es casi como de película. El matrimonio Ramírez compuesto por Enrique Ramírez Miguel y María Villalón...
-
El encargado de despacho de la PGJEM, Alfredo Castillo, explicó que el cuerpo de la niña tardó en emitir un olor fétido debido a que su cue...
-
El voto de castigo. Cartón: Rocha MÉXICO, D.F. (Proceso).- México es un claro ejemplo de la indisociable relación entre una demo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario