Ricardo Andrade Jardí
“venceréis porque poseéis más fuerza bruta de la que os hace falta, pero no convenceréis pues para convencer carecéis del derecho y la razón de lucha”. Miguel de Unamuno
Mientras el desgobierno, usurpador y asesino, amenaza al médico que atiende a los huelguistas de hambre del SME, con la cobardía que caracteriza a quienes: “haiga sido como haiga sido”, es decir, desde la puerta trasera, para arrebatar al pueblo de México la fibra óptica, para entregársela a la telebasura, para que siga deseducando al pueblo y los oligarcas sigan con los privilegios que la IMPUNIDAD les ofrece para mantener su rapiña. El “terrorismo”, o mejor dicho el narcoterrorismo, que no es producto de una acción ideológica, sino de la IMPUNIDAD que el neoliberalismo le ha dado a los grandes criminales para edificar el rentable negocio del narcotráfico, mientras reparte limosnas entre políticos mediocres, que hacen como que hacen, para no ver la realidad que todos los demás enfrentamos cada minuto del día. ¿Si a los legisladores se les quitaran sus vales de gasolina aumentaría la misma una vez al mes? ¿Si a los diputados o senadores se les exigiera vivir en los distritos en donde fueron “electos” la violencia en el país sería la que es? ¿El campo estaría abandonado como está? ¿Si a los pretendidos representantes del pueblo, en vez de un seguro de gastos médicos mayores pagados con dinero de los trabajadores mexicanos, les dieran sólo el Seguro Popular, la salud pública sería la basura que es? Claro que no, es la respuesta a estas y a mil otras preguntas.
Para qué queremos “representantes” que no nos representan. Porqué tenemos que seguir manteniendo a un desgobierno que pretende desmantelar el Estado para rematarlo según los caprichos de una oligarquía que pretende convertir en rentables, para sus bolsillos, todos los bienes públicos, antes privatizándolos al menor costo y con la mayor ganancia, y si el negocio no funciona, ahí están los legisladores para avalar el fraude de convertir las pérdidas privadas, en deudas públicas, total seremos los trabajadores los que paguemos el negocio de los ladrones empresarios y los políticos tendrán, siempre, conmovedores y melodramáticos discursos escritos por “Chespirito” para argumentar que todo lo hacen por el bien de la nación, aunque nunca sabremos a qué nación se refieren.
Donde el asunto se sale del guión, es cuando un grupo de trabajadores decide resistir hasta las últimas consecuencias y hacer pública ante el mundo la razón de su lucha. Mientras el desgobierno intenta convencer, sin éxito, a ese mundo, de la “razón” de sus injusticias, a cualquier precio, incluso el del narcoterrorismo.
Mientras la atención del mundo se fija en el deterioro de los huelguistas de hambre, que con su digna huelga y seguros de la razón que les asiste, han demostrado que la violencia en México la ejerce un monopolio, escudado en la IMPUNIDAD, que el desgobierno del “haiga sido como haiga sido” oferta a los grupos criminales de banqueros, empresarios, concesionarios, carteles, transnacionales. El desgobierno usurpador mata de hambre a los huelguistas del SME que defienden un legítimo derecho y con él defienden también un bien público que será rematado como ganga a los verdaderos criminales que sufre el pueblo de México.
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