sábado, 17 de abril de 2010

Más de 100 editoriales rematarán cerca de un millón de libros en la Alameda

Del 21 al 25 de abril se venderán a bajo costo ejemplares que de otro modo serán triturados


“La verdadera intención es defendernos de la barbarie mercantilista en que han caído muchos sellos”, indicó la escritora Laura Esquivel, titular de Cultura de la delegación Coyoacán

Ángel Vargas

Periódico La Jornada
Sábado 17 de abril de 2010, p. 4
Salvar un libro, dice la escritora Laura Esquivel, es una forma de salvarse a uno mismo. A partir de esa convicción, la Brigada cultural “Para leer en libertad” realizará su primer Remate de Libros, del 21 al 25 de abril en la Alameda del Sur.

De tal forma, más de 100 editoriales, entre ellas la de La Jornada, pondrán a disposición de los habitantes de la ciudad de México más de un millón de ejemplares a precios inimaginablemente accesibles, los cuales oscilarán entre entre cinco y 60 pesos, o bien con un descuento mínimo de 70 por ciento sobre el precio de venta.

Esta iniciativa es en realidad una continuación del programa que la Secretaría de Cultura del Distrito Federal promovió entre 2007 y 2009, pero que ahora retoma dicho grupo ciudadano tras la salida de la promotora cultural Paloma Sáiz de aquella dependencia capitalina.

Así, en términos estrictos, ésta será en realidad la cuarta versión del Remate de Libros, si bien ahora contará con el apoyo de la delegación Coyoacán, que de esa manera establece un convenio de colaboración con la brigada, la cual está integrada por escritores, historiadores y promotores culturales.

Tal convenio, según se detalló ayer en conferencia de prensa, contempla inicialmente, además del Remate de Libros, cuatro programas: Para leer en el parque, La biblioteca en bicicleta, Abuelos cuentacuentos y la brigada de alfabetización, de cuya coordinación se encargará Paloma Sáiz.

El cuarto Remate de Libros buscará refrendar el éxito e impacto social que esta propuesta ha tenido entre los habitantes de la ciudad de México en las tres versiones anteriores, todas con sede en el vestíbulo del Auditorio Nacional. De ello dan testimonio las 100 mil personas que asistieron el año pasado y los 950 mil libros que lograron venderse y así salvarse de ser destruidos.

Esta idea fue de Paloma Sáiz, cuando fungía como responsable del programa de Fomento a la Lectura en la Secretaría de Cultura capitalina, al advertir la incuantificable cantidad de libros que son “sacrificados por los editores” tras no poder venderlos.
Iniciativa desesperada

Se trata de “una iniciativa desesperada por solucionar un inquietante problema. La industria editorial mexicana tiene sus bodegas llenas de libros que han pasado por ventas, rebajas y saldos, y no puede deshacerse de ellos mediante donanciones o regalos, a menos de que pague impuestos”, se explica en un documento distribuido por la brigada cultural.

“Para los editores, esos libros rezagados generan altos costos de almacenamiento y además son activos fiscales. Por tal motivo, algunos se ven en la necesidad de triturarlos.”

En torno de este asunto giró ayer la conferencia de prensa convocada por la delegación Coyoacán, en la que participaron el titular de la demarcación, Raúl Flores García, y Laura Esquivel, en su condición de titular de Cultura de esa demarcación, así como Paloma Sáiz y el escritor Paco Ignacio Taibo II, por parte de la Brigada “Para Leer en Libertad”.

Entre los aspectos tratados, se destacó que este cuarto Remate de Libros se sumará a las celebraciones por el Día Mundial del Libro, que se festeja el 23 de abril.

“La verdadera intención del remate no es sólo salvar libros, sino defendernos de la barbarie mercantilista que se ha instalado en muchas editoriales, afortunadamente no todas”, señaló por su parte Esquivel.

“Esta barbarie pretende convertir a los libros en una simple cosa que se vende, se consume y se desecha, y si no se vende, no es digna de ser tomada en cuenta y se destruye.

“El disparate de condenar los libros a la destrucción sólo pudo ocurrírsele a alguien que desprecia la cultura y el arte (...) Dejar de leer es morir un poco. Que acaben con las armas de destrucción masiva, que destruyan las ametralladoras, los cuernos de chivo”, agregó.

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