• La “ridícula minoría” y el sistema de justicia
• Cordero y las alianzas…
• Cordero y las alianzas…
La política, mi estimado, no es una ciencia exacta. Algo muy atractivo debe estar flotando en el ambiente de la política nacional que pasa desapercibido para el resto de los mexicanos, incluido el mordaz respetable. Algo que debe ser altamente contagioso y que ocasiona una cascada de incongruencia y/o bipolaridad, o sencillamente maquilla la típica máscara del cinismo que ya es harto conocida en este panorama nacional.
Para abrir boca, my friend, ahí tiene la perlita del collar en el calderón que advierte que los revoltosos capos de la “ridícula minoría” —que pusieron ayer en jaque el puerto de Acapulco— podrían ser procesados en México o en… Estados Unidos.
¡Ahhhhhhhh chingá!
El divertido anuncio vino, of course, de las autoridades responsables en la aplicación y control de leyes de Inmigración y Aduanas, los simpáticos elementos del ICE, que ya preparan su plan que permitirá que los barones de la droga capturados en la línea fronteriza (o, digamos, llevados hacia allá…) puedan ser procesados en cualesquiera de los dos países… con el argumento de que se pretende incrementar las herramientas para aumentar la certeza del castigo que disuada en el futuro las atractivas travesuras de esa “ridícula minoría”.
O sea, lo que los güeritos quieren decir es que (vienen por todas las canicas) no confían en este (des)gobierno, en la aplicación del Estado de Derecho, en el sistema de justicia mexicano y en la ley… a secas, contra el organizado crimen, así que al mal juez, darle brinco y además vengan las extradiciones fast-track, yes?
Sin ser catastrofistas, la singular medida debería ser sencillamente digna de analizarse y debatirse por las espléndidas secuelas de este precedente en materia de justicia. La preguntita de ordinario cajón sería, ¿cuál es el fundamento legal y jurídico?
La señal es delicada porque Felipe y su PANdilla están abriendo demasiado las puertas para la intervención estadunidense en diversos ámbitos que no sólo se engloba en la volátil agenda de seguridad y su deliciosa cadena de mando, en la arena de los recursos estratégicos, sino que ahora se pretende sembrar en la arena del sistema judicial. Otra cándida pregunta sería, ¿qué sigue en las prioridades de Washington…?
Y justo hablando de prioridades, amable lector, rápido de fulminante está cambiando la postura de los priistas en torno al próximo chisguetón fiscal que ya están planchando y almidonando con el gymboree (con minúsculas) de este (des)gobierno. La comparecencia de Ernesto Cordero ayer ante el Pleno (de animales... políticos, por supuesto) develó que Sor Beatriz ya teje su red de intereses y su doble juego que hace juego con su doble moral.
El operador de los discursos y de la muy simpática postura de la bancada tricolor de los legisladores que subieron ayer a la tribuna fue Oscar Levín Coppel, brazo ejecutor de la dirigente del PRI que ahora sale con la lindura de darle de latigazos a la PANdilla en el poder (del no poder), amagando a Hacienda con bajar impuestos… después de su desvergonzado pacto que le empinó a millones de mexicanos el IVA.
El choro de congruencia y responsabilidad tricolor afirmando que vamos a hacer valer nuestra mayoría para garantizar a los mexicanos empleos dignos, bla, bla, bla… sucede en un lapso breve y más bien huele a pataleta por las maravillosas alianzas donde el principal impulsor y orquestador del culebrón electoral fue…Ernesto Cordero. El PRI ya hartó con su sonsonete amenazador contra la PANdilla exigiendo que se faje los pantalones ahora en materia económica, de gasto corriente y de transparencia.
Levín Coppel dijo que los mexicanos no estamos (kimosabi?) dispuestos a correr el riesgo de poner más dinero del necesario en manos de los campeones del subejercicio.
No cabe duda que estos priistas si son campeones, my friend… pero campeones pero del cinismo y el descaro.
Next!
Por la mirilla
El brindis tentempié organizado ayer con mujeres y Michelle Obama en Los Pinos fue estrictamente palomeado por la exigente pluma de Margarita Zavala y Max Cortázar…
La jiribilla política-mediática en la llamativa agenda de la primera dama fue fundamentalmente doméstica. Es decir, ayudar a la imagen del presidente norteamericano enviando amables señales a la comunidad latina y caribeña (Haití). Hoy, Michelle está en el epicentro del tablero en Washington & surroundings y pronto medirán los resultados de este par de viajes relámpagos que, ni modo, nada tienen que ver con la minoría ridícula…
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