lunes, 8 de marzo de 2010

Protestan frente a la Catedral por la “doble moral” de la Iglesia

Al festejar el día familiar, reprochan a Rivera su silencio ante los abusos de Maciel

“¡Que viva la familia!”, responde el cardenal ante manifestantes defensores del Estado laico

Grupo de manifestantes frente a la Catedral Metropolitana, este domingoFoto María Meléndrez Parada
Gabriel León Zaragoza

Periódico La Jornada
Lunes 8 de marzo de 2010, p. 42
En el festival por el Día de la Familia, celebrado en la Catedral, el cardenal Norberto Rivera fue increpado por un grupo de “defensores del Estado laico”, quienes desde la calle le reprocharon la “doble moral” con la que se conducen los jerarcas de la Iglesia católica y el silencio que el prelado ha mantenido ante la revelación de los abusos sexuales cometidos por el fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.

Como cada primer domingo de mes, frente a la Catedral un grupo de personas –que ha negado pertenecer a alguna agrupación política– se manifestó contra la intervención de los religiosos en las políticas públicas. En esta ocasión, a unos metros también lo hizo una docena de jóvenes, quienes al grito de “¡Viva Cristo rey!” y “¡Un hombre más una mujer igual a una familia!”, manifestaron su respaldo a Rivera Carrera por “la defensa que ha hecho” de ese núcleo y del matrimonio.

Al concluir la misa y ante un fuerte dispositivo de la Policía Federal, el cardenal salió al patio lateral del templo para unirse a los festejos organizados por la Unión de Voluntades y ofrecer un breve mensaje, lo que fue aprovechado por los manifestantes para gritarle que “el Vaticano es una cueva de lobos que devora a sus propios corderos”, y demandar “juicio a los padres violadores y a sus encubridores”.

Vida, familia y niños

Cuando en su discurso el arzobispo defendía el matrimonio, como núcleo de la familia, los organizadores subieron el volumen para tratar de acallar a los manifestantes, pero los gritos cobraron más fuerza.
Del lado de los manifestantes se escuchaba: “el caso Maciel no debe quedar impune” y “el cardenal defendió por mucho tiempo a ese pederasta y ahora qué vemos, que también abusó de sus hijos”. En respuesta el grupo de jóvenes que acudió en apoyo del cardenal respondía con aplausos y vivas a la familia.

Ante los reclamos, el cardenal cerró su intervención diciendo “la responsabilidad que tenemos en familia de educar, la responsabilidad de los padres no es una responsabilidad de la Iglesia ni es una responsabilidad del Estado. Es primariamente una vocación y una responsabilidad de los padres de familia.

“Ojalá y que siempre, a pesar del griterío, tengamos conciencia de los valores de la familia. ¡Que viva la familia!”, concluyó y se retiró custodiado por agentes de seguridad, vestidos de civil. Con su partida también se fueron los manifestantes.

A unos días de la entrada en vigor en el Distrito Federal de la ley que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, en su homilía Norberto Rivera llamó a su feligresía a no “seguir indiferente ante los frutos malos: tenemos que cambiar. No podemos seguir confundiendo la libertad con el libertinaje”.

“No nos dejemos desanimar por el aparente triunfo del mal, de los antivalores, de la visión individualista de la familia, en una sociedad que deja de apoyar las verdaderas necesidades de los hogares, para perderse en las hojas que hacen menos humana nuestra sociedad, con modas y con leyes que van primero en contra de la vida, luego en contra del matrimonio, finalmente en contra de los derechos de los niños.”

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