Bajo Reserva
18 de marzo de 2010
Gabriela Cuevas, ex delegada en Miguel Hidalgo y actual diputada federal, está en problemas. No que la vayan a meter a la cárcel, porque eso quieren sus adversarios. Pero la comisión de la Asamblea Legislativa que investiga su gestión va rápido, rápido. Pronto la citarán, y muy pronto habrá noticias nada buenas para ella, nos dicen. Se sabe que la bancada del PRD no la quiere (y eso tiene congruencia política). Pero el que tampoco la quiere nada, es el actual jefe delegacional, Demetrio Sodi, quien ganó por su partido (Acción Nacional). Aunque la auditoría que se lleva a cabo a la administración de Cuevas fue ordenada desde el gobierno del suplente Alfredo Vinalay Mora (contrato 107/SER/DRMSG/2009), Sodi está facilitando cuanto documento se le pide. Gabriela Cuevas lo sabe. A la diputada federal se le investigan mil 81 contratos; 359 adquisiciones, 422 arrendamientos y servicios, y 300 obras públicas: 80% de su presupuesto entre 2006 y 2009 (o mil 282 millones 744 mil 817 pesos). Están bajo lupa obras viales y hasta la compra de más de 50 mil pares de zapatos deportivos, en donde se habrían detectado casi 3 mil irregularidades.
El 10 de abril es el último día para que los mexicanos registremos nuestro o nuestros celulares (hay unos 80 millones). Quedan algo así como 20 días y, ¿sabe qué?, sólo 47% de los usuarios han respondido al llamado de Gobernación, Comunicaciones y Transportes, la Comisión Federal de Telecomunicaciones y el propio Registro Nacional de Usuarios de Telefonía Móvil (Renaut). El programa, para prevenir, investigar y perseguir muchos delitos (pero en especial el secuestro y la extorsión), está muy cerca de considerarse un fracaso, según varias fuentes. ¿Y por qué no nos hemos inscrito? Seguramente la totalidad de los criminales está en ese 53% que no ha respondido. El resto, según el presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad Pública y Procuración de Justicia del DF, Luis Wertman Zaslav, por desconfianza. Porque no quedan claros los mecanismos de seguridad y validación de la información. Además, si no hay confianza en la data recabada, ¿cómo va a servir para detener a los grandes escurridizos: los criminales?
Apunte final: Fernando Gómez Mont, secretario de Gobernación, cuidó mucho sus palabras. Aludió a no sacar de contexto a la secretaria de Seguridad Interna de Estados Unidos, Janet Napolitano. A cuidar incluso la traducción. Dijo que no quisiera “pasar por injusto” frente a una afirmación que —y ahora sí se soltó— “me parece reprobable”. Y luego la frase completa (esta sí no necesita traducción) que confirma que el raspón de Napolitano, difundido por la prensa mexicana y la internacional, sí caló. Gómez Mont: “No acepto, por falso, que se diga que el papel de las Fuerzas Armadas en Juárez es insustancial o insuficiente, ha sido muy importante”.
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