• Las bolas del queso oaxaqueño
• Los benditos miserables…
• Los benditos miserables…
La intolerancia, mi estimado, engendra monstruos. Maravillosa la respuesta de Bucareli defendiendo (lo indefendible) al inquilino de Los Pinos ante los puntuales señalamientos deManlio Fabio Beltrones sobre el autismo, sordera y desinterés distintivo de Felipe Calderón ante esa emocionante adversidad que ha desencadenado una ola de atinadísimas medidas que lograrán una inmejorable inflación con la inaudita escalada de precios y un terreno cada vez más fértil para las movilizaciones sociales que sin duda serán the motto of the year.
Y ahí es donde el PRI, siempre tan ocupado y preocupado en tiempos electorales, tiene una carga importante de responsabilidad sobre el simpático tiradero federal que está tensando la frágil cuerdita social, en medio de una severa crisis económica, exhibiendo el fracaso del engendro fiscal aprobado con bombo y platillo con el PAN y PVEM para justificar un atraco imperdonable a los bolsillo de millones de mexicanos que, parajodas de la vida, terminó por ser insuficiente, obligando a Felipe y su presumido equipo económico a romper promesas y pactos para meterle más emoción al peligroso coctelito C-4 graduado social.
Y así, my friend, comienza el primer capítulo del segundo Tomo de la tragicomedia política de la simulación y el cinismo preelectoral. El PAN acusando al PRI de travesuras completas y el PRI quejándose para queCalderón se faje los pantalones, y ahí se llevarán el juego de señalamientos para después de que se tiren los dientes, aclaren desparpajados que todo fue por el desborde de las pasiones electorales luego entonces juntitos los dos… se pondrán de acuerdo en el timing para ponerse nuevamente el antifaz y planear el siguiente asalto legislativo contra la sociedad que será en la figura de la tan cacareada, anunciada, notificada y advertida reforma fiscal que de la mano llevará la reforma política… escenario exclusivo para el tianguis del popular chantaje, ¿me sigue?
Same devils different hell.
Y todo este numerito previo al espectáculo de las incongruencias de los partidos en las próximas elecciones, que dependerán de las selecciones que produzcan los nuevos jugadores que son los gobernadores. Y botones como Oaxaca no dejan de ser ilustrativos de cómo una cosa es una cosa y otra cosa es otra. El PRD quiere irse de fiesta con el PAN y sumar al reventón al PT y Convergencia para romperle su mandarina en gajos al PRI. Atrás queda esa belleza de discordia del “legítimo” y el “espurio”, y qué tanto es tantito. El fin justifica los miedos y… medios. Y dentro de la exótica ensalada de queso oaxaqueño juegan dos extraordinarios personajes: el neopanista Diódoro Carrasco y el protagonista del atentado al auto José Murat. Y entre oaxaqueños, my friend, no se leen las cartas y todos saben quién con quién y al diablo con la vergüenza.
El PAN sopesa la cereza de un bloque opositor y el experimento servirá para saber si es posible repetirlo en otros estados, aunque el blanco es el terruño del wannabe Peña Nieto… que podría pasar aceite si el se arma un atractivo conjunto como el soñado en Oaxaca pese a la divertida promesa presidencial.
Una de las cándidas perlas para el irónico respetable es hasta dónde los partidos políticos serán capaces de degradarse (¡¿máaaaaaas?!) en aras de alcanzar el poder… que ha mostrado lograr una profunda transformación ética, física, intelectual y emocional entre cierta fauna política que muta en verdaderos monstruos que terminan alejándose de la… realidad.
Y este año se antoja como un péndulo entre transformaciones, revoluciones, evoluciones y/o regresiones y retrocesiones. Y el actual contexto, mi estimado, no ayuda sino abona a lo contrario. Y los protagonistas de llevar las riendas en varios de los ámbitos de poder están inmersos en pleititos, grillitas, revanchitas, chantajitos, frivolidades y descomunales raterías.
Hace tiempo se respira un ambiente pesadito en la cúpula del poder (del no poder) que ha abierto las puertas al encono, la polarización y la intolerancia. Coctelito aderezado de un absoluto descontrol que no tarda, my friend, en pasar una escalofriante factura.
Por la mirilla
Extraordinaria la rasgada de vestiduras de la iglesia católica (con minúsculas) & associates alrededor de las bodas gay y las adopciones. Es sencillamente estupendo escuchar declaraciones sobre los daños irreversibles a los niños por parte de una decadente institución que se ha encargado de proteger, arropar y avalar a curas pederastas. Miserables cínicos.
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