miércoles, 26 de agosto de 2009

Dios no escribe (libros de texto)


Astillero

Julio Hernández López

Sacristán de la iglesia del futurismo élbico, el secretario particular Lujambio ha informado que el ciudadano Dios no forma parte de la comisión redactora de los nuevos libros oficiales de piadosa historia patria rasurada. La noticia, desde luego, no es que un presunto hacedor del Universo se abstenga de participar en las sesiones burocráticas de una camarilla de país subdesarrollado, sino el que alguien obligado a preservar el carácter laico de la estructura educativa pública muestre abiertamente su condición confesional. Los próximos volúmenes educativos básicos, ya corregidos, podrían agregar la divina frase pronunciada ayer por monseñor Lujambio, ningún libro de texto está escrito con sangre ni está escrito por Dios, para demostrar la existencia de tal deidad: no escribo libros de texto, luego existo, diría para sí tal ser supremo, con lo que terminarían milenios de discusión existencial.

Pacorro ha resucitado de entre el charco de las ranas legisladoras. Son 237 diputados federales priístas y un solo Carlos Salinas verdadero. Paco Rojas fue candidato único porque uno es el Señor, aunque los diezmados angeluchos del madracismo ulisista quisieron empujar a César, el de la augusta alquimia, para que metiera ruido en el recobrado paraíso tricolor. Los reacomodos celestiales provocan alucinaciones a un tecleador religiosamente astillado que cree ver en el nuevo episodio de San Lázaro una toma de posesión retardada y ligeramente disfrazada: a menos de tres años del acto de ilusionismo que hizo aparecer de un sombrero militar, con escondite en la parte trasera, a un personaje chaparrito, pelón y de lentes como supuesto poseedor de un billete de lotería adulterado que le otorgaría el premio principal de la feria, llamado Los Pinos, ahora sería en ausencia, sin necesidad de conejo michoacano presente ni protestas masivas y despliegue de guerra como se haría del poder real el presidente latente, el ejecutivo de facto, el jefe del grupo que en diciembre de 2006 abrió el paso a Felipe inviable como si hubiera un pacto de mitades en el mando: los tres primeros años, el ahora fallido; los tres siguientes, con bancada y gobernadores propios, el ahora triunfante. Golpes de lectura atolondrada de los portales informativos llevan a creer que Calderón de verdad se va, pues un cabeceo (periodístico, no de somnolencia) dice: Calderón, la novedad en el Tri para juegos rumbo al Mundial. Pero no se trata de que Felipe juegue, rodeado de su equipo militar de protección, en busca desesperada de que la selección sudamexicana de futbol televisable vaya a Sudáfrica, sino de Néstor, el goleador de los toluqueños Diablos Rojos.

Tiempos políticos invertidos: Calderón usa el ambiguo término para anunciar su estrategia de pasatiempo mientras Salinas le avisa que ya es hora de entregar formalmente el cargo: la palabra mágica, o clave, de este trienio perdido por venir, ha de ser, explicó, inversión. Por lo pronto, Felipe sigue invirtiendo en sus amigos y por ello hace secretario general del comité nacional panista a su cuate y paisano José González Morfín, dentista enviado a esperar la muela del juicio del panismo en precoz decadencia. Y los perredistas le invierten tiempo e imaginación a la búsqueda de una salida que los ensucie menos en el caso del diputado federal electo Julio César Godoy, hermano de Leonel, el náufrago encargado del palacio de gobierno de Michoacán. ¡Ay, diosito (sin libro de texto concebido)!

Astillas

No, pus sí. Juanito anda desatado por las redacciones y las cabinas de radio y televisión para apuntalar su proyecto de quedarse como jefe delegacional en Iztapalapa, haiga sido como haiga sido, mientras Clara Brugada convoca a conferencia de prensa para hablar de... Honduras, los golpes de Estado y la resistencia latinoamericana, con una referencia absolutamente inocua a Iztapalapa y la lucha por la democracia, y la mención, en un boletín de prensa sobre esa Jornada por la Paz, de que Brugada es la delegada electa. Hablar de Tegucigalpa, entre el vacío ideológico y operativo de quienes crearon el monstruo que ahora los amenaza y avergüenza, sin que Brugada se atreva a cancelar su estancia en una deplorable banca de espera y sin que López Obrador ensaye otra idea ingeniosa para zafarse del triste espectáculo de la marioneta rebelde que ahora anuncia que se quedará un mes en el cargo, que dará por terminado el acuerdo original si recibe otra amenaza (haya sido la anterior cierta o inventada, como incomprobable podría ser la que le diera el pretexto para la ruptura), que ya tiene ofertas de apoyo de otros partidos, que parte de su base social la hizo durante 11 años de chuchismo, que está en espera de que AMLO le llame para ver qué se le ofrece a él, Rafael Acosta, a quien el tabasqueño pidió apoyo semanas electorales atrás, y que con el apoyo de Clara y sin Clara, con el apoyo de López Obrador y sin el apoyo de López Obrador, Juanito era el triunfador de Iztapalapa. Juanitestein... Felipe Saladón agregó una víctima más a su rosario de maleficios: Felipitó (conjugación del verbo que significa ser felicitado por Felipe) al astronauta de origen mexicano José Hernández, y el viaje espacial se ha suspendido durante dos días consecutivos y corre el riesgo de ser pospuesto hasta octubre. ¡No me felipites, compadre!, podrían decir los amenazados con recibir un cumplido de Los Pinos... Y, mientras el IFE anuncia con aire de extremo sacrificio que en el gasto del último trimestre de 2009 se quitará el pelo de 104 millones de pesos de la selva capilar gatuna, frente a los 9 mil 200 millones que ejercerá en 2010 (el tribunal electoral federal, en otro gesto épico de austeridad, considera la posibilidad de ahorrar 4 millones de pesos de un presupuesto de 1996 millones para el año entrante), ¡hasta mañana, en esta columna que ve cómo el calderonismo desde los tribunales laborales le va quitando la sonrisa al enriquecido líder minero Napoleón Gómez Urrutia!

Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

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