domingo, 16 de agosto de 2009

Censura en Palacio

proceso.com

BEATRIZ PEREYRA
En la Presidencia de la República, el miedo a la expresión libre no tiene límite. Al joven nadador Rodrigo Martínez, multimedallista en la pasada Olimpiada Nacional, le quitaron el discurso que llevaba preparado en su calidad de orador y le pusieron en las manos uno “autorizado por el presidente”. Inofensivo su texto, pedía más ayuda para los jóvenes deportistas. El que le hicieron leer agradecía al presidente Calderón su presencia en ese acto y su apoyo incondicional al deporte.
El sudor provocado por la emoción de estar en Palacio Nacional humedeció tanto las manos del nadador Rodrigo Martínez Aguilar que alcanzó a mojar el fólder donde celosamente guardó, durante horas, la hoja del discurso que preparó para leerlo frente al presidente Felipe Calderón.
Cuando el muchacho de apenas 15 años –ganador de 11 medallas de oro en la Olimpiada Nacional 2009– esperaba ansioso su turno para hablar en nombre de sus compañeros, una mujer del staff de la Presidencia de la República se le acercó para informarle que no podía leer lo que había redactado y le entregó un documento con el discurso oficial.
“Se me acercó muy amigable. Me dijo que ya el presidente había autorizado el discurso y que ése era el que tenía que leer”, cuenta Rodrigo.
“Fue la persona que siempre viene con el presidente que, supongo, ha de ser su asistente o como una jefa de seguridad. Ella me lo cambió, pero fue una de las dos que me dijeron porque había otra señora, que es como de publicidad o algo así, y me lo pidió (el discurso) porque dijo que se lo iban a leer a la Presidencia. No sé si lo leyeron o no, pero llegaron a cambiármelo”, detalla.
Aquel miércoles 5 de agosto fue la segunda vez que Martínez estuvo en un acto con el titular del Ejecutivo, como portavoz de los atletas mexicanos para la ceremonia de premiación de la Olimpiada Nacional en la que ha participado desde 2006 con una cosecha de 31 medallas, 24 de las cuales son doradas.
En 2007, en la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (Conade) redactaron el documento para su exposición oral, y se lo entregaron un día antes del acto.
En esa ocasión, el Consejo Estatal para el Fomento Deportivo y Apoyo a la Juventud (Code) le dio al nadador la oportunidad de colaborar en la elaboración de su discurso, pero se quedó con las ganas de leerlo.
“Al principio me puse un poco nervioso y medio me saqué de onda porque no supe qué hacer; ni modo que les diga que no, si ellos son la gente que manda en nuestro país. Sentí un poco de impotencia al momento de que me lo dieron, pero al final me tuve que acostumbrar y dije: ‘ellos saben por qué me lo quitan’. La señora me explicó que eran cosas internas. Le dije que sí, que no había problema”, recuerda el deportista.
–¿Te gustó leer el discurso que te dieron? –se le pregunta.
–Pues no fue un discurso malo, pero no es lo que yo quería decir.
–¿Por qué crees que te lo quitaron?
–Pienso que no querían que saliera en los medios de comunicación lo que yo iba a decir, por temor a que dijera una imprudencia o a que, como el discurso lo había hecho yo, no me lo hubieran revisado en casa.
–¿Consideras que los deportistas deberían tener el derecho de expresarle al presidente lo que sienten y piensan?
–Nosotros los tenemos que hacer (los discursos) porque somos quienes los leemos. Nos queremos expresar y si no, ¿para qué los leemos nosotros? Que lo lea alguien más porque no vamos a manifestar lo que queremos y nos están obligando a decir unas palabras que no son nuestras.
Adulación oficial
El discurso de Martínez contrasta notablemente, desde el primer párrafo, con el redactado por la Presidencia.
Mientras que Rodrigo señala que es un honor estar en esa ceremonia para ser reconocido por sus méritos deportivos, las palabras que pusieron en su boca refieren que para los atletas es “un orgullo” que Calderón esté presente en la ceremonia para agradecerle el “apoyo incondicional” que da a los deportistas.
“Es un honor para mí estar en esta tribuna, representando a mis compañeros deportistas, que cada año, después de competir en la Olimpiada Nacional, nos reunimos para recibir el reconocimiento de nuestras autoridades”, plantea el discurso que se quedó archivado en la computadora del nadador.
“Para nosotros los deportistas de México es un orgullo tenerlo aquí, acompañándonos y, principalmente, tener la oportunidad de manifestar nuestro agradecimiento por el apoyo incondicional que hemos recibido de parte de usted, a través de la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte, de nuestros gobernadores y a través de los institutos de Deporte de cada estado”, apunta el discurso oficial.
En su texto, Martínez solicita a Felipe Calderón que lo ayude para asistir a competencias internacionales con el fin de foguearse con los mejores nadadores del mundo.
“Señor presidente, los títulos de Olimpiada Nacional son sólo la antesala para lo que en el futuro queremos hacer. Todos los que participamos en este evento tenemos la mirada puesta en los eventos internacionales, los más inmediatos, los Juegos Panamericanos de Guadalajara 2011, en donde Jalisco será anfitrión de los Juegos de México; pero no queremos ser simplemente quien reciba esta competencia, queremos ser protagonistas en el medallero. Es por ello que pedimos que se refuercen los planes deportivos del país, con el que queremos contribuir como jóvenes, como ciudadanos, como deportistas.”
En el documento oficial, no fueron mencionados los Juegos Panamericanos y sí los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
“Porque, tenga usted la seguridad que en los eventos de Olimpiada Nacional saldremos los representantes de México para los Juegos Olímpicos Juveniles en Singapur 2010 y, por qué no decirlo, a los Juegos Olímpicos de Londres en el 2012; porque estamos conscientes que el futuro del deporte en México depende de lo que nuestra generación haga hoy.”
Continúa la explicación del joven nadador: “El discurso que escribí iba enfocado no a pedir apoyo para los Juegos Olímpicos, sino para los Panamericanos, porque vamos a ser anfitriones. Lo que necesitamos los que tenemos 15 o 17 años es fogueo internacional. Ir a competencias como Grand Prix, a mundiales, pero que no manden a la gente grande, sino a los que venimos atrás. Ese fogueo es un beneficio que no tenemos (los más jóvenes).
“La Conade se fija en la gente que tiene 25 o 26 años, los que ya están acabando su carrera, en vez de fijarse en quienes apenas la estamos empezando”, lamenta el nadador que nació en el Distrito Federal y radica en Guadalajara.
En su texto, Martínez también agradeció a Jalisco es Uno, un programa del gobierno estatal que otorga distintos apoyos a deportistas como él y a los pilotos Sergio y Antonio Pérez.
“Y quiero decirles que cuando se compite de manera honesta, cuando un joven se entrega con todo su corazón para tratar de ser mejor cada día… la victoria llega tarde o temprano. Y en Jalisco eso lo aprendimos desde hace mucho, y sabemos que el triunfo de Uno es el triunfo de todos… porque en nuestro estado, cuando Uno gana, ganamos todos, y yo también soy un ganador… porque Jalisco es Uno”, finaliza el discurso en el que el atleta también agradeció el esfuerzo que realizan entrenadores y fisiatras, algo que pasaron por alto los redactores del discurso oficial.
“Yo iba a terminar con un Jalisco es Uno, pero pues me lo quitaron y me dijeron que no lo podía terminar así. En el discurso que me dieron no pidieron apoyo para Juegos Panamericanos, que es lo que ya está sobre nosotros”, recalca el atleta.
A pesar de que se sintió incómodo, Rodrigo le obsequió a Calderón una de las 11 medallas de oro que colgaban sobre su pecho.
“Cuando terminé mi discurso, el presidente me dijo: ‘traes tantas medallas colgando que te pesan’, y le respondí: ‘sí, por eso quisiera regalarle una’. Me la quité y se la di. Sentí muy bonito que él la aceptara y espero un día regresar con un gran resultado internacional. Me dijo que la va a tener como un recuerdo muy especial”, explica Martínez, quien reconoce que en ese momento tampoco pudo pedirle de frente el apoyo y que sólo vio que el gobernador Emilio González le entregó una carpeta que contenía el programa de trabajo que quieren ejecutar.
Phelps mexicano
Durante la ceremonia de premiación, el mandatario comparó el talento de Rodrigo Martínez, cuyas marcas son las mismas que ostentó el multimedallista olímpico Michael Phelps cuando tenía 15 años.
Pero al mexicano no le gusta que lo llamen Rodrigo Phelps ni tampoco que lo comparen con el estadunidense, y aclara que no es su ídolo.
“No me gusta que me comparen con Phelps, no soy él y quiero que me comparen sólo conmigo. Con eso te presionan porque tienes que explotar tu talento, pero a la vez me motiva porque no quiero que luego los medios digan ¿dónde quedó Rodrigo?”
En abril de 2008, durante una competencia en Ohio, Rodrigo coincidió en la alberca con el campeón olímpico y se decepcionó cuando Phelps no le permitió tomarse una foto con él.
Su ídolo es el brasileño César Cielo, campeón olímpico en 50 metros libres; dice que también admira a Ryan Lochte y a Aaron Pearson, ambos dorsistas, estilo de nado en que más destaca el mexicano.
Rodrigo aspira a ser campeón mundial y olímpico. Si no, dice, “al menos medallista”. Para ello la única opción que tiene es entrenar fuera de México en alguna de las escuelas de natación que existen en California, Florida o Michigan, en Estados Unidos, o en Francia o Italia.
De acuerdo con el esquema de becas colegiales en Estados Unidos, Rodrigo podría comenzar a entrenar en ese país sin pagar nada hasta que esté matriculado en alguna universidad, lo que será posible dentro de cuatro años, porque apenas cursará el tercer grado de secundaria.
Mientras tanto, el nadador necesita respaldo económico para sufragar los costos de la escuela de natación y todos los gastos de manutención, incluida su preparación académica.
“Para que pueda estar allá se necesita una beca y las universidades no me pueden becar porque estoy muy pequeño. Te dan todo, pero hasta que entras a la universidad. Podría ser campeón olímpico, pero si no estoy matriculado tengo que pagar el club. Eso no es lo duro, porque son como unos 50 dólares mensuales. Lo difícil es vivir allá, la estancia, la comida, estar en una escuela. Eso es lo caro. Necesito por lo menos tres años de financiamiento.”
–¿Hay alguna posibilidad real de que la Conade, el Code o el gobierno de tu estado pague eso?
–No veo ninguna. Mi papá tiene contactos en la iniciativa privada y hasta ahora son Telmex y Televisa los que se han interesado. El gobierno no podría. Es algo que tengo que obtener de la iniciativa privada, con algún patrocinio.
–¿Por qué crees que en México no puedes alcanzar el nivel que te permita competir a la par de los mejores nadadores del mundo?
–Porque en México no se interesan mucho por el deporte, les interesa hacer negocio con el deporte. Lo vemos en el futbol; los directivos están más interesados en el dinero que ganan que en el bienestar de su equipo. Eso es lo que falta en México. Personas a las que les importe más el deporte, los nadadores, los deportistas en lugar de que ellos ganen con el negocio que hacen con el deporte.
–¿Coincides en que los deportistas mexicanos siguen siendo producto de su esfuerzo personal y el de sus familias?
–Estoy completamente de acuerdo con eso, y también somos producto de los entrenadores. El mío (Leonardo Gámez) ha tenido que gastar de su bolsa para viajes que hemos hecho; como no nos apoyaban completamente él pone de su dinero para que alcance.

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