Rechazar el catastrofismo que destruye empleos, pide Calderón

Con un fuerte dispositivo de seguridad, celebra aniversario de la Constitución

Claudia Herrera Beltrán (Enviada)

Querétaro, Qro., 5 de febrero. El presidente Felipe Calderón celebró el 92 aniversario de la Constitución con un llamado a los mexicanos a rechazar el catastrofismo y el alarmismo que dañan el país, ahuyentan inversiones y destruyen empleos.

Con las elecciones en puerta, enfatizó que se puede discrepar, pero no deliberadamente falsear, dividir y enconar, mucho menos atentar contra el Estado mismo.

Tras la ejecución del general de brigada Mauro Enrique Tello Quiñones, instó también a las autoridades civiles a acelerar la depuración y el fortalecimiento de las policías, para que la “presencia subsidiaria” de las fuerzas federales, hoy indispensables, cada vez sea menos requerida.

Lejos del tono de otros discursos en los que rinde homenaje a militares caídos en la lucha contra la delincuencia, esta vez no se refirió al general torturado y asesinado en Cancún, Quintana Roo, y se limitó a reconocer la lealtad, patriotismo y valentía de las fuerzas armadas.

Como telón de fondo de esta ceremonia hubo un fuerte dispositivo de seguridad tanto en el Teatro de la República como en las calles de esta capital, que fueron patrulladas por militares y policías federales que llevaban el rostro cubierto con pasamontañas, y, algunos, apuntaban con sus armas largas.

Rodeado por integrantes de su gabinete; líderes legislativos; gobernadores, la mayoría panistas, salvo los priístas Mario Marín y Enrique Peña Nieto, así como el perredista Juan Sabines, y representantes de otros poderes, el Presidente comenzó su discurso haciendo una breve referencia al tema de la seguridad. Reconoció que la acción destructiva de la delincuencia organizada en México no pocas veces se debe a la complicidad de las autoridades.

A diferencia del pasado –aseguró–, lo “verdaderamente nuevo” es la firme decisión de su gobierno de enfrentar esta delincuencia y derrotarla, con todas sus consecuencias.

En el histórico recinto, donde el 5 de febrero de 1917 la Asamblea Constituyente promulgó la Carta Magna, reiteró su llamado a cerrar filas en torno a esta lucha contra el hampa, que pretende minar y destruir las instituciones del Estado, ya que este tiempo exige lealtad a la Patria.

Luego de que México ha sido criticado en Estados Unidos por ser un “Estado fallido”, el michoacano señaló que todos debemos “rechazar el catastrofismo sin fundamento, particularmente ahora llevado a extremos absurdos, que daña sensiblemente el país, su imagen internacional, ahuyenta inversiones y destruye los empleos que los mexicanos necesitan”.

Criticado por la oposición, particularmente por el perredista Andrés Manuel López Obrador, por el manejo que hace el gobierno de la crisis económica, pidió hacer a un lado el “alarmismo, que ignora los esfuerzos que hacen los mexicanos”.

Profetas del desastre

Los retos que enfrenta el país –dijo– son razón para acotar “los personalismos e intereses que medran con infundadas profecías de desastre que sólo generan desaliento.

“No es tiempo de actitudes protagónicos ni egoístas”, advirtió, y puso de ejemplo la historia mexicana, que “muestra que cuando se pretende sembrar desaliento y desesperanza para satisfacer ambiciones, vanidades o intereses personales o de grupo, quien ha perdido es el país.”

Asimismo, remarcó que nadie puede tratar de buscar laureles a partir de socavar las instituciones democráticas del país. Inclusive, aseguró que hay quienes quisieran ver debilitada la nación y las instituciones republicanas que trabajan cotidianamente.

Desde la perspectiva del Presidente, hay quienes denigran las atribuciones, fortaleza y viabilidad del Estado, por lo que atentan contra el Estado mismo al intentar socavarlo.

Luego de hacer estos reproches, agradeció al Congreso de la Unión “su responsabilidad y patriotismo que hizo posible una serie de reformas y acuerdos cruciales por encima de cualquier diferencia ideológica o política”.

Carcome inseguridad al país

En el festejo se escucharon dos voces priístas: la del gobernador de Nuevo León, Natividad González Parás, y la del presidente de la Cámara de Diputados, César Duarte, quienes pusieron énfasis en la inseguridad y la crisis económica.

Como presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, el primero externó la preocupación de los mandatarios locales por el deterioro del dinamismo de la economía y por la recesión económica.

González Parás se quejó de que el crimen organizado “está carcomiendo la estructura del Estado mexicano, genera intranquilidad social, afecta la competitividad, complica la gobernabilidad en todos los niveles y pervierte los valores esenciales de la convivencia económica”.

En el mismo tono, Duarte aseguró que la inseguridad en el país ha aumentado y se observan signos de violencia que alarman e intranquilizan a segmentos muy importante de la sociedad.

Aseguró a Calderón que el Congreso está abierto y receptivo para realizar las reformas necesarias para afrontar esta crisis. “Tendemos la mano a los poderes del Estado y a la sociedad misma para asumir estos retos”, aseveró.

En tanto, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Guillermo Ortiz Mayagoitia, admitió que un contexto económico adverso puede dificultar las reformas pendientes, pero que esa situación “no debe arredrarnos, porque existe ánimo y voluntad para alcanzar los nuevos mandatos constitucionales”.

Sintonizado con el discurso presidencial, el presidente del Senado, el panista Gustavo Madero, pidió invertir en la política y alcanzar acuerdos, sobre todo en tiempos electorales y de crisis económica.