viernes, 26 de septiembre de 2008

La columna de hoy de Julio Hernández

Astillero
Julio Hernández López
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

■ Granados Chapa

■ Una luz en tiempo periodístico de canallas

■ Periodismo entre lenguas cortadas


En las horas oscuras que vive el país, resulta luminosa y esperanzadora la virtual decisión senatorial de entregar este año la medalla Belisario Domínguez al gran periodista que es el maestro Miguel Ángel Granados Chapa. Aun cuando la comisión legislativa encargada de esas asignaciones sesionará hasta el próximo 3 de octubre para tomar una determinación, existe ya un consenso amplio y variado a favor de que el distinguido hidalguense reciba la valiosa presea unos días después. La calidad profesional de Granados Chapa ha hecho que se sumen a su postulación hasta personajes o representantes de instituciones que podrían entenderse distantes o incluso lastimadas por las críticas fundadas del autor de la imprescindible columna Plaza Pública. Es difícil encontrar en los años recientes un punto de convergencia sin regateos ni mezquindades como en esta ocasión lo ha representado la oportunidad de reconocer pública e institucionalmente el valor del periodismo honesto, congruente y perseverante.

La figura del maestro hidalguense contrasta notablemente en un escenario nacional regido por advenedizos, oportunistas y claudicantes (no sólo en la clase política en sí; también, y de manera grave, en el ámbito periodístico que hoy languidece entre ejecutantes por consigna, críticos programados e investigadores sesgados). En un tiempo periodístico de canallas, en el que incluso algunos practicantes en el pasado de esfuerzos respetables de independencia y acuciosidad hoy se esmeran en destilar odio y en esparcir “análisis” facturados, tanto en columnas diarias como en muchos programas de radio y televisión, la palabra documentada y juiciosa de Miguel Ángel es un remanso agradecible y una guía necesaria.

La premiación llegará, además, en momentos significativos. Granados Chapa ha sido exonerado de un proceso judicial de cuatro años que pretendía castigarlo por haber prologado un libro en el que se detallan algunas de las negras andanzas de Gerardo Sosa Castelán, jefe del grupo que controla la vida universitaria de Hidalgo y que por ello es llamado La Sosa Nostra, título tomado además para el texto escrito por el periodista Alfredo Rivera, con las palabras iniciales a cargo del columnista de Proceso y Reforma. Hombre de letras pero también de leyes, el ex consejero ciudadano del IFE apelará la sentencia por estar en desacuerdo con los términos en que se dio la absolución, según hizo saber su abogada defensora, Perla Gómez. Pero, además, la Belisario Domínguez será entregada a un dignísimo receptor justamente cuando un esbozo de dictadura múltiple (gobierno civil, fuerzas militares y policiales y, sobre todo, el poder aplastante de la delincuencia mayor, los narcotraficantes y los secuestradores) está cercenando lenguas de comunicadores y de la población en general.

Premiar y celebrar hoy a Miguel Ángel es una forma de resistencia y denuncia. Destacar sus virtudes y enaltecer su ejercicio representa en este momento una forma de defensa colectiva de la importancia del buen periodismo, de la honestidad en la crítica y de la convicción de que, a pesar de los tristes ejemplos de claudicación y mercantilismo que parecen dominar hoy el escenario periodístico, una voz libre y respetada puede seguir haciendo conciencia y trazando caminos desde la Plaza Pública.

Astillas

A siete días de que su hermano Felipe comenzara a despachar desde Los Pinos, Luisa María Calderón Hinojosa aseguró en Jalapa (nota del corresponsal de La Jornada, Andrés T. Morales) que en el sexenio recién inaugurado no habría “familiares incómodos”, pues “habían acordado no intervenir en la vida pública, para evitar suspicacias o señalamientos que perjudiquen al mandatario”. Según la declarante, “el presidente es uno solo, y acordamos que estaríamos fuera del espacio político y público”. Pues resulta que Luisa María ha regresado en estos días trágicos a Morelia, luego de cumplir estudios de posgrado en Barcelona. De inmediato se le hizo secretaria de elecciones del comité estatal panista y ya dio su primera conferencia de prensa, durante la cual habló de estrategias para el 2009, de perfiles de candidatos a diputados federales y de guerras contra narcotraficantes. Ya fue senadora y diputada local y federal, pero según reporte del corresponsal de La Jornada en Morelia, Ernesto Martínez, este miércoles habría anunciado “que buscará una de las candidaturas del PAN por las 12 diputaciones federales que se disputarán en Michoacán en 2009”. La hermana cómoda… Apuntes de un lector sospechosista: “A mí me llama mucho la atención el que precisamente el 13 de septiembre ‘se calentaran los peroles para un gran caldo’ con el discurso melodramático de la cadete del H. Colegio Militar Ingrid B. Martínez y luego el 15 las explosiones (…) Antes del 15, a mí honestamente me pareció excesivamente lambiscón y ridículo el discurso de la sucesora de Melgar y Montes de Oca, pero después de los estallidos michoacanos no pude dejar de conectarlo en mi humilde jicarita portaideas”… Azael Santiago Chepi es virtualmente el nuevo secretario general de la sección 22 del SNTE, correspondiente a Oaxaca, y en sus primeras declaraciones ya fijó su postura respecto del gobernador Ulises Ruiz y los sucesos represivos de 2006: “La cuenta está pendiente”… El senador panista Ricardo García Cervantes dijo ayer, frente al visitante Mouriño: “no se puede estar sustituyendo o supliendo las capacidades civiles con la participación de nuestras fuerzas militares, que están diseñadas, formadas y capacitadas para otras funciones”… Y, mientras otro panista, Roberto Gil, representante de su partido ante el IFE, critica a este instituto porque con sus multas de última hora está mostrando “una muy mala decisión, una muy mala administración de los tiempos, fatídica administración de los tiempos, (del) liderazgo de los tiempos dentro del IFE”, ¡feliz fin de semana!

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