martes, 19 de julio de 2011

El factor Manlio

Serpientes y Escaleras | Salvador García Soto


En la ruta que han trazado para su regreso al poder, el PRI y su virtual
candidato presidencial, Enrique Peña Nieto, aún deben resolver un factor que no ha entrado de lleno en la ecuación del retorno priísta en 2012: Manlio Fabio Beltrones.

El senador, que ha hecho públicas sus aspiraciones presidenciales, sigue siendo una incógnita para muchos priístas que aún se preguntan cómo va a actuar al
momento en que se definan las cosas en el PRI y si se va a sumar a la eventual
campaña de Peña Nieto y bajo qué condiciones.

Beltrones no ha cedido a las presiones de su partido que le pide declinar en su
proyecto político y sumarse a la cargada que se mueve al interior del viejo
partido para apoyar al aún gobernador mexiquense. “No tendré problema en
reconocer a quien sea candidato, pero antes de promover cargadas, el partido
tiene que definir para qué quiere volver al poder, qué es lo que le proponemos a los electores”, ha respondido Manlio a correligionarios que se han acercado a pedirle que se sume públicamente a Peña.

Aunque existe entre los dos aspirantes una buena relación y se han reunido en
varias ocasiones, es un hecho que la tan buscada “unidad” priísta rumbo a 2012 pasa por algún tipo de acuerdo entre Peña y Beltrones, que no ha ocurrido, para evitar un riesgo de fractura o división entre priístas.

Si bien Peña tiene, por ahora, un control más claro y real en el priísmo
nacional, y en sus redes de apoyo están al menos 12 de los 17 gobernadores
priístas —a los que apoyó con recursos para campañas— además de un buen número de legisladores, sin contar con la estructura paralela al PRI que recorre el país con el logotipo de Fuerza Mexiquense, la fuerza política del senador
sonorense, su presencia nacional y su eventual decisión de competir en contienda interna, lo vuelven aliado necesario para Peña, pero sobre todo un enemigo que debe evitar a toda costa.

Beltrones ha jugado hasta ahora su propio juego, que consiste en presentarse
como “la otra opción” en el PRI en caso de que, por alguna razón, Peña no
llegara a ser candidato. La presencia de Manlio como “el plan B” priísta ha sido inteligente y, sin atacar a su correligionario, se ha concentrado en reforzar su presencia en la escena nacional, que lo ubica hoy como uno de los políticos con más poder e influencia en las decisiones de la agenda pública del país.
Es común escuchar en los corrillos políticos, lo mismo en voz de priístas que de políticos de otros partidos, la expresión que reza que “Manlio es el mejor
político de la actualidad en México, el más sólido y el que podría hacer un
mejor papel como Presidente”, pero esa frase siempre viene acompañada de otra:
“Que el sonorense no sería tan buen candidato y no tendría la misma fuerza para garantizar un triunfo contundente al PRI”.

Y aunque algunas encuestas empiezan a desmentir esa idea y muestran a un
Beltrones en crecimiento, el senador tiene muy claro que no podría competir en una elección interna con la popularidad y la fuerza de Peña Nieto, aunque, eso sí, deja claro que su apoyo al mexiquense se dará hasta que el PRI defina una propuesta de gobierno y previos acuerdos que, en sus palabras: “No son acuerdos para buscar ningún cargo para mí, a mí no me interesa ningún cargo en el futuro”
¿Qué entonces pedirá Beltrones antes de dar su apoyo abierto y público a Peña?
NOTAS INDISCRETAS… En la comida de ayer entre los precandidatos del PAN empezó a perfilarse lo que será la terna final que pidió Gustavo Madero con miras a un proceso interno que arrancará en octubre. El primer descarte formal fue el de Heriberto Félix Guerra quien, al no presentarse a la comida, prácticamente confirmó que, de aquel caballo negro que muchos vieron en él para la sucesión, sólo queda un secretario que si acaso se sumará a apoyar a otro panista. De los seis que quedan, ayer Emilio González, de Jalisco, declaró que si el PAN decide adelantar tanto sus tiempos, él no iría a una contienda interna, así es que quedarían cinco. Javier Lozano ha dejado ver su intención de declinar a favor de Ernesto Cordero, lo que reduciría la lista a cuatro, y en los círculos panistas se habla de que a Alonso Lujambio le han comenzado a mandar mensajes de Los Pinos para que se haga a un lado y deje de hacerle sombra a Cordero, es decir, que un primer esbozo de la terna panista podría ser: Santiago Creel, Josefina Vázquez Mota y por supuesto el favorito del Presidente, Ernesto Cordero…

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