jueves, 6 de mayo de 2010

Cayó otra vez la inversión extranjera directa en el país

México SA


Ratoncitos salados

Carlos Fernández-Vega
La economía mexicana vuelve a sobresalir, aunque lamentablemente no por sus buenos resultados. En 2009, el año del catarrito”, fue la que, por segundo año consecutivo, reportó la mayor caída en materia de inversión extranjera directa: 51 por ciento (contra 42 por ciento, promedio, en el contexto latinoamericano), lo que equivale a cerca de 12 mil millones de dólares menos que un año atrás, cuando se redujo 58 por ciento respecto del nivel de 2007. Cierto es que a ningún país le fue bien en este renglón, pero la caída mexicana sobresalió en el contexto regional, lo mismo que en desplome del producto interno bruto y en tantos otros indicadores, a consecuencia de una crisis que, oficialmente, no provocaría mayores efectos (según versión Calderón-Carstens).

Lo anterior, porque la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) divulgó ayer su informe anual sobre la inversión extranjera directa (IED) en la región, y en él sobresale que en México cayó el flujo de capital foráneo por segundo año consecutivo, y en 2009 llegó a 11 mil 417 millones de dólares, lo que ubica al país, por primera vez en la década, como el tercer mayor receptor de la región después del Brasil y Chile. “La caída fue particularmente notoria en las nuevas inversiones, que disminuyeron 57 por ciento con respecto al año anterior y redujeron su participación en el total de la IED de 35 por ciento en 2008 a sólo 30 por ciento en 2009. La inversión también se redujo en reinversión de utilidades y préstamos entre empresas, aunque de manera más moderada, por lo que su participación en el total en 2009 aumentó a 37 y 33 por ciento, respectivamente. A nivel sectorial, la manufactura y los servicios continuaron liderando la captación de estos recursos”.

En México la industria manufacturera captó 42 por ciento de la inversión extranjera directa total, en particular los segmentos de productos metálicos, maquinaria y equipo, que representaron 60 por ciento de las corrientes dirigidas a este sector. El renglón de servicios recibió 50 por ciento de la IED; los servicios financieros 22 por ciento; comercio 10 por ciento, y otros servicios, 16 por ciento. El sector extractivo mostró una fuerte contracción y disminuyó su participación de 18 por ciento en 2008 a 4 en 2009. A pesar de la crisis económica de Estados Unidos, este país continuó siendo la principal fuente de IED en 2009, con una participación superior a 51 por ciento, seguido por los Países Bajos, con 13 por ciento.

En el contexto de la crisis internacional, apunta la Cepal, la IED se vio muy afectada en todas las regiones del mundo. Según estimaciones preliminares, dicha inversión global cayó por segundo año consecutivo y llegó a 1.04 billones de dólares, lo que representa un retroceso de 39 por ciento respecto del año anterior. A diferencia de 2008, cuando la IED sólo se contrajo en los países desarrollados, en 2009 la crisis mundial afectó también las corrientes de inversión hacia las regiones en desarrollo, y América Latina y el Caribe no fueron la excepción. La recepción regional alcanzó 76 mil 681 millones de dólares, cifra que implica una disminución de 42 por ciento respecto del récord histórico alcanzado en 2008.

El organismo regional considera que la inversión extranjera directa ha traído beneficios en términos de transferencia de tecnología y conocimientos, “pero hasta ahora la evidencia muestra que han sido más limitados de lo que parece indicar la teoría económica”. De hecho, la IED habría tenido mayor efecto como fuente de financiamiento que como transmisora de conocimientos y tecnología o catalizadora del cambio estructural en las economías latinoamericanas, “lo que parece indicar que dicha inversión requiere de otras condiciones para maximizar sus beneficios y debe formar parte de una estrategia de desarrollo más integral, que ponga énfasis en el desarrollo de capacidades tecnológicas. El fortalecimiento de los sistemas educativos y de innovación de la región es una condición insustituible”.
La caída de la IED fue notoria en cada subregión de América Latina y el Caribe, a pesar de la diferente especialización productiva de cada una de ellas. Las corrientes hacia América del Sur cayeron 40 por ciento, y la reducción fue notoria en cada uno de los países que regularmente concentran la mayor parte de la inversión: Argentina, 50 por ciento; Brasil, 42; Chile, 16; Colombia, 32, y Perú, 31. Asimismo, el flujo hacia Venezuela descendió de 349 millones de dólares en 2008 a una salida neta de 3 mil 105 millones en 2009, sobre todo como resultado de las nacionalizaciones efectuadas durante el año.

Por su parte, las corrientes dirigidas a México y la cuenca del Caribe disminuyeron 45 por ciento. La recesión económica en Estados Unidos, el principal inversionista y destino de exportaciones de las economías mexicana y centroamericana, afectó significativamente las corrientes de IED, en particular la dirigida a las plataformas de exportación. La inversión hacia Centroamérica se redujo 33 por ciento, destacando Costa Rica, Guatemala y Panamá como los principales receptores. El Salvador y Honduras registraron caídas más marcadas que la media mundial y regional (45 y 44 por ciento, respectivamente).

En relación con el destino sectorial de la IED recibida en América Latina y el Caribe, la Cepal explica que el sector de los servicios continuó siendo el mayor receptor. El cambio más notorio fue la caída en la participación del sector primario en el total, que había aumentado marcadamente en 2008 como consecuencia de los altos precios de los productos básicos que prevalecieron en los primeros ocho meses del año. Como resultado de esta disminución, el sector de las manufacturas recuperó su lugar como el segundo receptor de inversión foránea. Estados Unidos continuó como principal inversionista, seguido por España y Canadá. Todavía existe cierto grado de incertidumbre en cuanto a la velocidad con que las economías mundiales superarán la crisis y los inversionistas recuperarán la confianza, pero en 2010 la IED dirigida a América Latina y el Caribe podría volver a superar los 100 mil millones de dólares.

Las rebanadas del pastel

No sean gachos: el jugador número 12 (Televisa dixit) está indignado, porque de por sí los ratoncitos verdes carecen de posibilidad real de sobresalir en el Mundial Sudáfrica 2010, y los perversos pretenden salarlos todavía más con la presencia del Felipillo en el partido inaugural, para dar “apoyo moral” a los jugadores. Mejor que arregle el tiradero interno.

cfvmexico_sa@hotmail.com • mexicosa@infinitum.com.mx

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