JESUSA CERVANTES Y JENARO VILLAMIL,
De pie, durante minuto y medio los concesionarios de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) le aplaudieron al presidente Felipe Calderón cuando les agradeció sus servicios en la cobertura informativa sobre la liquidación de Luz y Fuerza del Centro, con la que echó a la calle a más de 44 mil empleados y 12 mil jubilados del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME).
“Quiero destacar y agradecer profundamente la valiosa y valiente labor de los integrantes de la cámara que han desarrollado en estos últimos días, dando un seguimiento puntual y oportuno a esta decisión del gobierno federal, que es una decisión pensando en el futuro del país.
“Han mantenido bien informados a los mexicanos. Esto es vital, porque sé que tenemos la razón, y en la medida que las razones y los beneficios sean más ampliamente explicados, será mucho mejor y mucho más pronto para poder avanzar en este desafío de la transformación social”, dijo Calderón el miércoles 14, al inaugurar la 51 Semana Nacional de la Radio y la Televisión.
El aplauso de los concesionarios coronó la luna de miel de los últimos 10 días entre el gobierno federal y los medios electrónicos privados que, en su mayoría, unificaron las voces de sus comentaristas y de sus conductores, e incluso calificaron de “impecable” el operativo policiaco en las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro durante la noche del sábado 10.
La promesa de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes de entregar 80 títulos de concesión de radio y televisión, correspondientes a la segunda etapa de refrendos; la definición del “estándar digital” para los concesionarios de radio; el tránsito de las estaciones de AM a FM, a partir del “acuerdo” presidencial del 15 de septiembre, le granjearon al gobierno federal la docilidad de los concesionarios.
A lo mismo contribuyó la apertura del mercado de telecomunicaciones, donde operan los mismos grandes consorcios: la próxima licitación de las bandas de 800 y 1900 megahertz y de 1.7 gigahertz para servicios de internet, y de 1.9 gigahertz para telefonía celular –campo en el que Televisa tiene intereses, con socios potenciales como Telefónica o Nextel–, así como el futuro de la licitación de la fibra óptica de la CFE para dar los servicios de triple play.
Las fibras políticas
La 51 Semana de la Radio y la Televisión se convirtió en una pasarela, no sólo para Calderón, que buscaba el apoyo de los concesionarios, sino también para que los senadores Manlio Fabio Beltrones, coordinador de la bancada del PRI, y Carlos Navarrete, presidente de la Cámara alta, buscaran interlocución con los dueños de medios electrónicos.
El gobierno se concentró en la operación mediática y descuidó la operación política. Desde el domingo 11, el PRI mantuvo una posición ambigua y hasta contradictoria. Mientras el senador y exsecretario de Energía Francisco Labastida respaldó la liquidación, el coordinador de los diputados priistas, Francisco Rojas, aseguró que el Ejecutivo “está obligado a dar una explicación más amplia de su decisión, con objeto de evitar que se escale el conflicto entre sindicato y gobierno”.
El dirigente de la CNC y diputado Cruz López, cercano a Beatriz Paredes, criticó la ocupación de las instalaciones de la paraestatal.
El martes 13, los senadores del PRI y su coordinador, Manlio Fabio Beltrones, apoyaron la legalidad de la medida, pero advirtieron que estarían atentos a que se respetaran los derechos de los trabajadores. Ese día, en la Cámara de Diputados, los priistas rechazaron la propuesta del PT de interponer una controversia constitucional para revertir la decisión presidencial.
Horas antes de que el tema se discutiera en San Lázaro, Calderón convocó a la dirigencia del PRI y a los gobernadores del Estado de México, Puebla e Hidalgo, también de ese partido, para “explicarles” lo ocurrido. La presidenta del tricolor, Beatriz Paredes, envió a esa reunión a su operador Sebastián Lerdo de Tejada, mientras que el diputado Francisco Rojas envió a Baltazar Hinojosa.
Paralelamente, el PRD se fracturó cuando el PT lanzó la propuesta de controversia constitucional. Sólo diputados afines a Andrés Manuel López Obrador respaldaron la propuesta y emitieron sus 34 votos a favor, mientras que 53 perredistas se abstuvieron y la mayoría de los 237 diputados del PRI votaron en contra.
La correlación de fuerzas en el Congreso cambió a raíz de la determinación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación de responsabilizar al gobernador priista de Oaxaca, Ulises Ruiz, de la represión al movimiento de la APPO, y exculpar de la misma al expresidente panista Vicente Fox.
El PRI endureció su posición el miércoles 14 y, el día siguiente, a propuesta del PRD, apoyó la creación de un grupo plural de trabajo para elaborar una controversia constitucional o un recurso de anticonstitucionalidad en contra de Felipe Calderón, por no haber consultado al Congreso.
Horas antes de la marcha del SME del jueves 15, el diputado priista Carlos Flores Rico acusó a Felipe Calderón de ser el único responsable de haber liquidado a la empresa “con las consecuencias sociales, económicas y políticas que eso tenga”. El dirigente del Movimiento Territorial sentenció: “Él lo decretó, él lo debe asumir”.
Ese mismo día el presidente del Senado, Carlos Navarrete, y los integrantes de la Comisión de Energía hicieron un último intento por convertirse en intermediarios entre el SME y el gobierno federal.
Durante la comida con la CIRT, Navarrete dijo que confiaba en el diálogo entre la Secretaría de Gobernación y el SME. Luego propuso que los tres integrantes de la Mesa Directiva de la Comisión de Energía (el priista Francisco Labastida, el panista Rubén Camarillo y el perredista Graco Ramírez) fungieran como mediadores.
Los tres senadores mencionados se reunieron con el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, quien “saludó” la iniciativa. Graco Ramírez presumió en rueda de prensa que se habían ganado la confianza de los electricistas y del gobierno federal. Añadió “que este trío de senadores sabe hacer algunas cosas bien y se pone de acuerdo”.
Cuando la marcha del jueves ya había desembocado en la explanada del Zócalo, a punto de terminar su intervención, Martín Esparza aceptó instalar una mesa de negociación con la Secretaría de Gobernación, pero no incluyó a los tres senadores autopropuestos. En vez de eso puso como condición que hubiera un representante del gobierno de Marcelo Ebrard.
Un día antes de la marcha, y previo a que el PRI respaldara la propuesta del PRD para crear el grupo plural, se le preguntó al coordinador de los diputados de este partido, Alejandro Encinas:
–¿Confía en el PRI?
–Lo que estoy buscando es darle un apoyo real al SME –respondió. Buscamos el mayor espectro de alianzas y hay sectores en el PRI muy molestos por lo sucedido. No soy ingenuo, lo digo con claridad, no estoy trabajando con ingenuidad sino con el objetivo político de apoyar al SME y defender las atribuciones de las cámaras. Si al final el PRI no la apoya, pues será parte del momento de definiciones que estamos viviendo.
Alineamiento
Los medios masivos unificaron su posición desde el inicio del conflicto. La primera parte de la campaña, antes de la liquidación de Luz y Fuerza del Centro, se orientó a criticar por antidemocrático al comité encabezado por Martín Esparza. Sólo se enfocaron en el conflicto en el sindicato por la negativa del secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, a darle la toma de nota a la dirigencia de Esparza.
Tras el decreto, los medios electrónicos se olvidaron del conflicto interno y se unificaron para explicar que el subsidio a la paraestatal era mayor que los recursos del programa Oportunidades y el “doble” del presupuesto de la UNAM. Presentaron a los más de 44 mil trabajadores del SME que se quedaron sin empleo como un grupo de “privilegiados” responsables de la ineficiencia de la empresa.
Los noticiarios estelares de los canales de Televisa, de TV Azteca, de los nueve principales grupos radiofónicos del Valle de México, estaciones de televisión restringida como Milenio TV, Efekto TV y hasta el Canal 34 del Estado de México privilegiaron la voz y la explicación del secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.
Hubo algunas coberturas no controladas. Por ejemplo, el canal restringido de Milenio TV fue el primero en transmitir en directo las imágenes de la ocupación de la PFP a las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro la noche del sábado.
El martes 13, ante la proliferación de los apagones en varias delegaciones del Distrito Federal y en municipios del Estado de México, Puebla, Hidalgo y Morelos, varios comentaristas acusaron de “sabotaje” a los miembros del SME, sin confirmar antes la acusación lanzada desde la Secretaría de Gobernación.
A esta justificación del cierre de la paraestatal se sumaron las encuestas, elaboradas por los periódicos o promovidas desde Los Pinos. La más citada fue la del Gabinete de Comunicación Estratégica, de Federico Berrueto, difundida desde el domingo 11.
Según este sondeo telefónico, 51% de los consultados está a favor de la liquidación de Luz y Fuerza del Centro; 70% se manifiesta a favor de la intervención policiaca, incluso si hay “sabotajes” del SME; 60% considera a este sindicato “uno de los más corruptos del país” y 79.3% opina que “el gobierno debe intervenir para poner orden”. Esta frase fue interpretada por varios medios como que “80% está a favor de la intervención”.
El jueves 15, el periódico Reforma publicó el resultado de otra encuesta telefónica entre 500 personas: 62% opina que los electricistas deben aceptar su indemnización y tratar de ser recontratados, pero 50% aprueba la decisión presidencial de cerrar la empresa, 37% la desaprueba y 13% no opina a favor ni en contra.
Un día antes, El Universal publicó una encuesta, también telefónica: 48% aprueba la medida y 43% la rechaza. Lo más indicativo de este sondeo es que 78% considera que se deben aplicar medidas semejantes a otros sindicatos, como el de Pemex o el SNTE.
La andanada mediática tuvo que matizarse a raíz de la multitudinaria marcha vespertina del jueves 15. Algunos conductores de radio todavía dijeron que “los electricistas no juntaron lo que esperaban”, cuando la manifestación desbordaba la avenida Reforma de la Ciudad de México.
Los noticiarios nocturnos de Televisa y TV Azteca tuvieron que registrar algunas imágenes de la manifestación, pero le dieron mayor tiempo al discurso del secretario Fernando Gómez Mont en la reunión de la CIRT.
En los noticiarios de canales de televisión restringida, como CNN en Español, la principal noticia fueron las imágenes y la cobertura de la marcha. La periodista Carmen Aristegui tuvo en exclusiva al dirigente Martín Esparza en su espacio informativo de ese canal.
La crítica hacia las televisoras se convirtió en la segunda consigna más importante de la megamarcha: “¡Televisa y TV Azteca mienten!”. Decenas de pancartas pusieron el dedo en la llaga de los intereses mediáticos: “Fibra óptica, el motivo del golpe”. l
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