miércoles, 3 de diciembre de 2008

Carlos Abascal: un enemigo del pueblo

Carlos Abascal: un enemigo del pueblo
Edgar González Ruiz

A las 9 de la mañana del martes 2 de diciembre, murió Carlos Abascal Carranza, exsecretario de Gobernación y enemigo declarado de la libertad y del progreso del pueblo de México.
Carlos Abascal perteneció a una de las familias más conservadoras de México, cuyo patriarca fue Salvador Abascal Infante, principal dirigente de la Unión Nacional Sinarquista, a principios de los años 40.
Extremadamente reaccionario, enemigo jurado del estado laico y de la igualdad entre hombres y mujeres, Salvador Abascal, pensaba que las revoluciones, como la francesa y la mexicana, eran obra de un complot judeo masónico.
Abascal Infante fue, sin embargo, un hombre estudioso y honesto, respetable en esos aspectos; en contraste, Carlos Abascal, siempre aliado de los más poderosos, encarnó el pragmatismo al servicio de las causas retrógradas.
Abascal Carranza heredó las ideas ultraconservadoras de su padre, con quien colaboró en libros como Juárez Marxista (publicado enla editorial Tradición en 1984 y 1999), dedicado a desvirtuar al Benemérito de las Américas.
Fue cómplice del foxismo, con todas sus incongruencias ideológicas; luego de haber sido dirigente de grupos empresariales como Vertebra, que él fundó, y como Coparmex, se incorporó como secretario del Trabajo al principio del gobierno de Fox donde fue luego secretario de Gobernación.
El 24 de febrero de 96, como presidente de Coparmex, Abascal exhortaba a los trabajadores a dejar su bienestar económico en manos de “Santa María de Guadalupe”, pero en agosto del mismo año decía que al EPR habría que “atacarlo son suficiente armamento y no con agua bendita”.
Carlos Abascal, quien en su tesis de licenciatura planteaba que el poder del clero debe ser superior al del estado, se hizo famoso por sus desplantes confesionales que lo llevaron a pronunciar un discurso misógino en el Día de la Mujer, en 2001, y a censurar la novela Aura de Carlos Fuentes, pero su labor destructiva fue mucho mayor.
Abascal consolidó una política de ataque sistemático a los derechos de los trabajadores y de represión de los movimientos sociales, como fue al final del foxismo la que se llevó a cabo contra la APPO.
Asimismo, Abascal hizo un uso faccioso de la información confidencial para perjudicar a los enemigos del régimen; ante la indiferencia de muchos sectores informados, como secretario de gobernación, Abascal tuvo a su cargo acervos secretos de la policía política, con registros históricos de la trayectoria de su propia familia.
Siempre enemigo de los derechos de las mujeres y del estado laico, Abascal fue cristero y antijuarista hasta el final, y como tal fue uno de los principales aliados del clero en su empeño de castigar a las mujeres que aborten.
Sin embargo, con su característica hipocresía, ahora el gobiernod e Fecal quiere convertir a Abascal en un prócer, atribuyéndole cualidades que no tuvo.
Por ejemplo, Josefina Vázquez Mota, foxista y ahora secretaria de Educación del gobierno espurio, abundó en falsedades al referirse a Carlos Abascal como " un mexicano comprometido con su tiempo, con su historia, con su patria y por ser un mexicano consistente y congruente".
Carlos Abascal no fue nada de eso; fue un personaje deshonesto, convenenciero, sumiso con los poderosos (con Fox, con Martha Sahagún y con Fecal), agresivo y prepotente con los débiles. Fue enemigo del pueblo y amigo de la jerarquía católica; militante del empresariado y de la extrema derecha.

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