martes, 6 de diciembre de 2016

Recortes y cancelaciones, el “segundo gran cambio” de Televisa

Emilio Azcárraga, presidente de Televisa. Foto: Octavio Gómez
Poco más de tres meses después de que Emilio Azcárraga Jean anunciara al aire “el segundo cambio más importante” de Televisa, la empresa está sumida en una crisis de tal envergadura que ya emprendió despidos masivos, piensa vender inmuebles y hasta se menciona la posibilidad de que reduzca salarios; pero lo más impactante: se ha deshecho o ha congelado a algunas de sus figuras emblemáticas, entre ellas Joaquín López Dóriga, Víctor Trujillo y Adela Micha.
CIUDAD DE MÉXICO (Proceso).- Se tomaron una selfie juntos el pasado 18 de agosto frente a las cámaras de televisión. Se alabaron mutuamente. En El Noticiero, conducido por Joaquín López Dóriga, el presidente del Grupo Televisa, Emilio Azcárraga Jean, le prometió a su conductor estelar que formaría parte del “segundo cambio más importante que me toca guiar” en esa empresa.
No sólo eso. Azcárraga afirmó: “Siempre le voy a apostar, y creo que Televisa debe apostar, a cambiar. Haremos programas buenos y trataremos de hacerlos mejores… prefiero perder arriesgando con nuevos formatos a quedarnos estancados en un formato, que solamente teníamos”.
Pasaron apenas tres meses de ese anunciado “segundo gran cambio” y la empresa ya enfrenta una de sus peores crisis en los ámbitos financiero, comercial, de audiencias y de contenidos. En la tercera semana de noviembre le anunciaron a todas las áreas de Televisa que debían recortar 20% de su personal, que iban a reducir costos, se va a vender el corporativo del grupo en Santa Fe y trasladar a una parte del personal a un lado de las instalaciones de Televisa San Ángel.
Pero la sorpresa mayúscula fue cuando el Grupo Televisa oficializó que López Dóriga, conocido como El Teacher, dejaba “por razones comerciales” la conducción de sus dos programas informativos, Chapultepec 18 y Si me dicen, no vengo.
En sus redes sociales y en su columna periodística, López Dóriga insistió en que “por razones comerciales, no de audiencia, Televisa ha decidido cancelar la barra periodística de las 23:30 horas, de la que formo parte”.
Los datos de Nielsen Ibope, empresa que mide el rating a las plataformas de Televisa, indican que Si me dicen, no vengo y Chapultepec 18 tuvieron de 1.4 a 2 puntos, menos que las emisiones deportivas de Los protagonistas, de Canal 13 y de la nueva programación de Imagen TV.
Además de los informativos de López Dóriga, Televisa cancelará desde el 1 de enero de 2017 los programas La entrevista por Adela, conducido por Adela Micha, quien laboró 30 años en la empresa; Peladito y en la boca, de Víctor Trujillo, exconductor de El mañanero y que laboró 15 años en Televisa, y la emisión de los comentaristas financieros de Alebrijes: Águila o Sol, conducido por Maricarmen Cortés, José Yuste y Marco Antonio Mares.
En un escueto comunicado emitido el jueves 1, la empresa sólo agregó que “Grupo Televisa trabaja en nuevos proyectos que sustituirán a estos programas”.
La insistencia de Grupo Televisa para evadir el tema de la disminución del rating y de la credibilidad, a pesar de los cambios iniciados el 22 de agosto, contrastó con algunos hechos y datos precedentes: se canceló el programa Esta noche con Arath, que sólo duró 12 emisiones porque no levantó en audiencia.
Esta noche con Arath era la apuesta por un “nuevo humor político”, en un formato que era una calca del programa estadunidense The tonight show, conducido por Jimmy Fallon, pero sin el sentido del humor, la capacidad de improvisación o el sarcasmo frente a la situación política. La primera emisión de ese programa fue un largo homenaje a López Dóriga, quien se imitó a sí mismo y presumió sus calcetines de colores.
A finales de octubre e inicios de noviembre, las mediciones de Nielsen Ibope y de HRMedia colocaron al noticiario Diez en punto, conducido por Denise Maerker, con entre 7.1 y 9.1 puntos de rating, mientras Hechos de la noche, de su competencia TV Azteca, le pisaba los talones y algunos días los rebasó con entre 6.9 y 7.8 puntos.
La falta de audiencia en el noticiario de Maerker se atribuyó no sólo al cambio de horario y de conductor, sino a continuos problemas de bloqueos en la cobertura informativa y mal entendimiento con el jefe de corresponsales y reporteros, Amador Narcia, confiaron a Proceso fuentes de la empresa.
A los noticiarios matutinos no les ha ido mejor. La medición del 26 y 27 de octubre de Nielsen Ibope reveló que el noticiero matutino Despierta con Loret tuvo menos rating que Hechos AM: 2.4 a 2.6 puntos frente a 2.7 y 3 puntos; el noticiero vespertino del canal Las Estrellas, conducido por Karla Iberia Sánchez, prácticamente empató con Hechos Meridiano al registrar 3.9 a 4 puntos de rating frente a 4.1 y 4.2 de la emisión de Canal 13.
La apuesta por nuevas telenovelas, similares a las series de Telemundo, fue también fallida. Yago, un amor traicionado registró menos de cinco puntos en la mayoría de sus emisiones.
Con el estreno de La candidata, telenovela que incursiona en la ficción melodramática sobre la política al estilo Televisa, les ha ido mejor que con otros productos. La empresa, basándose en Nielsen Ibope, informó que en su primera semana tuvo un rating promedio de 20 puntos.
Sin embargo, TV Azteca les ganó en la contienda por las audiencias con la emisión de la narconovela Rosario Tijeras, que tuvo más de 14 puntos de rating entre el 31 de octubre y el 1 de noviembre, según HRMedia.
Tras el comunicado del jueves 1, contrastó la reacción de Adela Micha y Víctor Trujillo –quienes dieron por terminada su relación con Televisa y hablaron de su “liberación”–, con la de López Dóriga, que insistió: “Seguiré aquí en Televisa preparando nuevos proyectos periodísticos que en su momento le daré a conocer”.
López Dóriga, negocios y desprestigio
La crisis de López Dóriga en Televisa se agudizó desde que el año pasado emprendió una batalla en los tribunales capitalinos con la empresaria María Asunción Aramburuzabala, propietaria de la inmobiliaria Abilia, quien acusó a la esposa del conductor, Teresa Adriana Pérez Romo, de intento de extorsión por cinco millones de dólares, a cambio de dejarla construir un desarrollo inmobiliario en la calle de Rubén Darío 225, en Polanco.
Televisa se lavó las manos. El 23 de agosto emitió un comunicado donde afirmó que “se trata de un conflicto entre particulares” que carece “de interés periodístico” y que “este tema no ha sido tratado en nuestros espacios informativos, ni en el que conduce Joaquín López Dóriga ni en ningún otro.
“Noticieros Televisa confía plenamente en el profesionalismo de Joaquín López Dóriga y le reitera su respaldo frente a una más de las dolosas notas de Reforma contra Televisa y sus colaboradores”, sentenció el comunicado.
Hacía referencia a la primera nota publicada por el periódico Reforma donde se presumía que la empresa Abilia había sido objeto de extorsión por parte de la esposa de López Dóriga, a través del abogado Mario Becerra Pocoroba.
Aramburuzabala señaló directamente a López Dóriga de amenazarla con el “rigor” de una campaña mediática en su contra y que “me iban a destrozar, cosa que me causó un gusto infinito, porque mientras más lo publique y más lo mencionen, más gente sabrá lo que ellos están haciendo”.
En entrevista con Proceso, Aramburuzabala reiteró, en septiembre de 2015, que no cesaría en su demanda porque “se trata de una batalla contra el mal uso del poder y la corrupción de un conductor que al tener acceso a un medio lo usa para enriquecerse, para extorsionar”.
El litigio se ha prolongado y la procuraduría capitalina ha favorecido los intereses del matrimonio López Dóriga-Pérez Romo, pero el desprestigio del veterano periodista, heredero del modelo de Jacobo Zabludovsky en la pantalla televisiva, se ha incrementado, sobre todo entre el sector empresarial y ante el círculo de la opinión pública que ha apoyado a Aramburuzabala, exsocia del Grupo televisa.
Las primeras versiones internas de Televisa señalaban que López Dóriga dejaría el micrófono informativo de Canal 2 el 30 de septiembre de 2015, pero la posibilidad se frenó para no vincular el hecho con el litigio.
El propio López Dóriga, el 25 de septiembre de 2015, se jactó de lo inverosímil de la versión de su salida. En su columna de Milenio Diario apostilló: “Los hay que en su miseria humana andan por la vida repartiendo falsos certificados de defunción”.
Proceso en su edición 2030 documentó los negocios que López Dóriga ha realizado, usando el micrófono mediante dos empresas, Astron y Ankla, que de 2001 a 2015 recibieron al menos 237 millones de pesos de distintas dependencias federales, todos por adjudicación directa. Uno de los contratos más generosos fue con el Instituto Mexicano del Seguro Social, que en los últimos siete años le pagó más de 33 millones de pesos por menciones positivas en sus espacios informativos.
Astron y Ankla subcontratan a otra empresa, Telecomportal, S. A. de C. V., cuya principal accionista es Pérez Romo, para dar “asesoría en informática” por millones de pesos en las mismas dependencias federales.
En plena campaña presidencial de 2012, la Secretaría de Marina le adjudicó a Astron Publicidad, del 2 de abril al 31 de diciembre del mismo año, un contrato por 7 millones 714 mil pesos por “un servicio de difusión de las campañas de la Secretaría a través de la radio en diferentes lugares de la República”, según el folio 13-SCN/A012-2012.
Durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, López Dóriga creó Ankla Comunicación, que había recibido tan sólo entre 2013 y 2015 un total de 13 contratos por 39 millones 274 mil pesos, cifra superior a los convenios firmados con otros medios electrónicos o impresos.
En enero de 2016 volvieron las versiones sobre la salida de López Dóriga, junto con otros cambios en Canal 2, incluyendo su relevo con Denise Maerker, así como la salida de varias producciones. Se esperaban los cambios para después de abril. De nuevo el conductor negó rotundamente su salida.
Ésta se concretó el 18 de agosto. Ese mismo día, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) le notificó al abogado Javier Coello Trejo, representante legal de María Asunción Aramburuzabala, el “no ejercicio de la acción penal” contra la esposa de López Dóriga y otros implicados.
Coello Trejo afirmó en esa fecha a Proceso que durante 11 meses el Ministerio Público capitalino “sólo se dedicó a obstaculizar la investigación” y la procuraduría “se ha negado y se resiste a desahogar las pruebas”.
La PGJDF, agregó Coello Trejo, “ha sido la defensora de los intereses de los imputados, ya que no existe en el expediente un solo escrito de alegatos o pruebas por parte de la defensa de la señora Teresa Adriana Pérez Romo, ya que ha sido el propio Ministerio Público el que ha actuado como defensor de dicha persona”.
Crisis severa
En plena prueba del “segundo cambio más importante” de la era de Azcárraga Jean al frente de Televisa, el reporte del tercer trimestre del grupo mediático ante la Bolsa Mexicana de Valores reveló una crisis más aguda.
La utilidad neta de los accionistas de Grupo Televisa disminuyó 84% al registrar 2 mil 62 millones de pesos, en comparación con los 6 mil 545 que registró en 2015.
Las ventas de la televisora también se redujeron, 6.59%, mientras la venta de publicidad disminuyó 1.5% al alcanzar 5 mil 397 millones de pesos, contra los 5 mil 479 millones del mismo periodo en 2015, año en el que se registró una caída de más de 29% de ingresos publicitarios.
Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, los escenarios se volvieron más pesimistas para el Grupo Televisa. Las acciones de la empresa tuvieron una caída de 11% en su valor y los inversionistas temen que le resulte más costoso expandirse hacia Estados Unidos y tener 40% del control de Univision, la cadena más grande de habla hispana.
El pasado 17 de noviembre, durante una conferencia en Barcelona, organizada por Morgan Stanley, el vicepresidente de Finanzas de Televisa, Salvi Folch, admitió que Televisa no tiene confirmados para el próximo año buena parte de los contratos de publicidad.
“Por lo general vendemos la publicidad por adelantado y no hay forma de revertir o cancelar los compromisos que los clientes asumen”, pero “la mayoría de las empresas mexicanas están revisando sus presupuestos y comprometerse sin que haya flexibilidad puede ser un desafío”, afirmó.
El despido del personal es mayor al que se había previsto. El 28 de octubre pasado, José Bastón, presidente de Televisión y Contenidos, al participar en una teleconferencia con inversionistas, afirmó que Televisa implementó “un plan de reordenación de costos, con el que se despidió a unas mil 200 personas este año.
“Tenemos un enorme plan de sinergias y un enorme plan de reducción de costos que implementamos completamente”, sentenció Bastón.
Este “enorme” plan ya incluye el despido de un mínimo de 3 mil personas, así como una reducción de 20% en los salarios de quienes se queden en la empresa.
La crisis ya alcanzó a la nueva filial de Televisa, Blim, la compañía que distribuye contenidos en televisión on line, para competir con empresas como Netflix, Apple TV o Clarovideo. El recorte incluye a varios responsables de la estrategia de contenidos de Blim que protagonizó en meses pasados una disputa con Netflix, porque se suspendieron las telenovelas de Televisa en esta plataforma, que ya alcanzó 76 millones de suscriptores (60% de ellos en Estados Unidos).
Para 2018 Netflix pretende llegar a 10.12 millones de suscriptores en América Latina, de los cuales más de 4 millones serían de México, país que hasta ahora tiene 51% de sus abonados. Esta cantidad es superior a la de la cantidad de suscriptores de los distintos sistemas de televisión restringida que tiene Televisa.

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