martes, 4 de octubre de 2016

La casa en el bosque. Miguel Ángel Velázquez


 Todos los datos y pruebas
 Fin a un ciclo de corrupción

E
scondidos entre los rincones del bosque en Tlapan, y al amparo de la impunidad que parecía otorgarle de por vida el cargo de delegado, Higinio Chávez García y dos de sus funcionarios más allegados se construyeron unas casitas allá por el paraje La Rufina, por donde nadie los viera, y en terreno prohibido, pero hubo quien habló del asunto y los encontraron.
Se trata de una finca con todo y salón de baile a nombre de Higinio Chávez; una segunda tipo chalet, que parece pertenecer a Eloy Fuentes, ex director de servicios urbanos de la demarcación, y otra más del diputado federal Carlos Hernández.
Como todas están en suelo de conservación, donde no se puede construir, la administración actual de la delegación piensa destruir las edificaciones, aparte de fincar las responsabilidades penales en las que pudieran haber caído el delegado y su pandilla, quienes, de resultar culpables, podrían pasar en prisión hasta 23 años.
El ex delegado fue acusado en varias ocasiones por la gente de la demarcación, pero nunca, se supone, se les pudo demostrar que cometieran algún ilícito; ahora, con la casa en el bosque, la suerte de este ex funcionario parece haber sido marcada, y hasta el momento no se ve que exista algún pretexto para que pudiera eludir a la justicia. El asunto será muy estudiado, porque no se quiere que de ninguna manera Chávez García salga ileso de ésta.
Las anomalías en las delegaciones son el pan de cada día, y es por eso que ahora el texto de la constitución política de la Ciudad de México buscará poner fin a un ciclo de corrupción que se ha alargado en demasía y que pesa más que nunca sobre los hombros de los habitantes de las delegaciones.
Habrá alcaldes, y con ellos cabildos, que vigilen el actuar de los delegados, para que se impidan episodios como el de la casa en el bosque, asunto en el que, por otra parte, deberían actuar todas las instancias de gobierno, desde la jefatura de Miguel Ángel Mancera hasta la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México. El asunto es muy grave, y se lleva también entre las patas al PRD.
Por lo pronto el predio donde se hallan las edificaciones y que tienen una extensión de 10 mil metros cuadrados (una hectárea) ya fue clausurado, y en muy poco tiempo podría empezar la demolición de las construcciones. Además, se debe iniciar una investigación a fondo, porque parece que allí, en ese paraje, o muy cerca, el mismo ex delegado permitió la construcción de un club deportivo, o algo muy parecido, que también estaría afectando el suelo de conservación.
Todos los datos, todas las pruebas, están sobre la mesa, ahora sólo falta que se integre una averiguación sin ninguna falla para evitar que el dueño de la casa se pueda ir impune. Es responsabilidad de todos hacer justicia ejemplar en este caso, por su significado político; por eso no debe quedar, lo recalcamos, impune.
De Pasadita
Algún tipo de justicia habrá que darle a la Ciudad de México en materia presupuestal, luego de la reunión entre Miguel Ángel Mancera y el titular de la Secretaría de Hacienda, José Antonio Meade, porque la carga para la ciudad sin que se puedan utilizar los recursos que se le deben sería un golpe que no merece la ciudadanía, que, bueno, poco importa a las instancias del gobierno federal, pero que sí debe ser importante para todo el país.
Habrá mesas de trabajo para hallar una buena salida al problema del recorte presupuestal que se ha aplicado a la ciudad. Algo se tiene que hacer para que no se siga la ruta en la que año con año el jefe de Gobierno tenga que ir a la Secretaría de Hacienda para negociar lo que debería tener la gente de la ciudad sin mayores trámites. Ya basta.

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