sábado, 16 de mayo de 2015

Nestora Salgado


Gloria Muñoz Ramírez
L
a movilización nacional e internacional por la liberación de Nestora Salgado se incrementó luego de que la luchadora social y ex comandante de la Policía Comunitaria de Guerrero decidió iniciar una huelga de hambre hasta sus últimas consecuncias.
Son ya 11 días en los que Nestora Salgado sólo prueba agua, por lo que su vida está en peligro. El movimiento comunitario de Guerrero ha advertido que tomará carreteras el 2 de junio, cinco días antes de las elecciones, si no hay una respuesta favorable; mientras en diferentes ciudades de Estados Unidos se empezaron a organizar protestas para presionar por la libertad de quien es también ciudadana de aquel país.
Los malos tratos hacia la ex coordinadora de la Policía Comunitaria de Olinalá, Guerrero, se incrementaron desde que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) emitió las medidas cautelares a su favor. La respuesta gubernamental, lejos de atender el llamado de la CIDH, fue el aislamiento. Y esto, aunado a las fallas en el debido proceso, es la razón por la que decidió ponerse en huelga de hambre el pasado 5 de mayo, dentro del penal de alta seguridad de Tepic, Nayarit, al que está confinada desde el 21 de agosto de 2013, acusada de secuestro y secuestro agravado.
Junto con Nestora fueron detenidos otros policías comunitarios que se encuentran presos en distintos penales de Guerrero, quienes, de acuerdo con sus familiares, podrían iniciar también una huelga de hambre en solidaridad con su ex comandante.
Nestora nunca debió haber pisado la cárcel, pues existe una legislación local que ampara la labor de vigilancia y justicia de su organización. Y no sólo: de acuerdo al procedimiento jurídico, una vez que fue ilegalmente encarcelada, debió haber sido liberada desde el pasado 2 de abril, fecha en la que el primer tribunal unitario del vigésimo primer circuito, del Poder Judicial de la Federación, dictó auto de formal libertad precisamente porque sus labores de policía comunitaria eran reconocidas por la ley.
Los familiares de la presa política exigen, mientras le otorgan la libertad, su tralado inmediato al Centro Femenil de Reinserción Social Tepepan, delegación Xochimilco, en el Distrito Federal, donde deberán garantizarle la atención médica que requiere y que en Tepic le han negado.
El acto político de Nestora Salgado de mantenerse en huelga de hambre representa una clara posición de fortaleza y dignidad que debe ser reconocida por las autoridades responsables de su protección, advierten en una petición de firmas que circula en las redes.

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