domingo, 12 de mayo de 2013

Y Peña Nieto lo cautivó...



Administrador político de la ruina del PAN, el presidente nacional del PAN, Gustavo Madero, no tiene empacho en relatar cómo a base de diálogos afables Enrique Peña Nieto lo fascinó, lo convenció, lo hizo virar de la desconfianza más absoluta hasta llegar al apoyo irrestricto al Pacto por México, respaldo que le ha concitado críticas aun dentro de su instituto político. La indignación del PAN por el uso de programas sociales con fines electorales en el estado de Veracruz, hecho que supuestamente puso en jaque al Pacto, en realidad fue un golpe calculado, afirma en entrevista con Proceso, para decirle al PRI que no aceptará la restauración del antiguo modelo.

El presidente del Partido Acción Nacional (PAN), Gustavo Madero, nunca había visto personalmente a Enrique Peña Nieto cuando tras la elección presidencial de 2012 lo acusó de haber ganado “a billetazos” la Presidencia de la República. Pero cuando lo trató, en las negociaciones del Pacto por México, se sintió cautivado.
–¿Cómo eran las pláticas con Peña Nieto?
–Es afable. Busca siempre la afabilidad, busca tender puentes. No lo conocía y yo venía de un momento en que estaba diciendo que el bato ganó a billetazos y con engaños. Y después de eso, siéntate a platicar. Estuvo bueno. Pero hicimos a un lado la desconfianza.
La esposa de Madero le advertía que Peña Nieto y los priistas no eran de fiar: “Me decía: ‘¿Les crees a estos batos?’ Yo respondía: ‘Es que está para no creerles, pero también lo que está de por medio es mucho, es muy grande’. ‘No. Nomás te están sopeando, nomás te están sacando la sopa’. Pero decidimos correr ese riesgo. Fue una apuesta muy dura”.
–¿Qué le convenció de Enrique Peña Nieto en esas reuniones, antes de la toma de posesión?
–¿Antes de la toma de posesión? Cuando me dice que como presidente entiende que las cosas tiene que verlas con esta visión de Estado y que él quiere sorprender. Cuando te dice “los voy a sorprender” alguien a quien no conoces, no sabes si te va a sorprender para dónde. “No. Sorprender a la buena”, me aclaró. “Los quiero sorprender”. Y era abonarle a esta confianza.
En medio de las negociaciones el dilema de Madero era creerle o no a los negociadores Miguel Ángel Osorio Chong y Luis Videgaray, a quienes tampoco conocía porque, aclara, “una cosa es Peña y otra cosa es todo el aparato que lo rodea, lo que está detrás”.
–¿Peña Nieto sí es de fiar?
–Je je je –ríe como respuesta.
Y enseguida desacredita la lapidaria frase de la campaña del PAN en 2012, “Peña no cumple”, porque afirma que en el Pacto por México, el mandatario sí cumple.
“Tienes que identificar cuáles son los temas importantes y apostarle a que sí los va a defender y a cumplir. En esto sí lo está haciendo. Desde el principio en esto ninguno ha fallado, en el Pacto por México, en la agenda de reformas. Todo se ha cumplido a cabalidad.”
La alianza del PAN con Peña es consecuente con lo que se propuso Madero desde antes del cambio de poderes, el pasado 1 de diciembre, y de la firma del Pacto por México, el 2 de diciembre de 2012. “No somos un partido de oposición”, ratifica.
Y es que desde septiembre del año pasado Madero advirtió que el PAN sería una fuerza política democratizadora y modernizadora, que en el gobierno de Peña Nieto apoyaría las reformas que beneficien a México, pero también combatiría las prácticas restauradoras del PRI.
“Han salido bien las cosas”, evalúa Madero la mañana del viernes 10 en una entrevista circunscrita por razones de tiempo al Pacto por México que, según él, es apoyado por “aplastante mayoría” entre los militantes del PAN, incluyendo a Felipe Calderón.

“Es una chulada”

Retrocede al año pasado cuando tras la pérdida de la Presidencia de la República trazó una definición: “El PAN no va a ser oposición, dije. ¡Ah, cabrón! Y aclaré: A mí no me define si estoy en el gobierno o fuera del gobierno, a mí me define qué propongo y qué combato”.
Explica: “La oposición, aunque es un término de la teoría política, es una trampa en la práctica política porque pierdes dos veces: Pierdes si apruebas o pierdes si no apruebas. En cambio definirnos como fuerza política democratizadora y modernizadora, dentro del poder o fuera de él, permite armar todo este discurso, darle consistencia y seguirle”.
–Por eso a usted no le preocupa que se diga que con el Pacto se domesticó al PAN como oposición, si nunca quiso serlo…
–Exacto. No me preocupa. A lo mejor suena arrogante, pero lo único que me preocupa es si estoy del lado correcto o incorrecto de la historia. Suena muy arrogante, pero eso es lo único que me preocupa. Ni siquiera ganar una votación o perderla, sino si realmente tienes los argumentos honestos de que estás del lado correcto de la historia.
“Cuando se vean estas cosas en el tiempo, y afortunadamente nos está dando la razón la historia, se verá que todos estos cambios sí se pueden dar; no son remedos, no son concertacesiones de ningún tipo, es simplemente empujar una agenda y al mismo tiempo seguir denunciando y combatiendo la restauración… que si los dejamos se instalan, se apoltronan y no los volvemos a sacar. Ese era un poco el riesgo.”
Madero reconoce que aún hay quienes afirman que apoyar la agenda del Pacto por México es apoyar a Peña Nieto, y como Peña Nieto es PRI, el PRI va a echar raíces y no se podrá sacar de Los Pinos.
“Entonces yo dije: ‘A ver, si apoyo esta agenda, Peña va a tener un beneficio de corto plazo, pero yo lo que quiero es que el que se beneficie sea el Estado mexicano’.”
De hecho así se lo dijo al titular del Ejecutivo: “Nosotros estamos aquí para fortalecer al Estado mexicano, no al gobierno federal ni a Peña Nieto. Es fortalecer al Estado mexicano para combatir a los monopolios, a los poderes fácticos que han impedido que México sea un mejor país”.
Expone: El PAN está obligado a colaborar por responsabilidad social, porque lo que está en el Pacto le va a hacer bien a México; compite ante el PRI por responsabilidad política, porque quiere terminar la transición democrática. Y denuncia por responsabilidad ética.
En el Pacto por México, alega el presidente del PAN, existen “dividendos” para los partidos y para el gobierno federal.
“En realidad sí tiene un dividendo de corto plazo para Peña Nieto y su administración, pero estamos cambiando en el mediano plazo las condiciones para hacer un país más democrático, más incluyente y más justo, porque al PRI se le minan muchos de los apoyos que lo hacen muy fuerte: Las televisoras, los sindicatos, los órganos electorales. Entonces en el mediano plazo vamos a poder lograr un avance importante.”
Criticado severamente y hasta ridiculizado por miembros de la facción de Calderón, que lo llaman ”entreguista”, “vendido” y hasta “chambelán” de Peña Nieto, Madero asegura que ha disminuido la oposición al Pacto por México.
“(En el PAN) hubo un círculo rojo hipercrítico, gente sobre todo muy cercana a la administración anterior que sentía que no se estaban defendiendo suficientemente los logros del anterior gobierno y que esto los opacaba”, dice.
Y añade lo que ha ocurrido: “Es la aplastante mayoría de los panistas la que considera que el PAN debe participar en el Pacto, porque ahí está nuestra agenda y estaríamos en el lugar perdedor si nos oponemos”, subraya.
El tiempo le ha dado la razón, dice, porque el PRI y el gobierno de Peña Nieto propusieron lo mismo que el PAN, y de haberse asumido éste como oposición, hubiera sido desastroso.
“Pensé: Cuando ellos propongan una reforma en telecomunicaciones, si la apruebo como oposición, malo; si no la apruebo como oposición, malo. Pierdo en los dos escenarios.”
Al ser fuerza política modernizadora y democratizadora, el PAN defiende lo mismo. “El que va a cambiar es el PRI: Lo que antes no era bueno, lo va a proponer ahora como gobierno”.
Ahora hasta Calderón avala el Pacto por México: “Yo creo que sí. Nadie critica al Pacto. Las únicas críticas que pudieras encontrar son estrategia de negociación y comunicación del Pacto. Hasta los más acérrimos detractores lo único que logran cuestionar es la estrategia de negociación y comunicación. Es una chulada”.
Y aunque “la gente está contenta” con el Pacto por México, identifica a críticos como la comentarista Denise Dresser: “El principal enemigo de Denise era el monopolio de Carlos Slim y aquí hay un pacto que va directamente a desmantelar estas prácticas monopólicas, y ella en lo que se fija es en que Peña se está colgando la medalla. A ver, mi reina, no se pueden las dos cosas”.

Peña, “de pechito”

En la entrevista, en su despacho del tercer piso de la sede nacional del PAN, Madero se muestra cómodo en su papel de aliado del gobierno de Peña Nieto, contra quien no emite ninguna crítica; pero no pasa lo mismo con el PRI, sobre todo después de que puso al descubierto una red de funcionarios de los tres niveles de gobierno para usar los programas gubernamentales en beneficio de este partido en Veracruz.
La denuncia que hizo en la sede nacional del PAN el 17 de abril, con base en la información que obtuvo el expriista Miguel Ángel Yunes, arrojó dos datos ominosos: Que desde el gobierno y los medios se minimizó el tema y que el plan para “ganar a la mala” estaba en marcha en todo el país, no sólo en Veracruz.
“Televisa no saca la información y todo mundo trata de bajar el volumen. De no ser por el noticiario de Carmen Aristegui, en concreto, la noticia no hubiera tenido mayor seguimiento”, dice Madero, hasta que, el 19 de abril una expresión de Peña Nieto potenció el escándalo.
En la ceremonia de lanzamiento de la Cruzada Nacional contra el Hambre, en Zinacantán, Chiapas, y en presencia del expresidente de Brasil Luiz Inácio Lula da Silva, Peña Nieto respaldó a Rosario Robles, secretaria de Desarrollo Social implicada en el escándalo de Veracruz.
“Rosario, no te preocupes, hay que aguantar porque han empezado las críticas, las descalificaciones de aquellos a quienes ocupa y preocupa la política y las elecciones”, exclamó, lo que, afirma Madero, fue “un error gravísimo” de Peña Nieto.
–Un regalo, dice usted…
–¡Un regalo. Se puso de pechito! Y si no hubiera sido por eso, porque tienen mucho poder y mucho control, la estrategia hubiera sido exitosa, le hubieran echado tierra encima y hubiera quedado como un incidente local como tantos, y no hubiera tenido la repercusión que ya empieza a tener.
–Es una expresión de impunidad…
–Exactamente. El “no te preocupes, Rosario” pasa a la historia como una frase lapidaria de la impunidad.

Mejor que antes

El hecho desató la peor crisis que ha vivido el Pacto por México, pero que se desactivó con un agregado (addendum) a los 91 compromisos enlistados y el compromiso del gobierno y de los partidos de cumplir a lo que están obligados por la Constitución y las leyes.
–¿Logró emparejar el terreno para la elección del 7 de julio?
–No, ni mucho menos. Lo que sí es que logramos algo importante.
Madero describe los logros: “Blindaje” de las 14 elecciones locales de julio, sanción a los responsables del caso Veracruz y proyectar reformas de fondo para evitar el uso de programas sociales.
En cada estado se instalarán mesas con el gobernador y las fuerzas políticas para exponer quejas y las sesiones serán públicas, se suspenderán las altas y bajas de programas sociales y se revisarán también los perfiles de los delegados federales.
“¿Es suficiente? No es suficiente. Es un avance”, reconoce Madero, quien tras el escándalo del caso Veracruz y la crisis del Pacto por México ve también un beneficio para su partido: “Esto nos ayudó mucho para cohesionar. Es un dividendo de esta crisis que logramos sacar”.
Según Madero “otro logro” es que se adelante la reforma política para crear el Instituto Nacional Electoral, que organizará las elecciones en los estados. “Y ahí hacemos un cobro de dividendos políticos para emparejar el terreno hacia 2015 y ganar en 2018”.
Lo que también se demuestra, dice Madero, es el talante del partido en el poder: “El PRI se quiere perpetuar en el poder, sobre todo en los estados donde gobierna a la mala”.
No sólo “dinamita” las alianzas del PAN con la izquierda, porque implica quitarles a los gobernadores el control de sus Congresos, que les dan “impunidad garantizada” para las cuentas públicas, los endeudamientos y los nombramientos en órganos oficiales.
Además los gobernadores quitan candidatos, dirigentes y militantes “y cuando se puede se meten hasta cooptar las dirigencias estatales”, utilizan todo el aparato de gobierno y el presupuesto para comprar votos, controlan los órganos electorales y los medios de comunicación.
Madero, por eso, repudia lo que el expresidente Vicente Fox –ya fuera del PAN– proclamaba para apoyar el regreso del PRI: Que ya había democracia plena en México. “No es cierto, la transición no está concluida. Tan es así que la tercera parte del país no conoce un gobierno distinto al PRI en 80 años. Está cabrón. Ahí Fox la regó gacho”.
Madero también admite que los compromisos arrancados al gobierno de Peña Nieto y al PRI no son firmes: “No hay garantía plena, pero sí es un avance. Estamos mejor que antes. Es como las cucarachas: Les pones el reflector y por lo menos ya se esconden, ya no están paseándose a la mitad de la cocina. Eso ya lo logramos, eso ya está avanzando…”.

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