miércoles, 24 de abril de 2013

Robles no sale bien librada del Senado; comparece entre reclamos y le piden renuncia



La comparecencia de Robles en el Senado. Foto: Miguel Dimayuga
La comparecencia de Robles en el Senado.
Foto: Miguel Dimayuga
MÉXICO, D.F. (apro).- El PAN y el PRD en el Senado anunciaron la ruptura de relaciones con la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, a quien desconocieron como interlocutora en los temas de política social.
Peor aún, durante la comparecencia de la funcionaria en la Cámara alta, los senadores de oposición exigieron a Robles Berlanga renunciar por el uso electorero de los programas sociales en Veracruz en aras de salvar el Pacto por México.
A la constante exigencia de que presentara su renuncia, seria, Robles respondió:
“Yo no tengo por qué renunciar, porque no he hecho nada indebido, no he hecho absolutamente nada. Ni estoy en esos videos, ni estoy en esos audios, ni estoy involucrada en lo absoluto (…) al contrario, le dije a los delegados que eran funcionarios del gobierno federal y que su jefe era Enrique Peña Nieto”.
En la ríspida comparecencia ante las comisiones de Justicia, Desarrollo Social y Gobernación –en la que durante cuatro horas hubo gritos y acusaciones entre legisladores–, panistas y perredistas reprocharon que Peña Nieto hubiera minimizado la denuncia –documentada con audios y videos– sobre la estructura de funcionarios priistas veracruzanos que utilizan programas sociales con fines electoreros.
Molestos, en especial, por el mensaje que envió Peña a Robles: “Rosario, no te preocupes, hay que aguantar porque han empezado las críticas”.
El perredista Manuel Camacho Solís señaló: “Esa frase marcará la Presidencia de Enrique Peña Nieto. Me cuesta trabajo entender cómo un presidente que ha construido su prestigio político mediante el Pacto por México ponga en riesgo éste y su prestigio internacional por asuntos electorales“. Acto seguido: pidió la renuncia de la exjefa de gobierno de la Ciudad de México.
“La discusión de hoy no es sobre política social. (Alejandro) Encinas ya demostró el componente electoral de la Cruzada contra el Hambre”, dijo Camacho a Robles, al señalar que, si pone en la mesa su renuncia podría salvar el Pacto, y demostrar así que está a favor del estado de derecho.
La segunda vez que Robles fue increpada por no renunciar, respondió que pedirle a ella su renuncia sería equivalente a que el PAN hubiera solicitado la renuncia del panista Juan Molinar Horcasitas, al frente del DIF, por su responsabilidad en el incendio de la guardería ABC.
Los máximos cuestionamientos fueron hacia la selección de municipios urbanos que no destacan por pobreza extrema, para ser incluidos en la Cruzada Nacional contra el Hambre, así como la selección de delegados, a quienes se señaló de ser “movilizadores electorales”, y al presunto desvío de recursos en Veracruz.
Robles dijo en repetidas ocasiones que Boca del Río, donde se descubrió la colusión de funcionarios, no está incluido en la Cruzada, y señaló que desde que supo del caso pidió la renuncia de los implicados.
“(Los delegados) no son expertos en combate a la pobreza sino entes del PRI con vasta experiencia para medrar”, acusó Encinas.
El panista Roberto Gil Zuarth dijo irónico a la funcionaria increpada: “Debe sentirse usted muy honrada del presidente de la República, de que la escogió a usted y no al Pacto por México”.
La senadora Adriana Dávila, también del PAN, cuestionó: “¿Es una Secretaría de Desarrollo Social o de Desarrollo Electoral? Las pruebas demuestran que es lo segundo porque cuando el presidente la respaldó, no habló como titular del Ejecutivo federal sino como primer priista del país”.
“Perdón Rosario, lo único que no ha demostrado el presidente es ser un hombre de Estado. El presidente está reinstalando la peor complicidad facciosa en el poder”, señaló a su vez el panista Javier Corral.
Cuando el senador panista por Veracruz, Fernando Yunes, pidió a Robles Berlanga que dijera si ella había nombrado a los delegados panistas, a quienes se acusó de “movilizadores electorales”, la titular de Sedesol respondió:
“Los delegados los nombré yo, en atribución como secretaria de Desarrollo Social, son nombramientos firmados por mí y los asumo plenamente”.
En la comparecencia fue notorio el bloque formado por PRI y Partido Verde, cuyos legisladores asumieron la defensa de Robles; incluso, se disculparon por el trato al que fue sometida y, al final de la comparecencia, formaron una valla humana para abrirle el paso y librarla de posibles reclamos.
Antes de que saliera, la senadora perredista Lorena Cuéllar tomó el micrófono para anunciar la creación de una comisión para investigar las irregularidades en el caso Veracruz, pero de inmediato otra legisladora gritó que eso no había sido acordado.
Posteriormente, los senadores Gil Zuarth y Cuéllar Cisneros, en su calidad de presidentes de las comisiones de Justicia y de Desarrollo Social, respectivamente, anunciaron que propondrán la creación de una comisión para indagar el ‘mapacheo electoral’ en Veracruz, y refrendar su desconocimiento a la funcionaria federal.
Durante la comparecencia, todos los legisladores, incluidos los de los partidos que salieron en defensa de Rosario Robles, pidieron a la funcionaria que creara mecanismos para blindar la Cruzada Nacional contra el Hambre de su posible uso electorero.
Incluso varios destacaron que la estrategia del Sin-Hambre aún es un misterio y su página electrónica no informa nada relevante.
Por su parte, Robles defendió que los delegados federales tengan perfil partidista, y mencionó que todos los delegados que ella “heredó” tenían un historial panista, y que ello no los hacía incompetentes para sus cargos.
En dos ocasiones, indicó que tocaba a los presentes legislar en cuanto a qué perfil pueden tener los delegados federales.
No obstante, petistas y perredistas recordaron a la exjefa de gobierno capitalino su militancia en la izquierda, antes de convertirse en peñista.
El primero fue Alejandro Encinas, quien irónico dijo a Robles: “Ya hace tiempo que no nos veíamos, han cambiado mucho las cosas, antes compañeros de partido, hoy en distintas trincheras”.
Aproximadamente una media hora tomó a los senadores discutir para acordar la dinámica de las últimas rondas, pues mientras los priistas intentaban que se acabara pronto, los opositores exigían que se permitiera el uso de la palabra a todos los senadores que se anotaran para ello.
En una de sus réplicas, Robles echó en cara a los senadores: “Ya no estamos discutiendo los muertos de este país, estamos discutiendo el hambre de muchos mexicanos porque esta es una prioridad”.
A partir de ese momento, legisladores como Diva Gastélum y Omar Fayad, del PRI, señalaron que no era momento de sacar expedientes para lanzar acusaciones de quién provocó la sangre en el país y aumentó el número de pobres.

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