jueves, 5 de julio de 2012

Peña Nieto, el Gran Montaje (Tercera Parte)


Papel de las Encuestas, la Inequidad
Encuesta de GEA-ISA y Milenio del pasado 27 de mayo.
La asesoría de Televisa, a través de Grupo TV Promo, no se limitó solamente a recomendar lineamientos y apariciones en televisión. Incluyó, desde el principio, manejar favorablemente las encuestas. En el apartado de “Definiciones”, la “Propuesta de Trabajo” planteó:
“El círculo verde sólo fija agenda cada tres años en los procesos electorales, en los temas de interés resultado de las encuestas y, en las contadas ocasiones, en los que se desborda sobre un tema; la  opinión pública no opina ni analiza y sus voces no se reproducen en el espacio público más que como réplica de los estudios de opinión que fija prioridades en la agenda”(subrayados propios).
Por esta razón, le recomendaron realizar estudios de opinión y encuestas favorables con tres “implicaciones estratégicas”:
“-Mantener y acrecentar la simpatía y aprobación de la opinión pública.
“-Generar escenarios favorables para el trabajo del gobernador y su proyecto político-gubernamental en la opinión publicada.
“-Promover y consolidar el reconocimiento positivo de la administración 2005-2011 en los dos niveles con alance regional y nacional”.
El uso intensivo de las encuestas como parte de la promoción política se convirtió en una parte medular del proyecto de Enrique Peña Nieto. En su “cuarto de guerra” estuvieron presentes desde 2009 los resultados de las principales casas encuestadoras.
En 2012 el vínculo entre las principales casas encuestadoras y los medios de comunicación (la mayoría con convenios de publicidad con Enrique Peña Nieto) reforzó la guerra de encuestas: Grupo de Comunicación Estratégica (GCE), de Liébano Sáenz y Federico Berrueto, trabajaron primero para Grupo Milenio y luego fueron desplazadas por GEA-ISA; Consulta-Mitofsky, a través de Radio Fórmula y Grupo Televisa; además de las financiadas por distintos medios comoExcélsior, El Universal, Reforma, El Sol de México, UnoTV.
En 2012, se generó una verdadera intoxicación de encuestas como parte de la propaganda electoral. Según los datos del IFE, entre el 12 de abril y el 26 de mayo se publicaron 680 encuestas, es decir, un promedio de 14 diarias. El mismo instituto admitió que el principal problema no fue la metodología sino la “difusión de la publicidad que se autodenomina ‘encuesta’ sin respaldo alguno en diarios de orden local”.
Durante semanas y meses, GEA-ISA publicó un tracking diario (sondeo telefónico) que mantuvo 15 puntos arriba a Peña Nieto; y el resto de las encuestadoras más importantes sólo registró ligeras variaciones que reforzaron la percepción del candidato del PRI-PVEM como invencible.
La presidenta de la Asociación Mexicana de Agencias de Investigación y de Opinión Pública (AMAI), Gabriela de la Riva, aseguró que las 36 casas afiliadas a ese organismo –entre ellas, las más importantes como Mitofsky, Berumen o Ipsos- cumplieron criterios metodológicos, pero le aclaró al periódico español El País que ella “no mete las manos al fuego” por las encuestas publicadas en medios de comunicación.
“Arriesgarse a participar en un engaño impacta, sin exagerar, la propia subsistencia de la organización o de la empresa que lo hace, porque traiciona ese producto mismo que vende, que es la credibilidad”, advirtió De la Riva, en el evento Laboratorio Político, organizado el 28 de febrero.
A pesar de estas advertencias la percepción generalizada fue de desconfianza en las encuestas, según un análisis de Etelberto Cruz, especialista de la UAM. Para el doctor en ciencias económicas la insistencia de publicar encuestas que le daban una ventaja de más de 15 puntos a Peña Nieto formó parte de una “cultura de la depresión que busca promover la inacción, la parálisis de la gente”.
Los resultados del conteo rápido del IFE no confirmaron ese guión que durante 90 días promovieron la mayoría de las encuestas: en lugar de los 15 puntos de ventaja, Peña Nieto tuvo la mitad, un rango de 6.8 puntos frente a López Obrador. Un resultado muy similar, por cierto, a la encuesta patrocinada por el Observatorio Universitario Electoral (OUE), realizada por Berumen y Asociados. Cuando se dio a conocer esta encuesta, los comentaristas televisivos la descalificaron de inmediato.
Ahora, Ciro Gómez Leyva, quien cada noche presentó la encuesta GEA-ISA en Milenio TV, pidió “disculpas” por el error evidente, pero no por la inducción. En Foro TV, el martes 3 de julio aparecieron los encuestadores para justificar el sesgo incorregible.
Le corresponderá al Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación qué papel jugó esta “operación encuestas” en la inequidad de la contienda.

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