martes, 24 de mayo de 2011

México: La milicia narca

Su existencia es un claro ejemplo del error más grave que ha tenido el gobierno de Felipe Calderón, meter de lleno al Ejército en el combate al narcotráfico...
José Gil Olmos | Proceso | 24-5-2011 a las 0:07

Una de las características de Los Zetas es la violencia y el terror con los que actúan para marcar y dominar su territorio. Esto, que podría pasar como una forma de actuar de cualquier organización del crimen organizado, en realidad es parte del adiestramiento militar que los integrantes de este cártel mexicano tuvieron y que se acrecentó con la inclusión de otros grupos con formación militar: los kaibiles guatemaltecos y los marasalvatruchas salvadoreños.
Por su integración, bien podría decirse que Los Zetas son el primer grupo del crimen organizado con una estructura militar, pues en sus orígenes están entrelazados miembros que alguna vez estuvieron en los respectivos ejércitos de México, El Salvador y Guatemala, lo que los convierte en uno de los cárteles más peligrosos de todos los que hay en el narcotráfico.

Los primeros que integraron a Los Zetas fueron militares mexicanos expertos en contrainsurgencia y terrorismo entrenados en Estados Unidos.

Se trataba de soldados que a raíz del levantamiento indígena en Chiapas recibieron entrenamiento especial en Estados Unidos y conformaban el Grupo Aeromóvil de Fuerzas Especiales (GAFE), Grupo Anfibio de Fuerzas Especiales (Ganfe) y Brigada de Fusileros Paracaidistas (BFP).

Hacia 1999, un grupo de 40 de estos soldados fueron llevados a Tamaulipas como policías para combatir el narcotráfico. Desde aquel tiempo, se les conocía en la entonces Policía Federal Preventiva como Los Zetas, pero el líder del cártel del Golfo, Osiel Cárdenas Guillén, casi de inmediato los cooptó para convertirlos en su ejército particular de sicarios.

Durante casi una década el brazo armado de Osiel Cárdenas creció rápidamente en poder y presencia, independizándose hacia marzo del 2010 y atrayendo a otros dos grupos igualmente entrenados en la milicia, como los Maras salvadoreños y los kaibiles guatemaltecos, también entrenados en Estados Unidos en la lucha contra la insurgencia.

En el caso de los salvadoreños, desde que en 1991 fue firmada la paz en el Castillo de Chapultepec, en la Ciudad de México, muchos de los militares de ese país se quedaron sin empleo y migraron hacia Los Ángeles, California, donde se unieron con las pandillas que sus paisanos ya habían formado en la Calle 13 por un personaje conocido como El Flaco Stoner.

Los ex soldados entrenados por las escuelas militares de la Unión Americana le dieron una estructura militar a las pandillas y patentizaron el uso del terror para controlar el territorio en la ciudad de Los Ángeles, creando un problema tan fuerte que en la década de los noventa el gobierno estadunidense deportó a cientos de Maras a El Salvador.

Con esta acción pensaron que se había resuelto el problema, pero en realidad lo acrecentaron. En El Salvador surgieron nuevas pandillas y, luego, muchos de ellos comenzaron a emigrar por tierra nuevamente a Estados Unidos y dejaron muchas semillas de terror a su paso por Guatemala y México.

La presencia de los Maras llamó la atención de Los Zetas que, debido a su expansión en Tamaulipas, Nuevo León y Coahuila, así como en Nayarit, Sonora, Sinaloa (Los Mochis), Puebla, Zacatecas, Aguascalientes, San Luis Potosí, Durango, Tabasco, Campeche, Guanajuato, Querétaro (San Juan del Río), Veracruz, Oaxaca y Tlaxcala, necesitaban reforzar sus filas con nuevos elementos.

Entonces contrataron a los Maras para seguir con el negocio del tráfico de indocumentados y, al mismo tiempo, también atrajeron a los soldados guatemaltecos egresados de la escuela de contrainsurgencia conocida como Kaibil, en honor al rey maya de la selva de El Petén, Kaibil Balam, que nunca pudo ser sometido por los españoles.

Creada desde 1975, la escuela Kaibil se distinguió desde sus inicios en entrenar a soldados de Guatemala, primero, y de otros países después --incluido México--, bajo la técnica más terrorífica de combate a la insurgencia, con el uso de armas especiales como cuchillos para decapitar a los enemigos y a la población civil.

Después que se firmó la paz en 1996, el Ejército guatemalteco se redujo al mínimo y muchos soldados kaibiles se quedaron sin empleo. Algunos se fueron a la iniciativa privada y otros más se metieron al crimen organizado. De ahí los atrajeron Los Zetas metiéndolos a sus filas para dominar el territorio mexicano y el guatemalteco. Y desde finales del 2005 fueron ubicados kaibiles entre Los Zetas.

Quizá no haya un ejemplo en el mundo de una milicia convertida en un grupo del crimen organizado como son Los Zetas. Por su experiencia en el Ejército, tienen capacidad para operar en el campo y en la ciudad.

Además del tráfico de droga también han incursionado en tráfico de ilegales, en la extorsión y el secuestro, en el comercio de música, películas y ropa pirata. Su presencia se detecta en México, Estados Unidos y Centroamérica, y sus ligas comerciales alcanzan Europa.

La ejecución de los 72 migrantes descubiertos el año pasado en el ejido El Huizachal, del municipio de San Fernando, Tamaulipas; los 120 encontrados en fosas clandestinas en este año en ese mismo municipio, y las 27 personas asesinadas en la finca Los Cocos, localizada en el municipio La Libertad, Guatemala ---25 de ellas decapitadas--, muestran que Los Zetas están dispuestos a todo para mantener su imperio de terror.

Su existencia es un claro ejemplo del error más grave que ha tenido el gobierno de Felipe Calderón, meter de lleno al Ejército en el combate al narcotráfico, mostrando su vulnerabilidad y su debilidad ante un enemigo que nació de sus propias filas, emergiendo como su Némesis.

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Militares contra García Luna y su Equipo

Jorge Carrasco Araizaga


MÉXICO, DF., 22 de mayo (apro).- La intentona propagandística del secretario de Seguridad Pública Genaro García Luna y Televisa es un fracaso más de la estrategia de la actual administración en su “guerra a las drogas”.
Lejos de construir una imagen favorable de la Policía Federal, la serie televisiva El Equipo profundizó la división al interior del gabinete de seguridad nacional.
El anuncio de su próxima salida del aire, luego de una temporada de 15 capítulos, indica que ni con la ficción se puede sostener la estrategia violenta a la que Felipe Calderón se aferró a pesar del alto costo en vidas e  institucional.
A decir de la retahíla de comerciales que han acompañado a la transmisión, fue más en beneficio comercial de Televisa que para la imagen de los más de 30 mil hombres que tiene García Luna en la Policía Federal.
El programa, que gozó del horario estelar de la televisora, generó molestia y reclamos principalmente entre miembros de las Fuerzas Armadas, cuyos altos mandos tienen diferencias con García Luna desde el principio del gobierno de Felipe Calderón.
Los militares nunca han confiado en él “por sus antecedentes” en la Procuraduría General de la República, donde el expresidente Vicente Fox lo hizo director de la desaparecida Agencia Federal de Investigaciones (AFI). Se lo dijeron desde un principio a Calderón.
¿Qué le debe o qué le sabe García Luna a Calderón para hacerlo el hombre fuerte a quien le confió “todos los juguetes” en su “guerra al narcotráfico”? Es una pregunta recurrente en la milicia.
Confrontados entre sí, los secretarios de la Defensa Nacional, el general Guillermo Galván Galván, y el de la Marina, Armada de México, el almirante Mariano Sáynez Mendoza, esta vez tuvieron motivos de coincidencia.
La producción televisiva de García Luna, quien dispuso de las instalaciones y  otros bienes públicos en beneficio de la empresa de Emilio Azcárraga, hizo suyos hechos en los que la Policía Federal fue del todo ajena, sencillamente porque no  existía. Peor aún, se dedicó a denigrar a los militares.
Las historias de “éxito” que presentó fueron claras adaptaciones de sucesos en los que los protagonistas en la vida real fueron efectivos de las Fuerzas  Armadas, particularmente del Ejército.
El general Galván es el más agraviado por las repetidas alusiones negativas al  Ejército desde el primer capítulo de la ficción. Laureado recientemente por el gobierno colombiano, que carga con graves violaciones a los derechos humanos en su propia guerra al narco, García Luna hizo pública su afrenta con el general secretario en las pantallas de televisión.
La Cámara de Diputados está obligada a llamar a cuentas a García Luna. No sólo por los recursos de la secretaría que puso a disposición del monopolio televisivo, sino por ser el responsable de las políticas de seguridad en el país y el fracaso de sus tácticas de propaganda, más allá de los escenarios que ha creado para mostrar “éxitos” en la vida real de la Policía Federal.
Los diputados disponen ya incluso de los resultados de la Auditoría Superior de la Federación, en el que apenas en febrero pasado el ente fiscalizador de ese brazo del Poder Legislativo dio a conocer las fallas y omisiones de García Luna.
La “guerra psicológica” desarrollada por los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y que durante más de medio siglo ha sido exitosa gracias a la poderosa industria del cine y la televisión estadounidense, ha logrado el objetivo de ganar apoyo en su sociedad.
En su ambición de colgarse todas las medallas, García Luna exacerbó las peleas entre los encargados de dar seguridad al país, mientras se mantiene la percepción social de que la estrategia de Calderón sencillamente no ha funcionado.
Irónica, cínicamente, la propia Televisa lo confirma. La transmisión de La Reina del Sur –producida por Telemundo– otra ficción sobre en torno al narco, pero ésta dedicada a la vida de una narcotraficante, está entre las series más vistas en México. Perniciosa e hipócrita, Televisa es la única que gana, como siempre, al amparo del poder.

Echan a Bravo Mena de la FES Acatlán

La Redacción de proceso.com


MÉXICO, D.F., 24 de mayo (apro).- El candidato del PAN a la gubernatura del Estado de México, Luis Felipe Bravo Mena, tuvo hoy su primer tropezón de la campaña al verse obligado a suspender una visita en las instalaciones de la Facultad de Estudios Superiores de Acatlán, de la UNAM, ubicada en el municipio de Naucalpan.
El exsecretario particular del presidente Felipe Calderón llegó sin problemas al recinto universitario y cuando empezaba a hablar sobre su oferta política ante un grupo de estudiantes, unos 20 alumnos se acercaron y, a gritos, le pidieron que se marchara.
Algunos incluso le recriminaron la lucha contra el narco que lleva a cabo la administración calderonista.
Bravo Mena no hizo el mayor intento por calmar a los estudiantes y tuvo que acortar su estancia en la FES Acatlán.
El candidato panista, quien va en picada en los sondeos de preferencia electoral –empezó con 18% de aceptación y actualmente se encuentra en 15.3%, ubicándose en el tercer sitio--, reveló que su seguridad está a cargo de una empresa privada (Control) y que el gobierno del Estado de México se encarga de cubrir el costo de la misma.

Pequeñeces-Hernández

Espejito espejito-Rocha

 

Despeñanieto-Fisgón



Peña Nieto califica de refritos los documentos sobre su persona

Los despachos diplomáticos no son la posición oficial de un gobierno, dice el mandatario
Son meros comentarios recogidos entre quienes son contrarios a nuestro proyecto, sostiene
Israel Dávila
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 24 de mayo de 2011, p. 5
Toluca, Méx., 23 de mayo. El gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, calificó de refritos de comentarios vertidos aquí y allá los documentos del portal Wikileaks referentes a él y aparecidos este lunes en La Jornada.
El mandatario mexiquense señaló que los despachos diplomáticos “no son la posición oficial de un gobierno, sino meros comentarios recogidos en diversos ambientes donde no hemos estado exentos de señalamientos, particularmente de quienes son contrarios a nuestro proyecto.
Son cables fechados hace más de dos años y evidentemente no comparto sus apreciaciones, porque forman parte de la estrategia con que partidos opositores al Revolucionario Institucional han querido permear el ánimo social y convencer o hacer señalamientos sin sustento.
Pareciera que la mentira repetida muchas veces tratan de convertirla en verdad, indicó Peña Nieto sobre los tres despachos confidenciales enviados por funcionarios de la embajada de Estados Unidos en México al Departamento de Estado en Washington, tras una visita de acercamiento que le hicieron en septiembre de 2009.
Los diplomáticos estiman que el gobernador está cortado por la misma tijera que la vieja guardia priísta, y actúa con una lógica centrada en la elección presidencial de 2012, donde se perfila como candidato, porque antepone su imagen aun con transgresiones a la norma y pagos bajo el agua a medios de comunicación y encuestadoras para que lo favorezcan.
Sobre si le preocupa la percepción que de él tienen los estadunidenses, el mandatario respondió: De ninguna manera. Yo tengo por lógica acreditar lo que somos y lo que estamos haciendo a través del trabajo y el cumplimiento de compromisos. Lo que digan o dejen de decir éstos y aquéllos verdaderamente me tiene sin cuidado.
Foto
Pareciera que la mentira repetida muchas veces tratan de convertirla en verdad, indicó el gobernador sobre los tres despachos confidenciales enviados por funcionarios de la embajada estadunidense en México al Departamento de Estado en WashingtonFoto Yazmín Ortega Cortés /Archivo
 
Peña Nieto también refutó el señalamiento de los estadunidenses –coincidente con lo expuesto por el gobierno federal– de que sólo dos por ciento de los policías del estado de México habían sido sometidos a exámenes de confianza y están certificados.
Sobre el particular, consideró que se trata de una mentira más, porque la certificación es de carácter federal y todavía no hay capacidad para someter a examen a todos los policías. No es lo mismo –dijo– que algunas entidades hayan certificado sus corporaciones de 2 mil o 3 mil elementos, cuando en el estado de México son más de 18 mil estatales y 20 mil municipales, además de los ministeriales y custodios carcelarios.
Se busca confundir y desacreditar
Concluyó: Me parece que se ha querido confundir y desacreditar, pero la razón por la que vamos retrasados es el número de policías que tenemos y el déficit de poligrafistas que requiere la tarea de certificación, cuyo plazo no se ha agotado.
Enlaces:
Los cables sobre México en WikiLeaks
Sitio especial de La Jornada sobre WikiLeaks

Desecha la Permanente permiso a García Luna para aceptar medalla

Hecho consumado pues la recibió, resuelve. Para PRI y PRD, puede ser objeto de juicio político.

Andrea Becerril
Publicado: 24/05/2011 14:32

México, DF. En comisiones, la Permanente rechazó analizar la solicitud para que el órgano legislativo autorizara al secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, aceptar una condecoración del gobierno de Colombia, por considerar que se trata de un hecho consumado, toda vez que el funcionario ya había recibido la presea.

Sin embargo, PRI y PRD consideraron que García Luna violó la constitución al usar la medalla “Servicios distinguidos”, que le confirió la Policía Nacional colombiana y puede ser sujeto hasta de juicio político. Alfonso Navarrete Prida fue uno de los que insistieron en que no se analizara la petición del Ejecutivo y advirtió que ni siquiera deberían discutirlo en el seno de la Permanente. Agregó que lo que suceda o no con García Luna es una responsabilidad del Ejecutivo federal. Un funcionario de altísimo nivel que recibe una condecoración extranjera, la usó, la portó sin autorización del Congreso de la Unión o de la Comisión Permanente” violó el artículo 37 de la Carta Magna.

Agregó que está abierto el campo de posibilidades que son desde perder la ciudadanía, lo que implicaría automáticamente dejar el puesto y en caso de responsabilidades de carácter político es el Congreso el que debe intervenir.

La diputada perredista Laura Itzel Castillo mostró una fotografía enorme de García Luna con la condecoración y advirtió que debe renunciar, mientras que los legisladores del PAN salieron en defensa del secretario de Seguridad Pública y sostuvieron que en realidad el presidente Calderón ni siquiera debió hacer llegar al Congreso el permiso, ya que la medalla que otorgó el gobierno de Colombia no tiene ese carácter.