miércoles, 31 de agosto de 2011

Pésima educación y el V Informe


Calderón, Vázquez Mota y Lujambio, le entregaron Educación a Gordillo, por incapaces
Pedro Echeverría V.

1. Los señoritos del gobierno de Felipe Calderón saben de educación lo que todos sabemos de astronautas, es decir, absolutamente nada. Por ese motivo Calderón nombró como secretaria de Educación a Josefina Vázquez Mota al iniciar su sexenio, que sólo sabe sonreír, hablar como mojigata y agradecer a Calderón “todo lo que hace por la patria”. A los tres años la mandó a dirigir a los diputados del PAN y nombró a otro personaje tan incapaz como ella: Alonso Lujambio, cuya única actividad fue desarrollar su precandidatura presidencial por el PAN. Los dos sólo pasaron vergüenzas y avalaron –por órdenes de Calderón- las medidas que tomó Esther Gordillo, la líder vitalicia del enorme sindicato de maestros (SNTE)

2. Ni Calderón, ni Vázquez Mota, ni Lujambio tenían alguna idea de la educación en México, sólo de cuando fueron estudiantes en las escuelas privadas; pero quizá no sabían ni siquiera de la existencia de la educación pública; tampoco tenían en la mente que 40 años antes la educación pública atendía al 90 por ciento de la población escolar, que también el 90 por ciento de los profesores venían de escuelas públicas y que había un sindicato que agrupaba a millón y medio de trabajadores de la educación que –a pesar de su liderazgo charro y corrompido- aún conservaba su ideología nacionalista que lo llevaba a defender el carácter público, laico y gratuito de la educación. Igual que el anterior secretario de Educación foxista: Reyes Tamez –que sólo cargaba la bolsa de la esposa de Fox- ignoraban hasta lo elemental.

3. Tanto Vázquez Mota como Lujambio demostraron abiertamente que nada tenían que hacer en educación y sus discursos eran totalmente demagógicos y cínicos. La líder Gordillo –un personaje político nacional que hoy está en la cima de la corrupción- con 50 años en educación y 22 como presidenta vitalicia del SNTE, ha sido la que por lo menos en las últimas dos décadas ha manejado a su antojo la educación escolarizada: la mitad de los niños que ingresa a la primaria no la termina; sólo el 20 por ciento termina la secundaria; 10% la preparatoria y el 4 % la licenciatura. Millones de niños y jóvenes en edad escolar están fuera de las escuelas por falta de cupo, por pobreza, por rechazo y, lo peor, que los jóvenes no tienen siquiera un empleo. Se les conoce como “ni-nis” que por necesidad suelen buscar ingresos donde sea.

4. Cada año –después de exámenes de admisión en la UNAM, el POLI, la UAM y demás escuelas y universidades públicas, donde se rechaza por falta de cupo al 90 por ciento de los solicitantes, unos 150 mil estudiantes- salen unos cuantos miles de los estudiantes rechazados a las calles a pelear por un lugar; pero por falta de conciencia y una honesta dirección política, aceptan que les den unas cuantas plazas y becas para escuelas particulares. Todas aquellas batallas estudiantiles de 1968, 1986 y 1999, parecen haber sido enterradas. Por eso cuando escuchamos las batallas estudiantiles de Chile, España, Grecia y Francia, apoyados por profesores y líderes izquierdistas, no podemos menos que indignarnos de que en México los entretengan con elecciones cada tres o seis años.

5. Pero hay que decir que los dirigentes del PAN, siendo un partido de la derecha extrema –con la rarísima excepción de algunos viejos panistas muertos o demás de 70 años- nunca han tenido inclinaciones culturales o de impulso a la educación. Todos ellos –o casi todos, así como sus hijos y nietos- estudiaron en escuelas privadas y, los que lograron estudios universitarias escogieron carreras relacionadas con el comercio, la empresa, la abogacía y los negocios. Para ellos el estudio sólo podía ser un instrumento para hacer negocios o dinero para beneficio particular, privado. Sus padres “no estudiaron mucho, pero tuvieron dinero porque fueron muy hábiles e inteligentes”. Tienen la concepción de que el estudio no es “práctico”, no es garantía para aprender a hacer negocios y dinero.

6. ¿Por qué ocupa México uno de los últimos lugares en educación escolar en el mundo? Porque la educación sólo se le ha visto como parte de la política gubernamental y electoral. Los 100 mil altos funcionarios, directores de educación, inspectores, supervisores y dirigentes sindicales, todos los que ocupan cargos en la SEP y el SNTE, sirven intereses propios y de partido. Los planes, programas, calendarios son supervisados por la SEP y les parece innecesarios que se cumplan, aunque de manera burocrática haya que llenar informes estadísticos. La inmensa mayoría de los profesores cumple burocráticamente; casualmente hoy se publicó que los charros sindicales –la Gordillo- cuenta con 21 mil profesores “comisionados”, que siempre han estado a su servicio político y electoral.

7. Así que Calderón cuando abra su bocota para decir que la educación en México está muy bien, habría que recordarle que los informes internacionales dicen que está en los últimos lugares; cuando hable de matrícula escolar hay que decirle que hay más de 150 mil rechazados, que hay millones de jóvenes que Ni estudian Ni trabajan, que los secretarios de educación que nombró eran papanatas y que al dejar la SEP en manos de la líder más corrupta del sindicato y la política mexicana, le estaba dando un golpe mortal al sistema educativo. La realidad es que Calderón debería renuncias y luego, por su pésimo gobierno y por los más de 52 mil muertos debería ir a la cárcel. Pero nada pasará porque la clase política y empresarial ha logrado magníficas ganancias en el sexenio.

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