sábado, 13 de agosto de 2011

Estudiante del CCH asesinado por un celular

Las redes sociales han canalizado esta corriente de indignación y han hecho aflorar una extenuante cadena de asaltos e intimidaciones a la salida de varios CCH, preparatorias y campus universitarios. Compartir información sobre la muerte de César Hernández abrió las puertas para la convocatoria de una marcha por la seguridad en todas las escuelas de la UNAM a celebrarse el 2 de septiembre. Informaremos de ello a fondo, pero esta vez queremos dar a conocer el testimonio de una joven que escribió el relato que le hizo una amiga, y testigo presencial de los hechos que llevaron al asesinato de César Hernández en Paseos del Pedregal la noche del 9 de agosto. Sólo dos días después que empezaran las clases en ek nivel medio superior.
Quizás no tenga la misma calidad de la naracción que hizo el poeta Efraín Bartolomé sobre el asalto a su casa por efectivos policiales del estado de México, pero esta muestra de periodismo ciudadano merece ser leída porqué muestra, con toda la rabia y toda la memoria, esta crónica del horror diario que poco a poco se apodera de un país y una ciudad atrapada en los siete círculos del infierno dantesco.

Crónica ciudadana de Katsura Molina






Y es todo lo que empieza esta nota, que es un grito, es un coraje, es rabia y es pavor, es humillación, es impotencia,es una petición para todos, PARA TODOS!!.
Anoche estaba regresando del CCH, fui a la parada y me subí a un San Ángel: El Chof nos dijo: Suban rápido que llevamos prisa. Pensé que venia haciendo carrera, así que me senté y me prepare para levantar los brazos en las bajadas.
Llegamos a la media del Pedregal, el camión iba repleto, yo sentada y los celulares retumbaban canciones que yo, por suerte, desconozco, las puertas de suerte cerradas, si no ya no habría estado tan lleno para cuando, de la nada, un tipo gordo, de rojo, del que por desgracia no recuerdo mas, gritó: Esto es un maldito asalto y somos muchos, no se si quieran un balazo!!. Los payasos del metro, literalmente, nos han acostumbrado a esto, lo cual produjo indiferencia en el camión. Al segundo entendimos que no era lo mismo. Una mujer de rosa en la parte delantera del camión grito mas o menos lo mismo, el de atrás empezó a exigirle a los que estaban de pie sus pertenencias y a una chica, no se de que edad, no se de que semestre, no se nada realmente de ella, prácticamente le arrebató la bolsa para urgarla. Cási nadie reaccionó con pánico, cási nadie le dió nada, excepto las chicas que, al desgraciado paso de ese infrahumano, tenían que darle lo que tuvieren en las manos.
Yo desde mi lugar solo observaba, aún a estas alturas no se explicar por que no me asusté, no me escondí, simplemente dejé que mi mochila se resbalara en mis piernas y se fuera abajo del lugar, él obviamente no lo notó, observó que no llevaba nada y siguió a la parte de atrás.
Somos muchos, no quieren un balazo, ni madres quitate… Tu hacia donde vas!!- El gordo de rojo jaló bruscamente a una chica, que, en su miedo, intento irse a la parte de adelante, donde la mujer grosera y estúpida, arrebataba lo que podía a los que se dejaban, pero el gordo se quedó en medio, y de la nada desperté de mi indiferencia. Una pequeña luz plateada salió, seguida fracción de segundos después de un ruido que provocó que el camión entero se agachara. Acababan de disparar. Busque un hoyito en el techo, un vidrio roto, una abolladura, no la hubo. El gordo estaba en medio, gritando, amenazando, sintiendo que un arma podía mover a las multitudes, empujaba sin razones,simplemente para marcar su asquerosa presencia a menos de 2 metros de mi, sintiéndose nuestro dueño. La mujerzuela, si me permiten llamarle así, enfrente ayudando con gritos al pánico en el que los menores sucumbían… Quién disparo atrás??
El chof, misteriosamente callado, seguía conduciendo, ahora lentamente, la prisa había desaparecido; al llegar a la esquina se frenó delicadamente, donde los 2 miserables seres se bajaron. Por qué frenó de forma tan precisa?? Se fueron con celulares tabiques, con viejos y nuevos modelos, con la música de uno aún sonando; también, parte de su GRAN motín, fueron carteras que al final de un día, están vacias de dinero, llenas de recuerdos, de cartas, de credenciales recién sacadas, de tarjetas de teléfono, de cariño. Qué les quitaron?? Que se llevaron?? Que les quitan a estudiantes a las 9 de la noche?? Muchos números de cuenta, mucho valor, mucha seguridad, números telefónicos.
Estás bien?? No te preocupes!! Estarás bien!!- Atrás encontré el lugar de la bala. El cuerpo de un chico. Empezaron a gritarle al Chof que fuera a las clínicas, y él, así lo hizo… Íbamos a lo que daba en el Pedregal, que jamás se me hizo tan largo como anoche. Me levanté, y aún en una preocupada indiferencia, entre abrazos y chicas llorando, pidiendo permiso, llegué al chico, sentado en los escalones de la puerta trasera, pálido, grité que no dejaran que se durmiera, me pidieron dulces, no traía. Cuando lo tomé para hablarle, 40 segundos después de la luz, el chico estaba desmayándose, le grité que no se durmiera, que por favor resistiera, que estaría bien, estaba durmiéndose, pero tenía que buscar agua o lo que fuera que pudiera mantenerlo en este lado.
“Encontramos” Una patrulla, que el Chof vio antes de que llegáramos a la esquina.. Cómo lo hizo?? Y les buscó, pero nosotros no teníamos tiempo que perder, el chico se estaba desangrando en las malditas escaleras, en su segundo día de clases, quizá de 1° semestre? El chof bajó a hablar, y el camión le rugió que nos largáramos, subió y le grité que se moviera, me respondió que los policías no servían para nada. Arrancó de nuevo y enfilamos al final del desesperado viaje. Llegamos. Lo bajaron por la peurta que entrabadamente se abrió, lo metieron y toda la gente empezó a bajarse del camión, por la puerta que pudieran, no pude evitarlo, tenia que pisar la valiosa sangre del joven que medio desmayado iba a urgencias, me sentí miserable, pero me fui. Pregunté por que le dispararon, supongo que se defendió, que es la razón mas estúpida para arrancarle sangre a alguien, quién se haría cargo?? los que le llevaron en brazos.
Que hay de ese chico?? Y su familia, estarían esperando?? Tenia tarea? Iba con sus amigos? Tenía asma? Esta bien mientras yo escribo esto? De que año era? Por donde vivía? Me preocupa mas de lo debido, me asusta pensar que este mal y que no pudimos hacer nada. Que un hombre con arma es realmente mas fuerte que el conocimiento, que los libros, que nosotros. Es estúpido todo esto.
Nadie, ni yo, anotamos matrícula, nadie pregunto por el Chof, nadie recuerda casi nada… nos dispersamos. Lloraban por el miedo, por sus cosas… El chico ni siquiera tenia la fuerza física para hacerlo. Llegaron a llorar con sus padres, a explicarlo. El no llegó. Quizá su familia le sigue esperando, yo qué sé. Cómo se les avisa? A dónde?
Llevamos prisa… No se a estas alturas que pensar, quizá le chof estaba con ellos y los tenia que recoger en algún punto, quien pone atención de dónde se sube quién?, siguió conduciendo mientras era asaltado el camión se detuvo con clama, dónde estaba su prisa? Por que en una esquina antes de la patrulla? Por que no se detuvo de la nada o siguió mas rápido? Bajó la velocidad… Y la patrulla le dijo ven aquí estoy?? Cómo sabía que ahí debía dar vuelta y le encontraría? Qué hizo después? Alguien le preguntó nada? La policía, aun siendo honesta, puede hacer algo realmente? Que les diríamos? Sigan a un gordo de rojo y una asquerosa de rosa en el Pedregal?
Fué un teatro tan perfecto…
Solo tuvo un error…
Lo vi yo… pero lo agradezco, por que si no hubiere sido así no tendría ne este momento la conciencia de lo ocurrido, pensaría que no pasa quizá, que nunca disparan, que son mas listos…
Quizá hasta el chof se asustó en serio cuando vio ese disparo, cuando vio al chico, pero de qué servia ya? Aún is se alejara de eso asquerosos seres que hicieron tal cosa, de que sirve ya?Para el futuro, pero el pasado es inconfundible he irremediable.
Qué ellos no sienten ese dolor, ese ardor de garganta cuando ven a alguien sangrar? Que son esos seres que matan, de dónde vienen? Quién les quita el cerebro, las entrañas, qué los carcome de tal manera?
Yo quiero gritarles a todos, a la afamada “Seguridad”, que por favor exista, a la gente que lo hace que no lo haga, por inocente que se vea mi pedido. A nosotros que tengamos cuidado, pero como fijarnos de si nos apuran a subir? De dónde sube un gordo de rojo? A los asociados que se den cuenta que se deforman a si mismos, que se saquean de lo único que iba en esas carteras, de lo humano. Al CCH que nos ayude en el transporte a altas horas, pero cómo hago todo esto??
Y me grito a mi, que no me quede callada. Que grite, no importa quién me escuche.
Atte: quien sigue con su celular y cartera a salvo, que tiene sangre de alguien bueno y estudiante en las botas, que le da impotencia todo esto y que anoche, 9 de agosto, durmió en su cama. (elimine el nombre de la persona x seguridad)
por favor chicos ayudenos a dar una SOLUCION ATODO ESTE CONFLICTO NECESITAMOS RESOLVER ESTO DE MANERA CONCRETA Y HACER ALGO POR NUESTRA SOCIEDAD

1 comentario:

Paco dijo...

Un nudo en la garganta siento al leer esta crónica. El dolor ajeno, lo siento tan nuestro y la impotencia tiene que tocar fondo. Hay que abandonar la indiferencia y a organizarnos cada uno en el lugar donde vivimos, laboramos o estudiamos para frenar tanta violencia. No esperemos hasta ser nosotros el siguiente cordero.