lunes, 16 de mayo de 2011

Marchan miles de profesores de la CNTE para demandar respeto a sus derechos

José Antonio Román
 
Periódico La Jornada
Lunes 16 de mayo de 2011, p. 5
Miles de profesores disidentes, miembros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), marcharon desde de Escuela Normal de Maestros al Zócalo capitalino, donde realizaron un juicio político contra la dirigente vitalicia del magisterio, Elba Esther Gordillo Morales, y el secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio, acusados, entre otras cosas, por pretender acabar con la educación pública en el país y los derechos laborales de los maestros.
Paco Ignacio Taibo II, convertido en juez y tras escuchar una larga lista de cargos y denuncias por parte de fiscales y testigos, condenó a ambos personajes a abandonar inmediatamente sus cargos, la incautación de todos sus bienes mal habidos y la reclusión perpetua en un penal de máxima seguridad, por su evidente peligrosidad social para el pueblo de México.
Esta sentencia queda pospuesta temporalmente, sólo temporalmente, hasta que el pueblo de este país tenga el aparato del Estado, dijo en su sentencia el escritor y ensayista, la cual fue aplaudida por los maestros de varias secciones sindicales del magisterio disidente que permanecían en la plancha del Zócalo.
Durante la marcha, que se inició poco antes de las 11 horas, el contingente magisterial recorrió las calles de Ribera de San Cosme, Puente de Alvarado y avenida Hidalgo. En un acto no previsto en el itinerario, casi al mediodía realizaron una breve parada frente al Palacio de las Bellas Artes, donde a las 12:15 horas estaba anunciado el concierto de la Orquesta Sinfónica Nacional, dentro de los festejos oficiales por el Día del Maestro.
En un momento de cierta tensión, los maestros disidentes caminaron desde la esquina del Eje Central y Cinco de Mayo hasta las puertas del recinto de Bellas Artes, situación que obligó a los asistentes al concierto, que estaban en la explanada, a refugiarse en el inmueble, mientras los elementos de seguridad cerraron las puertas de acero y cristal.
Sólo se observaron algunos golpes a la puerta del Palacio de Bellas Artes y se escucharon consignas en contra de la presidenta vitalicia del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y del charrismo sindical. Desde el sonido colocado en una vieja camioneta Nissan blanca se insistía en llamar a los maestros a que no cayeran en provocaciones. Los golpes a la puerta y la situación tensa generada obligaron a que minutos después arribaran decenas de elementos policiales con escudo y equipo antimotín, que se colocaron entre la puerta y el contingente de maestros de la disidencia.
Tras la breve parada de casi media hora, el contingente de la disidencia magisterial –conformado por representantes de cuando menos una veintena de estados– retomó el camino por Cinco de Mayo para llegar al Zócalo capitalino casi a las 13 horas, para dar una vuelta a la plancha y tomar su lugar frente al templete instalado por la CNTE, de espaldas a Palacio Nacional. Una enorme manta colocada en el fondo del tribunal anunciaba el juicio político contra Gordillo y Lujambio, por aniquilar la educación pública y nuestros derechos laborales.
A nombre de la CNTE, el profesor Anselmo Vázquez, del bloque democrático de la sección 7 de Chiapas, fijó la postura de la disidencia. Dijo que en el cúmulo de agravios en contra de los maestros cometidos por Elba Esther Gordillo se encuentran asesinatos de maestros, enriquecimiento personal por malversación (corrupción) de las cuotas sindicales, violación de la legalidad estatutaria en la imposición de comités espurios en las secciones de mayoría democrática, utilización de nuestros recursos económicos, estructura sindical y espacios educativos, así como de comisionados del magisterio nacional en la promoción de candidatos de diversos partidos políticos y de su propio partido Nueva Alianza.
Durante dos horas, reconocidos académicos, abogados, luchadores sociales y dirigentes, como Hugo Aboites, Gustavo Leal, Luis Bueno Rodríguez, Azael Santiago Chepi, José Enríquez González Ruiz, fungieron como fiscales para analizar las afectaciones cometidas por la maestra Gordillo en materia educativa, pero también en seguridad social, laboral, político-sindical y represión y violación a los derechos humanos del magisterio.
Las acusaciones fueron respaldadas por una decena de testigos, desde alumnos de normales que han sido reprimidos y acosados con la desaparición de sus escuelas hasta dirigentes sindicales de varias secciones.
El juicio concluyó casi a las 15 horas, con la canción Venceremos, entonada por los maestros disidentes, que permanecieron en el Zócalo hasta el final del acto y ya bajo las primeras gotas de lluvia de la tarde.

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