martes, 8 de marzo de 2011

Umbral del cambio Sergio Conde Varela Abogado


Hace poco más de 25 años, que aparecieron políticamente fogonazos comunicativos anunciando un cambio. Todo mundo se entusiasmó porque pensó, y con justa razón, que las transformaciones que se deseaban colectivamente se iban a realizar para bien de la comunidades juarense y chihuahuenses.

No fue así. Solamente se hizo cambio partidista en los mandos del gobierno y no pasó a mayores, porque lo anunciado no pudo aterrizar de manera poderosa.

Lo anterior también se repitió en el año 2000. La gente, los electores, se entusiasmaron de nueva cuenta con una mercadotecnia política bien planeada y se aprovecharon las inquietudes sociales pensando que un candidato lanzado como catapulta iba a resolver con su sola presencia la problemática mexicana.

Tampoco fue así. Para rematar en el 2006 volvieron a brillar los neoliberales asustando al electorado que si se votaba por un candidato, iban a perder hasta las casas.

Los votantes, sin entrar más a consideraciones, le hicieron caso a la propaganda y se repitió, bajo serias impugnaciones y conflictos, la posibilidad de un cambio. Nada fue real de lo anunciado.

Hoy, lacerados por el miedo, los fronterizos, hemos visto como se ha despedazado el estado de derecho. La Constitución se ha violado de manera permanente.

Las instituciones se han confundido, los poderes públicos no encuentran su función; la injusticia se retrata en el documental hecho película “Presunto culpable” y a la Suprema Corte se le pide por investigador del Colegio de México, Ariel Rodríguez, que se desmarque de la realidad para transformarla y que no sea una institución ensimismada que se entretiene con sus disputas palaciegas.

Todos los juarenses sabemos que más de 220 mil personas se han ido. Muchos, la mayoría, gente de trabajo y productividad, se han establecido allende el bravo y han hecho que las estadísticas económicas aumenten de manera considerable y dejen a Juárez con una tercera parte del padrón comercial.

Todavía con ese hecho, los organismos descentralizados como Infonavit y el Seguro Social se han apropiado de cuentas bancarias de los causantes cautivos sin tocar con una sola notificación a empresas que no están registrados ante ellos.

Todo lo anterior y mas, anuncia que del 2011 al 2012 habrá una transformación radical de la conciencia, porque no es posible, dicen grupos importantes intermedios, profesionistas y ciudadanos del común, que las cosas sigan igual.

Un país petrolero como el nuestro sigue endeudado, sin que la producción del oro negro beneficie a las grandes mayorías, No hay voluntad social, salvo la hecha por discursos, para que las cosas cambien. Estamos pues en el umbral de una gran transformación de la conciencia, de las creencias, de las acciones y de los fines, para que campee la justicia y su equidad. Son los tiempos que siempre aparecen cuando se ha agiotado la información antigua y se busca la sabiduría actual. Si las cosas no han dado resultado con instrumentos antiguos tienen que aparecer los nuevos.

Desde luego, que a muchos no les agrada que se modifique el sistema que se vive, pero las cosas han llegado a un extremo que tiene que mudarse el antiguo camino e intentar una nueva carretera para que por ella pasen las nuevas ideas.

Cuando esto se trata, algunos piensan que se trata de los anuncios hechos por los códices mayas para el año 2012, pero esto es otra cosa. Están agotadas las instituciones y nadie ha hecho lo necesario desde el punto de vista práctico para que estas resuciten, en consecuencia es lógico que cuando esto pasa, lo nuevo tiene que imponerse. Se trata no de anunciar los cambios sino empezarlos a realizar con la mayor disposición y en paz.

Estamos pues en el umbral del cambio, Hay un ejercito que ya se apresta a lanzar sus ideas para que sean evaluadas y en caso necesario adoptadas para que las cosas marchen de manera diferente pero positiva. Lo anterior no es miel sobre hojuelas, sino necesidad de llenar un hueco que se ha dejado y que ha traído inseguridad, corrupción y dolor.

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