sábado, 5 de marzo de 2011

Ahí vienen los yanquis...¿saldremos a reibirlos con porras?


¿Cómo responderá el pueblo mexicano ante una invasión militar yanqui con el pretexto del narcotráfico?
Pedro Echeverría V.

1. El embajador yanqui Carlos Pascual dijo -según publicó Wikileaks- que el presidente Felipe Calderón es un ignorante, un tonto o un incapaz, para enfrentar los problemas de narcotráfico, delincuencia organizada e insurgencia terrorista en México; pero antes Hillary Clinton, Janet Napolitano y muchos funcionarios más del gabinete de Obama -como si fuera una burla- lo habían difundido dentro del gobierno nacional. Partiendo de esa realidad, el gobierno de los EEUU ha buscado cualquier oportunidad para implantar de manera abierta a su ejército en México, aunque en los hechos más de 10 mil agentes de la CIA, FBI, DEA, agentes aduanales, agentes de embajadas y consulados, etcétera, se inmiscuyen como espías en todos los estados de la República. Pero EEUU, como siempre, en busca de “una provocación” real o hecha por él mismo, ha encontrado con el asesinato de su agente Zapata el pretexto.
2. La realidad es que los gobiernos yanquis -por su poderío militar y económico, así como por su papel de policía mundial- se sienten con todo el poder para clasificar a los demás gobiernos del mundo; por ejemplo decir cuáles son los países “democráticos”, los “dictatoriales” y los que aún están siendo “estudiados”. Durante un siglo apoyó a los gobiernos golpistas y dictadores militares: los Somoza, Batista, Strossner, Pinochet, Videla, etcétera pero, como eran “sus” dictadores los catalogó como democráticos. Por el contrario el gobierno yanqui construyó un “eje del mal” con los países críticos, con sus opositores, para hacerles la guerra y colocó a Irak, Irán, Corea, Venezuela, Cuba, Libia, Nicaragua, Bolivia y a todos aquellos países donde los yanquis son desnudados como imperialistas. Hoy se publica que la yanqui Clinton aplaude a los gobiernos de Chile, Colombia y Brasil, mientras se opone a Venezuela, Nicaragua y Cuba.

3. ¿Pero el pueblo mexicano -manipulado ideológicamente durante más de 50 años con un pensamiento pro-yanqui- tendrá la capacidad para comprender lo que significa una invasión extranjera al territorio mexicano? ¿Qué tal si nos salen con que es la oportunidad para que México todo pase a formar parte del territorio yanqui y así cobrar en dólares y de paso aprender a hablar inglés? En 1847, 1862, 1914-16, aún hubo resistencia porque existía un pensamiento nacionalista en el ejército, en los mexicanos, en una parte de sus gobiernos; pero a partir del endeudamiento, del desempleo, la emigración, pero sobre todo de la gran campaña que TV realiza aconsejando el “modo de vida yanqui”, no estoy seguro que el pueblo mexicano resista. ¿Se imaginan a Televisa, TV Azteca, Radio Fórmula, apoyando la invasión yanqui porque los mexicanos no fueron capaces de combatir el narcotráfico y, por el contrario, deberíamos aplaudir a los yanquis que vienen a salvarnos?

4. ¿Qué harán los socialdemócratas, los priístas y los panistas en caso de una invasión yanqui? Lo seguro es que la ignoren porque seguirán en sus campañas políticas por el legislativo, las gubernaturas y la Presidencia; aún más en vez de protestar, quizá negocien apoyo político por parte de los invasores yanquis. Espero estar en un error, pero por experiencia es lo que veo y siento. Aquello de que el pueblo mexicano organice guerrillas, participe en grandes movilizaciones de repudio y construya su propio ejército anti invasor, parece haber quedado en el pasado nacionalista y en países africanos, asiáticos y latinoamericanos con alta conciencia de dignidad. ¿Qué podemos hacer contra una invasión yanqui si toda la alta jerarquía del ejército, la marina y la aviación fue entrenada e ideologizada por las fuerzas armadas yanquis? Ante esta realidad no temo que nadie proteste ante una invasión; sino me llenaría de coraje y vergüenza ver que sean recibidos los invasores con aplausos.

5. El entreguismo de Calderón y de su gobierno hacia los yanquis es total. Hoy decía un analista que Calderón acude en su visita a EEUU sin programa, sin agenda, y sólo sujeto a lo que Obama le diga y le ordene. Siempre acuden los presidentes con la cabeza gacha como esperando recibir las órdenes de lamer las botas del presidente imperialista. Por eso todos preguntan: ¿A qué va Calderón a los EEUU? ¿Lo mandaron llamar para una regañiza, para que le pidan la renuncia, para anunciarle una invasión o para entregarle más armas y dinero? Nadie sabe a qué va porque no hay ninguna agenda. Pero lo que calma es que “somos amigos” de los EEUU, así como lo es Colombia, Perú, Costa Rica, Chile y otros que pertenecen al “eje del bien”. ¿Agentes yanquis armados en México para complacer una solicitad de Calderón y de la secretaria Patricia Espinosa? Eso espera el gobierno de Obama para intervenir abiertamente en México. La bronca es que, aunque no haya una resistencia abierta, es posible que se organice una cacería con altas consecuencias.

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