martes, 11 de enero de 2011

Con Calderón, autoridades no quitarán productos chatarra de escuelas: docentes


No pondrá en riesgo los compromisos con empresas que apoyan al PAN, opinan

Padres de familia: “La SEP le hace al loco; los niños pueden comprar 10 minichatarritas”

Karina Avilés

Periódico La Jornada
Martes 11 de enero de 2011, p. 30
El saneamiento de productos chatarra en las escuelas no ocurrirá en lo que resta del actual gobierno, ya que éste no pondrá en riesgo “los compromisos adquiridos con las empresas” que los producen y “apoyan financieramente las campañas del Partido Acción Nacional (PAN)”, consideraron profesores y directivos escolares.

En el primer día que se aplicaron los Lineamientos generales para el expendio o distribución de alimentos y bebidas, los padres señalaron, por su parte, que la Secretaría de Educación Pública (SEP) “le hace al loco”, porque “es lo mismo pero con diferente tamaño”. Es decir, en lugar de comprar un paquete de chatarra, los niños pueden adquirir ahora 10 minichatarritas, lo cual puede ser peor”.

Las nuevas disposiciones son una “simulación”, coincidieron en las comunidades escolares. El director de la Telesecundaria 211, ubicada en el estado de México, Carlos Velázquez Henríquez, manifestó que el gobierno de Felipe Calderón “no arriesgará el apoyo de empresas como Bimbo, porque entró condicionado por ellas. Fueron parte del engranaje que lo colocó en la silla presidencial y les tiene que responder”.

Por ello, el nuevo reglamento es “puro maquillaje. Si el gobierno quisiera atacar de verdad el problema de la obesidad y el sobrepeso –añadió– empezaría por instrumentar acciones contra la pobreza, porque muchos de esos productos se consumen por esa razón”. También, continuó, “tendría que incrementar los salarios e introducir la educación física ‘real” en los planteles, la cual no se realiza porque no tenemos maestros de educación física ni recursos, ni redes ni pelotas”.

El ex director de la secundaria 207, turno vespertino, Mario Alberto Leyva Galicia, expresó que mientras no concluya este sexenio las empresas de alimentos industrializados, como Coca Cola y PepsiCo, no saldrán de los colegios, porque los “intereses económicos prevalecerán y las campañas electorales de este año y el siguiente serán las que establecerán la marca respecto a quién se tendrá que pedir el favor”.

En ese sentido, comentó que la exigencia es sanear las cooperativas escolares de los productos chatarra. Para los planteles no representaría ninguna afectación, en términos de lo que la industria ofrece a los centros educativos –apoyo para el salón de usos múltiples o el gimnasio–, porque primero está la salud de los alumnos, destacó.
Por su parte, Manuel Zúñiga, profesor de la secundaria 76 para trabajadores y ex presidente del órgano de administración de cooperativa escolar, consideró que el gobierno federal “no elimina la presencia de las empresas en las escuelas por el poderío económico que tienen y por las contribuciones que han hecho al gobierno”.

Enfatizó que los lineamientos “son una simulación”, porque el gobierno “no entiende la dinámica de las escuelas. Las compañías aparentan que cumplen las normas, pero a largo plazo lo que va a ocurrir es que van a aumentar los precios de sus productos –que ahora tienen una menor cantidad– y al final van a salir más beneficiadas, inclusive van a ganar más”.

Eliminar la comida chatarra no es un asunto de normas, porque los expendios que se encuentran frente a las escuelas y los vendedores ambulantes seguirán vendiéndola. Abatir el problema no depende de la cooperativa, sino de la educación en el hogar, apuntó.

Por su parte, el profesor Francisco Bravo, de la escuela Leonardo Bravo, turno vespertino, dijo que los docentes realizaron una junta del consejo técnico, en la cual la visión unánime fue que las medidas implican “un sometimiento a marcas como Jumex”. Esto ha causado extrañeza, ya que en asuntos como el uniforme escolar se tiene prohibido hacer referencia a alguna marca. Entonces, “¿por qué ahora sí se hace mención explícita a ciertas etiquetas?

“La SEP se ha convertido francamente en promotora de ciertas marcas, sometiendo el consumo de los alumnos a una serie de productos de las empresas con mayor poder.”

En tanto, en la primaria Alberto Correa, turno matutino, la señora Lidia González Reyes dijo que el gobierno “nada más le hace al loco y nos trata de dorar la píldora, porque es lo mismo. La única diferencia es que los niños, en lugar de comprar un paquete de chatarra, van a adquirir 10 minichatarritas, en perjuicio de su salud”.

Arelis Muñoz, madre de Kevin, alumno de primero de primaria, sostuvo que en “lugar de engañarnos y meter cosas en pequeñito, lo que deberían hacer las autoridades es quitar esas empresas de las escuelas. Se puede invertir en alimentos sanos y no en cosas que sólo perjudican a los niños”. Su hijo indicó que en la tienda escolar les vendieron tacos, palomitas y helados.

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