miércoles, 29 de septiembre de 2010

Doble moral y asunto de matices


La cruz de sus pecados y de... ¡ sus delitos !

Ricardo Andrade Jardí

“Estas leyes son dictatoriales, son contradictorias a la democracia, denigran la representatividad de los gobernantes y de los legisladores, quienes no tienen poder absoluto, y no pueden legislar en contra de la voluntad del pueblo”, afirma el cardenal Juan Sandoval Íñiguez. Pero no nos equivoquemos. El cardenal no se refiere al IVA, no se refiere al aumento semanal de la gasolina, ni al FOBAPROA, del que posiblemente muchas empresas ligadas a la Iglesia Católica son parte, no se refiere al decreto ilegal con el que el desgobierno federal ha extinguido a Luz y Fuerza para poner en manos de Televisa la fibra óptica, hasta entonces patrimonio de los mexicanos todos, ya no más. El cardenal no hace referencia a las “nuevas leyes” fiscales y financieras que han generado los niveles más altos de pobreza en México, aunque los secretarios del desgobierno rebuznen que sólo hay seis millones de mexicanos en la pobreza. Ni se refiere el cardenal a las leyes que sirven para otorgar IMPUNIDAD a los grandes explotadores o a la omisión de aplicar la ley cuando los jerarcas del clero católico violan el Estado laico, que es sin duda algo de lo más significativo que nos hemos otorgado los mexicanos en nuestro lento y penoso tránsito a la construcción de una nación realmente plural e incluyente. No. El prelado de Guadalajara, Jalisco, afirma que el derecho a la diversidad es contra la democracia, aunque no sabemos a qué democracia se refiere o si se refiere, como los seudoperiodistas de Televisa a “su democracia”, la de ellos y de nadie más, pues en la práctica no puede haber democracia real ahí donde unos son menos iguales que los otros.

La jerarquía de la Iglesia Católica no destaca, ni por una moral congruente con lo que pregona, ni por ser una organización democrática, así que no hay porqué esperar de ella más que su oscurantismo sumado a la doble moral con la que pretende crear cortinas de humo para encubrir sus escándalos sexuales, con los que se afecta la vida de cientos de niños y de muchos adultos feligreses por las perversidades que se solapan en el seno de una iglesia que cada día es más decadente y que cada día está más lejos del pueblo, del sentir de la sociedad en general y del sentir de sus propios fieles en particular.

Pero efectivamente no le falta razón al cardenal cuando dice: “estas leyes son dictatoriales, son contradictorias a la democracia, denigran la representatividad de los gobernantes y de los legisladores, quienes no tienen poder absoluto y no pueden legislar en contra de la voluntad del pueblo”. Sólo que es un asunto de matiz. Las leyes que son dictatoriales, por ejemplo, el aumento al IVA, el FOBAPROA o la dichosa Iniciativa Mérida, son dictatoriales y contrarias a la voluntad popular, son reformas constitucionales que han puesto la soberanía alimentaria en riesgo en el marco de una democracia que no es democracia y de una libertad que sólo es discurso, las que otorgan IMPUNIDAD a ladrones banqueros o autores de la devastación ambiental, a los dueños de comida chatarra o a los concesionarios de bienes públicos que se comportan como dueños de lo que no es suyo; son denigrantes, efectivamente, las leyes que se busca aprobar sobre la flexibilidad laboral o las que les niegan prestaciones laborales al pueblo trabajador, y en algunos casos también católico, aunque el cardenal esté ocupado de ensalzar la doble moral de su decadente iglesia con el afán de dividir aún más a la sociedad mexicana, de la que, por cierto, la jerarquía católica sólo se acuerda cuando necesita escándalos, que a su vez oculten sus perversos, dictatoriales y denigrantes escándalos.

Nosotros y Ustedes Renward García Madrano

Estimados amigos:

El pasado lunes, un buen amigo me envió la transcripción de una entrevista de un delincuente brasileño con un periodista de O Globo. El texto me causó tal horror que decidí tomarlo como tema para el artículo adjunto que espero sea de su interés. Saludos.

Renward García Medrano


En México se combate al narcotráfico no con los cuerpos policiacos, que están penetrados, corrompidos y no cuentan con el equipo y el entrenamiento necesario, sino con la fuerza de última instancia de un Estado que, sin embargo, no es la adecuada, pues los soldados y marinos no tienen vocación de policías, no están entrenados ni formados para eso, sino para defender al país de un eventual enemigo extranjero y para ayudar a la población cuando sufre desastres.

En la cálida conversación con Ignacio Solares, el pasado miércoles en la Sala Netzahualcóyotl, José Emilio Pacheco, el poeta, hizo una observación muy inteligente que recupero: un ejército regular no puede combatir a un enemigo irregular, y su irregularidad, opino, se debe a que no es externo, sino interno, está intercalado en las comunidades y eso lo hace casi invisible, tiene un enorme poder ofensivo, recursos financieros prácticamente ilimitados y está fraccionado en grupos, a veces rivales pero todos enemigos del poder público, sobre todo cuando éste les ha declarado la guerra.

Prácticamente no se ha actuado en contener primero y revertir después las condiciones socioeconómicas y culturales que inducen la incorporación de jóvenes y familias enteras a las actividades relacionadas con ese delito y fomentan la mimetización de los delincuentes con las comunidades.

En los altos círculos del gobierno se prefiere ignorar o, peor aún, se disfrazan y falsifican problemas tan grandes como la pésima calidad de la educación en todos los niveles, la insuficiencia de espacios en educación media y superior, el desempleo cuyos efectos devastadores en el ánimo de la gente no se mitigan con la generación de empleos informales de baja calidad y peores salarios, la descomposición de la familia y la comunidad.

La negación gubernamental de estos fenómenos, que son evidentes para todos los demás, ayuda directamente al enemigo que se pretende combatir, primero, porque favorece la mimetización de los delincuentes con el resto de la población y, segundo, porque induce a los jóvenes a integrarse como tropa en los grupos de sicarios.

Menos aún se reconocen o siquiera se mencionan los efectos de este abandono sobre la cultura y las bases mismas de la convivencia pacífica, como lo refleja la estrujante película El Infierno de Luis Estrada. Parece no haber una conciencia clara en los órganos del Estado ni en la sociedad de las posibles consecuencias para el país del deterioro cultural y la dislocación de los valores morales y cívicos de la civilización.

Un ejemplo aterrador de lo que esto significa, en la práctica, está en la entrevista que un delincuente brasileño llamado Marcos Williams Herbas Camacho, alias Marcola con un periodista del diario O Globo, uno de los más importantes de su país. Marcola concibe a la humanidad, o más precisamente a los brasileños, dividida en dos grupos antagónicos: Nosotros y Ustedes.

Nosotros son los pobres y olvidados, los marginados y relegados a las favelas que rodean a las ciudades; los que aprendieron a odiar en medio de la miseria más abyecta heredada de muchas generaciones. Ustedes son todos los demás: funcionarios públicos, policías, clases medias e incluso gente pobre que trata de vivir y mejorar dentro del orden social e institucional establecido.

Nosotros son una mezcla de resentimiento social, sed de venganza contra Ustedes, violencia extrema y un lenguaje hecho para humillar y aterrorizar al interlocutor inmediato y al anónimo que lee esas palabras con espanto; En Nosotros se sintetiza la revancha social de quienes vivieron aplastados durante siglos y que ahora, gracias al narcotráfico y los delitos colaterales, se han convertido en “una empresa moderna, rica” y temeraria: “Nosotros no tememos a la muerte. Ustedes mueren de miedo”.

Marcola tiene una visión clara de las ventajas de Nosotros sobre Ustedes, pues mientras que los primeros usan la violencia sin restricciones legales o morales, los segundos lo hacen con la misma brutalidad pero acotados por el burocratismo inherente a los órganos del Estado.

Nosotros, según él, tienen una infinita agilidad de gestión, luchan en su propio terreno, tienen el más moderno armamento, llevan la ofensiva y “somos crueles, sin piedad”. En abierto contraste, Ustedes son lentos, operan en terreno desconocido, carecen de agilidad para modernizar permanentemente su armamento, están a la defensiva y “tienen la manía del humanismo”.

Nosotros somos hormigas devoradoras, escondidas en los rincones. Tenemos hasta misiles anti-tanque.

No sólo eso. Las comodidades de Ustedes actúan a favor de Nosotros, pues mientras los medios de comunicación han erigido a los delincuentes en “súper-stars”, “Nosotros los tenemos (a Ustedes) como payasos”.

Los órganos de seguridad pública son odiados por la gente de las villas miseria porque han sido los brazos represores del Estado; en cambio “Nosotros somos ayudados por la población de las villas miseria, por miedo o por amor”.

Sean o no exageradas las apreciaciones de Marcola y aunque muchas de ellas no pasen de alardes de arrogancia, son una muestra representativa del odio a la sociedad que se ha ido acumulando y perfeccionando al grado de crueldad entre los pobres, a quienes el crimen organizado les ha dado empleo, autoestima y prestigio.

“No hay más proletarios, o infelices, o explotados, dice Marcola. Hay una tercera cosa creciendo allí afuera, cultivada en el barro, educándose en el más absoluto analfabetismo, diplomándose en las cárceles, como un monstruo Alien escondido en los rincones de la ciudad. Ya surgió un nuevo lenguaje. Es eso. Es otra lengua”.

Estoy lejos de plantear una equivalencia entre pobreza y crimen, pero cuando las privaciones materiales se conjugan con la marginación social y el desdén cultural, la pobreza es un paso hacia la violencia, en algunos casos revolucionaria y en otros, como el de los sicarios, delictiva.

En todos los tiempos y en el mundo entero ha habido pobres que caen en la delincuencia, pero hay dos ingredientes propios de nuestro tiempo: la capacidad del crimen organizado para generar empleo y recursos en poblaciones marginales y el diario bombardeo de mensajes televisivos sobre formas de vida y consumo que existen, claro, pero no están al alcance de los pobres y marginados.

Es natural que surja el resentimiento social en gran escala, y también es inevitable, pues la globalización y la revolución de las telecomunicaciones que le es inherente han penetrado en todos los rincones de la sociedad, incluso en los más íntimos, y reafirman todos los días y todo el día el contraste entre lo que otros tienen y Nosotros deberíamos tener.

Por si eso fuera poco, la televisión, al menos en México, se ha convertido en el principal agente aculturador mientras la escuela pública ha sido tomada en rehén por organizaciones sindicales degradadas en que se sustenta el poder político.

Éste es un problema capital que los gobiernos han ignorado y que puede ser el preámbulo de una descomposición social y de valores aún más grave, que no se limitará a los grupos que dependen de la delincuencia, sino que se expandirá y pondrá en jaque las pautas básicas de la convivencia civilizada en el país.

“Toda la fuerza del Estado”, como le gusta decir a los presidentes, no ha podido aplastar al crimen organizado en Ciudad Juárez y Monterrey, en Tamaulipas y Durango. Esto no se debe sólo ni principalmente al poder ofensivo de las organizaciones delictivas, sino a la capacidad de éstas para someter a las poblaciones “por miedo o por amor”, como dice con razón Marcola.

Si tan sólo fuera por esto, habría llegado la hora de abordar en serio el problema del crimen organizado y revertir las condiciones sociales –miseria, ignorancia, abandono, degradación del núcleo familiar, etc.– que hacen posibles monstruosidades como la que representa Marcola, que dice de sí mismo “yo soy una señal de estos tiempos”.

Renward García Medrano

renward3@prodigy.net.mx

Madurez Carlos Murillo González


La madurez o lo que entendemos como tal, suele entenderse e interpretarse como un estado de estabilidad emocional e intelectual, de un mayor grado de conciencia en la plenitud de los sentidos, experiencia de vida y visión hacia el futuro. Si esto sucede en lo individual, ¿será también posible a nivel de una ciudad, una nación, de la sociedad misma? Veamos.

Sexualidad. El sexo es un tema bastante incómodo para las personas. Si nos atenemos a las teorías de Michel Foucault, Sigmund Freud o Willheim Reich, en la medida que vamos recuperando nuestra sexualidad, vamos recuperando la libertad, la alegría de vivir, la realización personal en detrimento del poder que ejerce sobre nosotros el control político-religioso de la sexualidad, tan común desde siempre. Esto significa que a mayor comprensión y disfrute del sexo, menor el prejuicio antisexual y mejores relaciones sociales.

Política. Generalmente la gente rehúye acercarse o hablar sobre política. Esta actividad tan profundamente humana es a la vez causa y efecto de nuestro destino. Si vamos entendiendo la naturaleza política humana (el ser humano es un animal político, de acuerdo a Aristóteles) vamos cambiando a la vez nuestra percepción y participación en las cuestiones públicas en vez de alejarnos de ellas. En la medida que vamos aceptando nuestro ser político en vez de negarlo, necesariamente suceden cambios a nivel social y para su beneficio.

Economía. La actividad económica es también inherente al ser humano. Es, según Karl Marx, la acción por la cual se nos hace visible y patente la realidad (objetividad) el fundamento de la realidad social es económica. La ambición y avaricia se anteponen al interés común en forma egoísta. Si podemos vivir en armonía con la naturaleza; si entendemos el valor de las cosas más allá del dinero y si sabemos convivir socialmente en paz en vez de explotar, engañar y destruir, la economía se vuelve solidaria, inteligente y amigable con la vida.


Cultura. La cultura es hereditaria y a la vez se perpetúa o transforma todos los días. ¿Cómo sabemos cuándo la cultura de una sociedad dada es ya madura? Nuestra actividad humana es compleja, con tantas cosas que aprender y memorizar todos los días y para el resto de nuestra existencia; la cultura es finalmente lo que nos distingue del resto de los seres vivos. Si vivimos en una sociedad donde impera la justicia, donde no hay problemas sociológicos graves (pobreza, hambre, ignorancia) si podemos entablar diálogos para resolver conflictos y estamos en paz con nosotros mismos(as) y otras sociedades, entonces esa cultura está en plenitud de su madurez.

¿México es un país maduro? Llevamos doscientos años de haber empezado nuestra autonomía y vida independiente como país, con un sinnúmero de problemas y tragedias, muchas de ellas todavía sin resolver y con peligros constantes por enfrentar. Sin duda la experiencia mexicana es rica en su historia y presente, pero ¿hemos aprendido del pasado y estamos conscientes del presente y de los posibles escenarios futuros? La respuesta indudablemente está a la vista de todos y todas.

Si nos damos cuenta, la madurez no tiene tiempo o edad, sino que es una actitud que se asume frente a la vida, como viene. En las naciones, como en las y los individuos, se requiere haber experimentado la vida para comprenderla y así poder actuar en consecuencia. Las costumbres y los hábitos forjan la cultura, así sea ésta contradictoria o inconsciente. No es que se dejen de cometer errores, sino que se reconocen humildemente y se componen, así se requiera desaprender prácticas y hasta usos y costumbres.

México es un país joven todavía, cada determinado tiempo su sociedad hace repaso de su existencia y en consecuencia toma acciones para transformarse. Así ha sido posible pasar de nación independiente a la defensa contra el invasor extranjero, la destitución de políticos nocivos o la terminación de sistemas económicos deplorablemente dañinos. Pero todavía nos falta, pues pasado un tiempo, como en las familias con integrantes alcohólicos, volvemos a caer en las mismas situaciones.


Hoy vivimos una situación extrema en cuestión de seguridad pública y economía en declive. Los enemigos acechan dentro y fuera de la república; ciudades grandes e importantes como Monterrey y Ciudad Juárez o estados como Tamaulipas se colapsan ante el crimen organizado y el discurso estéril de las “autoridades” más su vacío de poder. Hay un peligro real cuando las instituciones del Estado se pudren por dentro y no pueden dar cauce a las legítimas demandas de la sociedad porque son parte del problema a través de su clase política. Hoy por hoy requerimos de madurez para resolverlos.

Estamos en el otoño, la estación del año que significa la madurez de la vida. Cada vez que México actúa con madurez hay cambios trascendentales. Por alguna razón, durante el otoño suceden esos cambios, y si hacemos caso omiso de las coincidencias, entonces es seguro que algo pase durante este periodo. Que la reflexión madura nos lleve a la acción madura.

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Embargo precautorio - FRANCISCO ORTIZ BELLO - Analista Político

No, los delincuentes que se metieron al C-4 (por la cocina según el gobernador) no robaron nada, simplemente embargaron bienes a cuenta de lo que creen les pertenece.

Así de crudo, grave e irónico se presenta este asunto de la irrupción de grupos criminales, en lo que debiera de ser el impenetrable búnker de seguridad del gobierno estatal.

En la columna “De los reporteros” de esta casa editora, publicada ayer, se da cuenta de los detalles sobre la “salida”, el pasado viernes, de Saúl Hernández de la Dirección de la Cipol, luego de la quema de patrullas de esa dependencia en un taller mecánico, y el mensaje encontrado en una manta reclamando el pago o devolución de “un dinero”.

Este robo de armamento y equipo diverso en el C-4 de la capital chihuahuense, que podría alcanzar más de 100 armas largas, además de cartuchos y chalecos blindados, dejó en evidencia el nivel de infiltración que hay en la SSPE ya que, sin disparar un solo tiro, los delincuentes violaron el que debería de ser un recinto impenetrable. Sin embargo, otro hecho llama la atención.

También en esta ocasión el comando armado que ingresó y robó las armas, dejó un mensaje. También dirigido a Saúl Hernández. Le siguen exigiendo la devolución de un dinero.

Pero no sólo es la SSPE en donde hay corrupción e infiltración del crimen organizado. La PGJE no resiste una auscultación detallada.

En las páginas de este rotativo se han detallado los numerosos casos específicos en los que, por deficiencias en la integración de las investigaciones de los agentes ministeriales o de los ministerios públicos, los jueces han tenido que ordenar la liberación de prominentes delincuentes.

Tampoco el Poder Judicial escapa de este cáncer. El pasado 9 de septiembre El Diario publicó que un Juez de Garantías dejó en libertad a un presunto secuestrador, o el caso de la liberación de Sergio Rafael Barraza Bocanegra a quien los jueces Netzahualcóyotl Zúñiga Vásquez, Rafael Boudib Jurado y Catalina Ochoa Contreras absolvieron del asesinato de Rubí Marisol Frayre Escobedo, sentencia que fue después revocada por un tribunal de casación, tan sólo por ilustrar algunos de las decenas de casos que se han presentado.

Los señores legisladores chihuahuenses tampoco han hecho nada positivo al respecto. Por cientos se cuentan las historias de delincuentes con más de 4 o 5 ingresos a los diferentes penales de la entidad, sin que hasta hoy se considere la reincidencia como una agravante de cualquier delito. Es más, ni siquiera existe el método o procedimiento sistemático para verificar, indubitablemente, si algún detenido tiene cuentas con la justicia o ha sido procesado en el pasado por diversos delitos.

Y los órganos federales de justicia tampoco salen bien librados en esta revisión. Han sido públicos y notorios sus fracasos al hacer presentaciones de grupos de supuestos megasicarios, capturados por la Policía Federal o los militares, que después son procesados sólo por delitos menores a pesar de que son detenidos en poder de potentes armas, cartuchos, droga, autos robados y un sinfín de artículos que evidencian su actividad ilegal.

En este escenario, con estos antecedentes y en el contexto actual, no resulta sorpresivo ni extraño que se viva la crisis de seguridad que hoy vivimos en Chihuahua y en especial en Juárez, lo que no quiere decir que sea normal ni soportable, pero lo explica.

Por eso las palabras del gobernador, al explicar el asalto al C-4 diciendo que alguien les había abierto las puertas de la cocina, cobran una especial relevancia, porque de igual manera, “alguien” les abrió las puertas del estado entero y permitió que el crimen organizado se apoderara de las calles y de la vida de los ciudadanos.

Por eso, cuando El Diario escribió en su editorial del domingo 19 ¿Qué quieren de nosotros?, en su afirmación de que “…Ustedes son, en estos momentos, las autoridades de facto en esta ciudad, porque los mandos instituidos legalmente no han podido hacer nada para impedir que nuestros compañeros sigan cayendo…”, no hace sino retratar fielmente una realidad que, puede chocarles a las autoridades, pero es del tamaño del Monte Everest.

Todos en Juárez sabemos que cientos de comerciantes, empresarios, médicos y diversos negocios, desde el más grande al más pequeño, pagan una cuota para que no sean molestados por los señores del crimen organizado. Si alguien en esta ciudad quiere evitar ser asaltado, secuestrado o ejecutado, debe pagar por ello. Eso es una realidad que nadie ha podido evitar.

Sin embargo, como sociedad también tenemos una gran responsabilidad en todo este patético escenario: hemos permitido que las autoridades de todos los órdenes de gobierno, de los tres poderes, hagan lo que quieran.

Los políticos, con sus decisiones equivocadas o con sus omisiones evidentes, nos han puesto en esta terrible realidad, pero la apatía e indiferencia ciudadana ha ratificado esas pifias.

Como sociedad, es necesario demostrar que somos capaces de organizarnos, de vigilar, de supervisar, de exigir, de decidir y no sólo de tomar un arma para hacer justicia por propia mano lo que, irremediablemente, nos llevaría a la “Ley de la Selva” en donde sólo es el más fuerte el que prevalece, y ahí… las llevamos todas de perder.


Recomendaciones al Presidente - Miguel Ángel Granados Chapa - Periodista




Distrito Federal–
Aunque quizá sea demasiado pronto para que ocurra, no ha habido reacción de Los Pinos a la severa admonición que el viernes pasado le dirigió la organización Human Rights Watch, con copia al secretario de Gobernación y a los embajadores Arturo Sarukhán y Carlos Pascual. Ignoro si al menos se dio acuse de recibo. Y el vocero del gobierno federal Alejandro Poiré, tan presuroso a reprender a El Diario, de Ciudad Juárez y a hacer suya la presunción sobre los motivos personales que causaron el asesinato del reportero gráfico Luis Carlos Santiago, de 21 años de edad, no se ha ocupado del documento del 24 de septiembre.

En él, al que me referí ayer (centrando mi atención en la grave situación de Tijuana, muestra de cómo se atropellan los derechos humanos en aras de la seguridad), el influyente órgano civil de derechos humanos hace al presidente Calderón, destinatario de la carta varias recomendaciones. Comienza sugiriéndole, “respetuosamente”, que públicamente manifieste “que el respeto a los derechos humanos es un aspecto integral de las medidas de seguridad pública de su gobierno, así como respaldar estas afirmaciones mediante el fortalecimiento de la legislación, instituciones y prácticas para proteger dichos derechos”.

Human Rights Watch reprocha al Presidente la emisión de mensajes contradictorios en esta materia, eufemismo para no hablar de un doble lenguaje, expresión vitanda en una comunicación que, si bien es severa y seca, no está exenta de formalidades. HRW reconoce que al iniciarse en agosto pasado los “Diálogos para la seguridad”, Calderón expresó “total apertura para escuchar todas las propuestas que busquen genuinamente contribuir a la solución de este problema”. Eso no obstante, “durante más de cuatro días de sesiones con la sociedad civil, no mencionó los derechos humanos en ninguno de los nueve discursos que pronunció, ni tampoco invitó a ninguna organización no gubernamental de derechos humanos a participar”. También establece HRW la contradicción que hay entre las palabras presidenciales ante legisladores (la “convicción del Ejecutivo federal de que la premisa mayor de la protección de los derechos humanos en este combate”) con la inequívoca declaración de hartazgo (“ya empiezan a cansar”) ante “las cantaletas”, designación ofensiva que dio a las denuncias contra abusos de militares.

Para disolver esas contradicciones, la organización internacional sugiere a Calderón “respetuosamente que adopte las medidas necesarias para asegurar que el respeto a los derechos humanos forme parte de todas sus iniciativas gubernamentales para mejorar la seguridad pública, tanto en sus compromisos retóricos como en la práctica”.

A propósito de la inseguridad de periodistas y defensores de derechos humanos, Human Rights Watch recomienda al Presidente establecer un “organismo independiente” que reciba denuncias sobe amenazas a personas dedicadas a aquellos menesteres, que “actúe inmediatamente para evaluar el riesgo que enfrentan, cuente con los recursos necesarios…para proteger a estas personas cuando sea necesario y reciba aportes y evaluaciones de las organizaciones de la sociedad civil”.

HRW asesta una recriminación muy puntual a Calderón. El relator especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, profesor Phillip Alston, solicitó al gobierno hacer una visita formal sobre el tema de su incumbencia: “Qué lástima que su gobierno no autorizó a tiempo ese viaje”, deplora Human Rights. Ahora es demasiado tarde, porque Allston terminó su mandato en julio pasado aunque, recomienda la organización con sede en Washington, “sería de la mayor importancia que su gobierno gestione una visita del nuevo relator…a la brevedad posible, ojalá antes de que concluya el presente año”.

Hay temas en que en esta carta se pasa de la sugerencia a la exigencia. “Lo exhortamos dice la misiva– a cumplir este compromiso enviando una propuesta al Congreso a la brevedad posible para modificar el Código Militar y asegurar que todos los casos de violaciones de derechos humanos contra civiles sean investigados y juzgados por el sistema de justicia penal ordinario”. HRW se refiere al compromiso de Calderón de cumplir la sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos sobre la desaparición de Rosendo Radilla, a manos de militares, ocurrida en 1974.

La organización civil ha expresado repetidamente su preocupación sobre la impunidad de los militares que violan derechos humanos. Una delegación suya estuvo en México en abril de 2009 a investigar el fenómeno, que se expresó en un informe presentado en marzo de este año, bajo el título Impunidad uniformada. En la carta del viernes pasado sintetiza su añeja preocupación al respecto: “La falta de condenas a soldados que cometen abusos graves demuestra que el sistema de justicia militar en México no permite una rendición de cuentas adecuada”.

¿Quiénes son, quiénes se creen estos extranjeros que suponen posible cantar las cuarenta (como se dice en España) al Jefe del estado mexicano. ¿Por qué ha de responder éste a sus observaciones? Dos razones al menos deben mover al gobierno mexicano a no pasar por alto esta severa llamada de atención. Una consiste en que ningún país puede ahora escapar al escrutinio de organizaciones civiles de presencia mundial como Amnistía Internacional o HRW. Y la otra estriba en el papel que Human Rights juega en los centros de poder y de opinión de Washington. Su descalificación puede repercutir en la idea del Congreso sobre México.

Chocan la UdeG Y Emilio González

Bajo Reserva | Periodistas de EL UNIVERSAL


¿Emilio González Márquez o Raúl Padilla López? ¿El gobernador de Jalisco o el ex rector de la Universidad de Guadalajara? Mejor no apueste: pueden ganar los dos, o perder los dos. Difícilmente uno u otro se dejará vencer. Son dos poderes en confrontación, y no son menores. ¿Por qué pelean? Porque el gobierno estatal quiere ahorcar a la UdeG, y la UdeG doblar al mandatario estatal, en la víspera de las elecciones de 2012. Y porque son dos proyectos muy diferentes, que piensan en Jalisco de manera muy distinta. El problema es que González Márquez, identificado con la ultraderecha, está usando el dinero para presionar: retuvo las partidas a la universidad para supuestamente decir quién manda. Y apenas este lunes entregó un cheque de 245 millones de pesos a horas de que la Casa de Estudios se quedara sin dinero para pagar la nómina. Aun cuando los recursos son federales y vienen de la SEP ya etiquetados. El gobierno local es sólo un puente. Entonces los líderes universitarios y Padilla (una especie de “líder moral” de UdeG), ligados a la centro-izquierda, sacarán colmillos y mostrarán de qué están hechos. Hoy intentarán poner en las calles a 100 mil individuos. Marcharán intelectuales, activistas, maestros, alumnos, políticos: marcharán los alcaldes de Guadalajara, Tlaquepaque y Tonalá, Jorge Aristóteles Sandoval, Miguel Castro Reynoso y Antonio Mateos Nuño, respectivamente, entre otros. ¿Emilio o Raúl? No apueste: la moneda seguirá un rato en el aire.

Felipe Calderón y Julio César Godoy podrían compartir palco. Sí, porque el coordinador de la bancada del PRD en el Congreso del estado, Mauricio Prieto Gómez, invitó al diputado federal a las fiestas conmemorativas por el 245 aniversario del natalicio de José María Morelos, mañana, en Morelia. Nos dicen que el gobernador Leonel Godoy, hermano del antes prófugo, sería el orador principal. Otros, que el Presidente.

Otras de estudiantes, maestros y gobiernos locales. En Durango, la Universidad Juárez y el mandatario Jorge Herrera, quien lleva sólo 14 días en el cargo, están en un juego de vencidas. Ayer el Congreso local recibió una iniciativa del Ejecutivo para modificar la Ley Orgánica de la institución e interrumpir el proceso de elección del rector para impedir que Rubén Calderón Luján se reelija en el cargo. Los estudiantes y autoridades afines al rector con licencia (así lo pide el proceso de elección) tomaron el Congreso para impedir la sesión. Y en eso andan. Mientras, en la Universidad Autónoma de Chapingo, denuncias de estudiantes sobre la presencia de porros hizo que la institución fuera tomada y cerrada por otro movimiento. Así andan las cosas.

Apunte final: De plano agarrará hoy su avión a Tabasco. El coordinador del PT en el Senado, Ricardo Monreal, irá a la casa del gobernador Andrés Granier para reclamarle en persona las inundaciones, la falta de desagüe de las presas, su relación con la CFE y el otorgamiento de contratos a empresas privadas. Dice que no le contesta sus peticiones de audiencia. Monreal es duro: quizás hubiera sido mejor para Granier responder el teléfono.

Astillero

Ríos revueltos

Incapacidad operativa

Simulación y desorden

Michoacanazo faccioso

Julio Hernández López

En el hangar del gobierno de Oaxaca, el secretario de Gobernación, José Francisco Blake Mora, y el gobernador de la entidad, Ulises Ruiz Ortiz, se reunieron ayer para coordinar las acciones de rescate y de apoyo a la comunidad de Santa María Tlahuitoltepec, en la sierra MixeFoto Notimex
Entre el pasmo, la corrupción y el desorden institucional, mal funcionan en momentos de crisis los sistemas gubernamentales de protección civil. No puede ser de otra manera si los cargos directivos de esas oficinas son entregados en los diferentes niveles de gobierno a personajes habilitados por motivos partidistas o grupales y si los correspondientes presupuestos –en los planos federal y estatales– son manejados con ánimo de lucro particular, una especie de botín cuyas cuentas suelen diluirse entre urgencias que tapan irregularidades y desviaciones.

La capacidad de prevenir, reaccionar y dar posterior atención a los damnificados por desgracias naturales está condicionada por la triste realidad política nacional: politiquerías, celos partidistas, corrupción voraz, impreparación y una enorme vocación simuladora. Un sistema político enfermo sólo puede ofrecer a la sociedad dosis de su propia patología para aparentar que se atienden y combaten los infortunios circunstanciales. La naturaleza desquicia y lesiona, pero la estructura institucional de defensa de la sociedad apenas logra hacer como que hace, con los políticos gobernantes constituidos en buscadores obsesivos de testimonios mediáticos de efímera eficacia.

En Oaxaca se vive un largo y criminal abandono. Ulises Ruiz ha destinado buena parte de los fondos públicos a aventuras electorales y a las cuentas particulares de sus amigos, aliados y familiares, restando ese dinero colectivo a la atención de las necesidades sociales. A él, como a Fidel Herrera en Veracruz, el río revuelto de las desgracias súbitas les ayuda a eludir controles sobre el pasado mal administrado e incluso les provee de recursos frescos y una especie de restitución del poder maltrecho. Felipe Calderón, por su parte, visita lugares dañados por inundaciones que recibirán promesas y palabras dichas ante cámaras y micrófonos aunque las cosas sigan casi iguales apenas el viajero se retire.

Ayer, el mal tiempo le impidió a FC incluso visitar Tabasco, Chiapas y Oaxaca, en un contexto de confusión operativa que a la hora de cerrar la presente columna mantenía una densa imprecisión respecto al tamaño de lo sucedido en Santa María Tlahuitoltepec, Oaxaca, donde por la mañana se había hablado de unas 300 casas sepultadas por el desgajamiento de un cerro, lo que habría provocado centenares de muertes, acaso un millar, mientras por la noche se decía que eran apenas siete, según anuncio de Calderón hecho a partir de un reporte del gobernador Ruiz, que más tarde sería corregido por el secretario de Gobernación, que puntualizó que no se podía confirmar ninguna muerte. Tal vez lo único claro, cierto y oportuno haya sido una nota publicada 15 días atrás en el Oaxaca Hoy, http://bit.ly/9Dl4xw, en la que el reportero Alfonso Cruz López informaba que se estaba produciendo una gran grieta en el perímetro del cerro de Tlahuitoltepec, que los muros de las casas se estaban desmoronando y que “de un momento a otro el cerro se hundirá, y con él decenas de viviendas”, por lo que “se teme que una tragedia ocurra en la zona”. Quince días atrás.
En otro rubro de desgobierno y montajes mediáticos: el 26 de mayo de 2009 la administración calderonista dio a la estructura gubernamental de Michoacán el golpe más espectacular de su “guerra” contra el narcotráfico. En unas horas fueron detenidos 10 presidentes municipales, 17 servidores públicos relacionados con asuntos de seguridad pública y procuración de justicia y un juez del fuero común. La operación, popularmente conocida como el michoacanazo, fue realizada por policías federales y militares bajo la presunción de que los detenidos formaban una red de ayuda y protección a miembros del cártel de narcotraficantes conocido como La Familia.

Esa misma noche, el vocero de la Procuraduría General de la República, Ricardo Nájera, aseguró que las aprehensiones eran “el resultado de una indagatoria de seis meses, que combinó las capacidades de investigación policial y ministerial, en campo y gabinete, apoyada en la sistematización de las indagatorias y el análisis y cruces de información en diferentes bases de datos, entre otras actividades realizadas por las autoridades federales”, según nota de Gustavo Castillo García, http://bit.ly/dp4Z0H en La Jornada. El embate panista contra el perredismo cardenista en una entidad que desea gobernar la hermana del actual ocupante de Los Pinos se dio sin avisar siquiera al gobernador Leonel Godoy y con graves abusos: “Los policías federales irrumpieron armados y con pasamontañas en palacio de gobierno amenazando a los guardias del recinto, y en las oficinas de la Procuraduría de Justicia, sin haber cumplido el procedimiento” establecido para realizar cateos en esas instancias públicas, denunció el mandatario estatal, quien entregó carta de protesta y video probatorio al entonces secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont.

El golpe calderonista se produjo a pocas semanas de las elecciones intermedias de 2009 y se ganó extendida acusación de que lo movían intenciones partidistas. El número de detenidos creció en posteriores días hasta llegar a 35. De ellos, ayer salió libre el acusado número 34. Todos los liberados lo han sido porque los expedientes armados por el gobierno federal, y las posteriores diligencias acusatorias, no mostraron pruebas de los delitos que se les adjudicaban. Es decir: jurídicamente son inocentes. El michoacanazo queda, pues, como una tajante demostración del uso faccioso, partidista y electoral que el calderonismo hace de los instrumentos de presunta procuración de justicia. Uso impune y sostenido. ¿Alguien tiene responsabilidad y debe ser castigado por el levantamiento de esa ficción jurídica y por los daños institucionales, familiares y personales que provocó?... Y, mientras el embajador de Estados Unidos en México insiste en ofrecer el apoyo de su país para combatir a la delincuencia desbordada acá, ¡hasta mañana, con César Nava regalándole departamento de 15 millones a su Patylú y con la boda gaviotona fijada ya para el 27 de noviembre!

Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx • http://twitter.com/julioastillero

Sobre mojado. Hernández.

Piel de Cordero. Rocha.

Territorio narco, Fisgón.

Peña Nieto-La Gaviota: La otra cara del romance pactado


Jenaro Villamil



MÉXICO, D.F., 28 de septiembre (apro).- Algo tienen los publicistas de Enrique Peña Nieto que no contrastan las versiones que pretenden difundir en revistas del corazón como Caras, de Televisa, o la española Hola! o Quién, del Grupo Expansión, sobre el “romance genuino” entre el gobernador mexiquense y la actriz de Televisa, Angélica Rivera.

Ahora ambos aparecen en la portada de la revista de socialités de la empresa de Emilio Acárraga Jean. El despliegue es delirante: 25 páginas para informarnos que se casarán el 27 de noviembre y que su amor no es un spot ni un infomercial a cuenta del erario del gobierno del estado de México. Por supuesto, con la difusión de esta entrevista pretenden desviar el interés sobre las reformas electorales en el estado de México que representan un retroceso democrático de dos décadas.

La entrevista busca “aclarar” lo que tanto se ha señalado sobre el reality. En el segundo párrafo del publirreportaje se pretende desmentir lo que ha ganado en la percepción pública: que esta relación forma parte del montaje publicitario para “vender” una imagen adecuada para un precandidato presidencial sin luces propias ni mucha trayectoria.

“Como figuras públicas que son, mucho se ha dicho acerca de su romance de dos años. Comentarios desde que es estrategia de mercadotecnia para hacer una precampaña presidencial para 2012, que la relación es un montaje, que obligan a sus hijos a aparentar que se quieren y que todo es idea de Televisa, son algunos de los argumentos sin fundamentos que han circulado en los medios de comunicación en relación con su romance”, advierte la nota firmada por Lucía Alarcón Zamacona.

Sin embargo, las incongruencias son claras en la “versión rosa” de una relación que debería estar en el ámbito privado, pero que tanto Peña Nieto como Televisa y Angélica Rivera han insistido en ventilar como si fuera un asunto digno de paparazzis.

En la revista Caras, Angélica Rivera y Peña Nieto dan una versión distinta a la que promovieron en la revista Hola!, en su edición del 30 de diciembre de 2009. En ambas aparecen como pareja de portada promoviendo el único tema que se les viene en mente: su futura boda.

El texto del publirreportaje de Hola! (donde pagaron 12 páginas para difundir la visita de Peña Nieto y Rivera a El Vaticano y su “boda inminente”) relata esta versión de su romance:

“Superados los momentos difíciles y con los papeles que la declaraban soltera de nuevo en la mano, Angélica encontró un año más tarde nuevamente el amor en el atractivo político Enrique Peña Nieto, cuando él la buscó para que fuera la imagen de la campaña del estado de México (subrayado propio) ‘Los 300 Compromisos Cumplidos’. Así se conocieron y, poco después, se enamoraron”.

El guionista de este reality amoroso no leyó esta versión. En la última edición de la revista Caras, Rivera relata que así fue su incorporación al proyecto publicitario de Peña Nieto:

“Pasaron como dos años, me puse a trabajar, terminé la telenovela Destilando Amor y, de repente, me hablaron para que fuera la comunicadora del estado de México. Todo fue muy rápido, me llamaron de Televisa porque querían que estuviera en el proyecto; ‘hola, con mucho gusto’, se va a hacer esto y hasta ahí quedó. Hice los comerciales y la comunicación; y nos fue muy bien. El me habló por teléfono para darme las gracias y para invitarme a cenar. Yo no salía con nadie, estaba dedicada a mi casa, no tuve ese tiempo de una mujer soltera que iba a conocer a alguien”.

¿Quién la mandó a llamar: Peña Nieto o Televisa? ¿Son lo mismo? Las contradicciones se relacionan con una historia poco conocida: en realidad, el artífice de que Angélica Rivera llegara a la campaña promocional del gobierno del estado de México fue el publicista Juan Carlos Limón García, de la empresa ByPower, que no pertenece a Televisa.

A recomendación de un amigo de Limón García, Angélica Rivera acudió en abril de 2008 a ByPower para pactar una cita con Enrique Peña Nieto. El quería tomar el control de su campaña publicitaria. Al enterarse, Televisa alegó que Angélica Rivera tenía un “contrato de exclusividad” con la empresa. Por tanto, ellos son dueños de su imagen y, si conviene, de sus relaciones amorosas, especialmente si se trata del gobernador priista, principal cliente de la televisora.

Más allá del montaje, lo que resulta grotesco es que Peña Nieto exhiba su vida privada como si él fuera un personaje de la farándula y que él mismo permita esta intrusión a algo íntimo. Además de Caras y de Hola!, el gobernador priista también apareció el 6 de febrero de 2009 en la portada de la revista Quién!, abrazado de “La Gaviota”. Se autopromovió como “la pareja más atractiva de México”. Ni más ni menos.



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