sábado, 8 de mayo de 2010

Encuesta Futbolera. Helguera.

Pide AMLO a empresarios transformar el país


Antonio Heras
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 8 de mayo de 2010, p. 11
Tijuana, BC, 7 de mayo. Andrés Manuel López Obrador llamó a los empresarios a aprovechar la elección de 2012 para lograr una auténtica transformación de México y sus instituciones, “porque siempre, alrededor de la sucesión presidencial, hay condiciones para llevar a cabo cambios”.

Al reunirse con empresarios del estado en la Cámara Nacional de Comercio (Canaco), destacó que el grupo económico que impuso a Felipe Calderón en la Presidencia ahora lo acusa de todos los males y pretende el regreso del PRI, con Enrique Peña Nieto, gobernador del estado de México, como candidato.

“Es una operación de recambio que se debe reconocer por su habilidad, ya que están haciéndole creer a la gente que la solución es el regreso del PRI, cuando va a resultar lo mismo y otra fallida renovación, como en 2000, cuando muchos se animaron con (Vicente) Fox y ya sabemos el resultado”, comentó.

Desde abajo

Destacó la necesidad de organizar a todos los sectores “para lograr, desde abajo, la transformación de México y hacer valer una auténtica democracia”.

Por esa razón, sostuvo ante los invitados por la Canaco de Tijuana y PSN Televisión, “es bueno encontrar empresarios conscientes. Sí se requiere un cambio de fondo y yo les invito a que juntos logremos esa transformación”.
Hay quienes piensan que la decadencia de México se debe al destino, la casualidad o porque Dios quiere, o quienes sostienen que no se han hecho reformas estructurales, o por la crisis mundial, y ahora le están cargando la culpa a la ineficiencia de los gobiernos del PAN y a Calderón.

“Nosotros tenemos otro punto de vista, sostenemos que es el fruto podrido de la política que rige en el país desde hace 27 años, porque el modelo que se impuso en México desde 1983 no tiene como prioridad impulsar las actividades productivas y crear empleos; porque se abandonó el campo, se terminó con las políticas de fomento y no ha habido crecimiento en la economía”, señaló.

Al encuentro asistieron Mario Escobedo Carignan, presidente de la Canaco; Jaime Bonilla, director general de PSN TV; Juan Manuel Hernández Brito, presidente del Colegio Estatal de Contadores; Roberto Quijano Sosa, ex presidente de Coparmex e integrante del Consejo Coordinador Empresarial, y Pedro Romero Torres, ex presidente de Canaco Tijuana, entre otros empresarios.

México 2010: los pobres toman las armas

Desfiladero


Jaime Avilés
Como en 1810, cuando se rebelaron contra el colonialismo español; como en 1910, cuando se levantaron contra el porfiriato, los pobres de México han vuelto a empuñar las armas, ahora en 2010, para luchar de nuevo contra el espantoso destino que los ricos se obstinan en imponerles. Hay sin embargo profundas y marcadas diferencias entre los estallidos sociales de hace 100 y 200 años y el de hoy.

La más obvia: aquéllos fueron promovidos por dirigentes políticos, que llevaron a las masas a la lucha violenta en busca de soluciones colectivas a problemas comunes. Quienes participan en el alzamiento actual, lo hacen bajo las órdenes de empresarios clandestinos y persiguen objetivos individuales.

En los tres momentos históricos –1810, 1910, 2010–, la concentración de la riqueza en pocas manos, la expansión acelerada de la miseria, los privilegios inaceptables de una burocracia autoritaria, sorda, ciega y corrupta; la injusticia sistemática en perjuicio de los más débiles, la ausencia de perspectivas de cambio a corto y mediano plazos, la falta de espacios de negociación para acordar salidas pacíficas, detonaron, en cada caso, una guerra civil.

La de 1810 se propuso, y logró, abolir la esclavitud; liquidó la dominación extranjera y dio origen a un Estado nacional, sin pies ni cabeza. La de 1910 demandó, y obtuvo, la redistribución de la tierra entre los campesinos, el reconocimiento al derecho de huelga de los trabajadores y la transformación del Estado nacional en motor del desarrollo económico y tutor de un programa de conquistas sociales. La de 2010 es consecuencia del desmantelamiento del Estado nacional que en 1982 iniciaron De la Madrid y Salinas, y culminaron Zedillo, Fox y Calderón.

La guerra civil de 1810 abrió un periodo de caos político y económico, que duró más de 50 años y comenzó a cerrarse cuando Benito Juárez fortaleció la soberanía nacional después de derrotar en el campo de batalla a las tropas invasoras de Napoleón III y liberar a nuestro joven país del chantaje espiritual del Vaticano. Gracias a estos logros, Porfirio Díaz pudo organizar el Estado en la etapa final del siglo XIX, impulsar la industria y acelerar la construcción de infraestructura, pero siempre al servicio de las compañías inglesas que proliferaban aquí en esa época y para las cuales creó líneas ferroviarias que facilitaban el traslado de metales preciosos y otras materias primas de las minas y los campos a los puertos marítimos.

Otros 20 años de violencia generalizada y desastre económico sobrevinieron cuando el estallido revolucionario de 1910 engendró, primero, una guerra civil que se prolongó casi una década y, después, una nueva etapa de inestabilidad política, asonadas y cuartelazos, que incluyó el baño de sangre de la Cristiada y llegó a su fin con el ascenso de Plutarco Elías Calles al poder, más o menos al mismo tiempo que Hitler en Alemania y Stalin en Rusia.

No por casualidad el Partido Nacional Revolucionario (abuelo del PRI), el Partido Nacionalsocialista y el Partido Comunista soviético nacieron como partidos de Estado, columnas vertebrales de sus respectivos países, sin oponentes electorales y con un férreo dominio sobre el gobierno, las fuerzas armadas y los medios de comunicación. Los estados nacionales que surgieron bajo aquellos liderazgos, pese a ser casi hermanos trillizos en cuanto a sus estructuras, digamos, óseas, corrieron con distinta suerte. El más breve fue el alemán, que sucumbió en 1945; el más poderoso fue el ruso, que se convirtió en imperio y dominó la mitad del mundo hasta 1991, y el más longevo es el mexicano, que a sus ochenta y tantos años se puede derrumbar de un momento a otro, devastado por la guerra civil que, de tantas maneras, provocó Calderón.

Lo que comenzó, en diciembre de 2006, como una maniobra autoritaria para garantizar la permanencia en el poder de un gobierno de facto –la llamada “guerra contra el crimen organizado”, que fue sólo un pretexto para sacar al Ejército a las calles en defensa de un tiranito muerto de miedo– desató en menos de cuatro años una verdadera guerra civil. Cuando lo más urgente era tomar medidas para optimizar el uso de los recursos públicos –invertir, por ejemplo, en la construcción de refinerías para dejar de importar gasolina a partir del tercer año del sexenio, y destinar el dinero resultante de este ahorro al impulso de actividades en provecho de los jóvenes más pobres–, Calderón continuó despilfarrando el presupuesto en beneficio de los ricachones que lo incrustaron en Los Pinos para que desde allí los sirviera como capataz.
En vez de reactivar el mercado interno, fomentar el empleo mediante obras de infraestructura, recortar los privilegios de la burocracia para ampliar los programas sociales, utilizar la renta petrolera en actividades productivas, Calderón siguió usando las ganancias de Pemex para devolverle el total de sus impuestos a los ricos y, con la complicidad de éstos, consolidar negocios ilícitos, como el que urdió con Mouriño al firmar un contrato con Perú para traer gas natural por barco y vendérselo a la Comisión Federal de Electricidad a precios estratosféricos.

Si De la Madrid, Salinas y Zedillo remataron entre sus amigos y socios todas las riquezas de la nación, excepto los hidrocarburos, Fox reventó el magno yacimiento de Cantarell y le extrajo las mayores ganancias obtenidas jamás por México en su historia. Sin embargo, esos casi 7 mil millones de dólares de utilidades netas fueron a parar a las arcas de la oligarquía y a las ridículas columnas de mármol de un rancho de ladrones en Guanajuato, multiplicando exponencialmente el crecimiento de la pobreza y de la miseria, y transformando el antiguamente llamado “ejército industrial de reserva” en milicias de las facciones armadas que hoy se disputan el control del territorio nacional, patrocinadas por las fabulosas ganancias del narcotráfico.

La lucha entre los gatilleros de esas empresas llamadas cárteles, que no son bandas de forajidos sino temibles y verdaderos ejércitos –desde luego, mejor pertrechados que el Ejército nacional con sus casi 100 mil elementos, sin duda peor pagados que sus adversarios– constituye la esencia de esta nueva guerra civil, protagonizada centralmente por hombres y mujeres jóvenes que tomaron las armas para tratar de mejorar sus condiciones de vida.

Quizá la mayor paradoja de Calderón consista en que la única industria que de verdad floreció durante su felipato es aquella a la que le declaró la guerra desde el primer día de su arribo a Los Pinos. ¿Cuántos hombres participan hoy, como gatilleros de tiempo completo, en los ejércitos del narcotráfico? ¿20 mil, 50 mil, 70 mil? ¿Cuántos tenía Miguel Hidalgo cuando se rebeló contra España, cuántos acompañaron a Madero al inicio de su insurrección contra Díaz? No muchos, apenas algunos miles, y sin embargo inauguraron, cada uno, guerras civiles que destruyeron y transformaron el Estado y cambiaron el país.

¿Cuánto durará esta nueva guerra civil, que cubre de sangre a diario una creciente porción de México? El secretario de la Defensa habla de “10 a 15 años”. García Luna supone que “hasta 2014”. Gómez Mont dice que “a partir de junio”. La CIA, la DEA, el Pentágono, Clinton, Obama, no dan cifras: simplemente pronostican que el aumento de la violencia será “horripilante”. Un nuevo ciclo ha comenzado en la historia de México: como en 1810, como en 1910, los pobres han vuelto a tomar las armas. Todo análisis político de corto, mediano y largo plazos, desde ahora, tendrá que partir de esta certeza.

Calderón lo logró: el país está en guerra.

jamastu@gmail.com

Los nacos... ¿ Y los demás...?

Viejas denuncias contra Fox, sólo comprueban la impunidad en México.

El detalle del conflicto Espino-Nava

Periodistas de EL UNIVERSAL
Bajo Reserva
08 de mayo de 2010


Como si el agua no estuviera para chocolate por el presunto enfrentamiento entre Manuel Espino y César Nava, ayer salió a relucir un detalle que da cuenta del nivel del fuego amigo que se vive al interior del panismo. Pasado el mediodía, se difundió un comunicado de prensa firmado supuestamente por la dirigencia del PAN en el estado de México, pero que resultó falso. El boletín apócrifo advertía que era fundamental erradicar del partido protagonismos enfermizos como el de Espino, a quien acusaba de intentar a toda costa posicionarse como el redentor y de tener la verdad absoluta. El supuesto comunicado —desmentido por el CEN panista y la dirigencia del estado de México— señalaba, además, que Espino intenta todo eso en complicidad con el senador panista Santiago Creel. Cabe recordar que Espino y Nava entraron en dimes y diretes por una supuesta crítica inicial de este último por el relevo en la ODCA, tema que el presidente nacional panista ni siquiera tocó en conferencia de prensa.



Nos cuentan que el PRD se declaró en clara desventaja financiera para competir, inclusive en alianzas con el PAN, PT y Convergencia, contra la “maquinaria” electoral del PRI en los estados donde habrá elecciones este año. No obstante, según Jesús Ortega, habrán de compensarlo con calidad de candidatos, pues asegura que el tricolor tiene malos abanderados, pero mucho billete para promoverlos. El único problema de las declaraciones de Ortega es que la calidad de algunos de sus candidatos deja mucho que desear. Para muestra el alcalde-pastor-evangelizador Greg Sánchez, su carta fuerte para Quintana Roo. Quizá por eso se ha visto en la necesidad de incorporar a empresarios que, según el PRD, en el pasado eran los responsables de los problemas económicos del país. En Reynosa, Tamaulipas, para el distrito IV, que abarca los municipios de Miguel Alemán, Camargo, Díaz Ordaz y la parte noroeste de Reynosa, van a promover al joven empresario Julián Enrique Chapa Leal. El director de la delegación Reynosa de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados, Francisco Escobedo Barbosa, aceptó ser postulado como candidato a diputado local por el VI distrito (Reynosa Sur).



Pues los dados están echados. No fue casualidad que Emilio Gamboa Patrón se dejara ver con Manlio Fabio Beltrones el jueves en un restaurante. Gamboa se registra hoy para ser el líder de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), ese órgano que entre pasillos se dice que controla Beltrones. Don Emilio Gamboa tiene planeado platicar con los medios de comunicación a las 11 de la mañana para hablar sobre sus planes. Para muchos, esto cierra la pinza de la alianza Beltrones-Gamboa, que dejaría al segundo en plataforma de lanzamiento para suceder a Beatriz Paredes Rangel en la dirigencia nacional del PRI.

Apunte final: Vaya reto el que carga el titular de la Secretaría de Seguridad Pública federal, Genaro García Luna, con eso de que es el nuevo responsable de “pacificar” Ciudad Juárez. “Sus muchachos”, la policía federal, resultaron un verdadero peligro, pero no para los delincuentes, sino para los ciudadanos. La incidencia de extorsiones se disparó desde que los elementos de la SSP “controlan” esa frontera.

Militares inconformes


Jorge Carrasco Araizaga



MÉXICO, D.F., 7 de mayo (apro).- Los jefes militares andan inquietos. Molestos. Y están muy activos en hacerlo sentir. En semanas recientes, se han dedicado a filtrar en la prensa su rechazo a la reforma de la Ley de Seguridad Nacional, en una clara crítica a lo acordado por el Senado de la República.

La molestia no sólo es en contra de los partidos políticos que aprobaron la reforma prácticamente por unanimidad, el pasado 27 de abril. En un rápido movimiento, la cúpula castrense logró pararla en la Cámara de Diputados en el entendido de que es mejor como están; es decir, sin limitaciones políticas para su despliegue por todo el país.

Del enojo castrense no se salva su comandante en jefe, Felipe Calderón, cuyo operador político, el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, participó en todo momento en las negociaciones de la reforma, que incluso se llegó a considerar “histórica”.

Tratándose de un asunto que tiene que ver con el futuro de los principales aliados de Calderón, Gómez Mont no podrá decir esta vez que actuó a espaldas de su jefe, como salió a decir cuando quedó al descubierto el pacto del PRI y el PAN para aprobar la Ley de Ingresos de la Federación a cambio de que los panistas renunciaran a las alianzas con el PRD en los comicios electorales de este año.

El PAN traicionó ese acuerdo, como ahora Calderón quedó mal parado ante los militares, quienes hace tres años y medio se plegaron a su decisión política de utilizarlos como ariete en su combate a narcotraficantes, que no al narcotráfico.

El costo para los militares es inocultable: bajas en muertos y heridos, desgaste intenso del de por sí obsoleto equipo, presupuesto restringido y, peor todavía, el deterioro de su imagen y relación con la sociedad por las violaciones a los derechos humanos cometidas por militares, entre las que destaca el asesinato de civiles ajenos a la delincuencia organizada.

De ahí su activismo para hacer sentir su molestia. Las críticas no sólo son al PRI y al PRD, que modificaron el proyecto de ley elaborado por el Ejército, sino al partido de Calderón y a su negociador de Bucareli.

El ambicioso proyecto de reforma entregada al Ejecutivo federal para que se le diera trámite legislativo tuvo un destino muy distinto al que querían el secretario de la Defensa Nacional y sus colabores cercanos.

Lo acordado prácticamente por todos los partidos en el Senado no dejó conforme a nadie: ni a los propios militares que buscan ejercer funciones exclusivas de la autoridad civil –como la de decidir cuándo está en peligro la seguridad interior y tener injerencia en las averiguaciones previas– ni a quienes plantean un mayor control del Ejército.

Es más, ni a los oficiales del Ejército, pues son los primeros en ser responsabilizados, junto a la tropa, en los casos de muertes de civiles. Los mandos se lavan las manos a pesar de ser quienes dan las órdenes.

La reforma aprobada soslayó el tema de la seguridad interior y se limitó a legitimar las tareas de las Fuerzas Armadas en la coyuntura en que las metió Calderón.

Salvó, en cambio, una de las principales preocupaciones de los militares: no ser sometidos a juicio a futuro por las graves violaciones a los derechos humanos que están cometiendo.

Además, la cúpula castrense logró aplazar la reforma al Código de Justicia Militar para sacar de la esfera castrense los casos en los que hay civiles involucrados, en un abierto incumplimiento a la resolución de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, de noviembre pasado.

Los militares buscan impunidad y Calderón se las quiere garantizar, pero también buscan una mayor injerencia en las políticas públicas de seguridad. Y ahí Calderón, por lo menos, los está dejando actuar, que deliberen a través de la prensa.

La reforma del Senado no satisfizo a los militares, no porque los senadores impusieran verdaderos contrapesos del poder civil, sino porque no les dieron todo cuanto piden.

La verdadera reforma de las Fuerzas Armadas ni siquiera está a discusión: la adaptación del Ejército, la Fuerza Aérea y la Marina a un sistema democrático en el que los militares están sometidos al control civil y a la rendición de cuentas.

Esa revisión pasa también por la transparencia y la reestructuración interna, lo cual implica la reforma de las leyes orgánicas de los cuerpos armados.

Pero los militares mexicanos están muy lejos de eso. Peor aún, quieren más poder de decisión y, si no, dicen, que ni los toquen, que los dejen como están.



jcarrasco@proceso.com.mx

No es posible que PyMEs paguen los mismo que Slim: AMLO a empresarios



Redacción/SDP | 07 de Mayo, 2010 - 16:49
No es posible que ustedes paguen proporcionalmente (en impuestos) lo mismo que paga Slim”, declaró el Presidente Legítimo de México Andrés Manuel López Obrador a representantes de la CANACO y COPARMEX de Baja California.

En un evento organizado por la televisora PSN, de Tijuana, en el cual López Obrador respondió las inquietudes de los empresarios cara a cara, el Presidente Legítimo señaló que su propuesta de reforma fiscal es progresiva: “Que pague más el que tenga más”, señaló.

López Obrador subrayó que las 400 grandes empresas del país pagan 1.7% de impuestos e inclusive les regresan pagos, mientras que los pequeños y medianos empresarios pagan 30% de ISR, lo cual no, consideró, no es justo.

AMLO fue invitado a un encuentro empresarial por empresarios de Baja California donde aseguró que no está en contra de los empresarios que pagan sus impuestos y generan empleos.

Peña Nieto apoya con recursos públicos al PRI, denuncia el PAN


La redacción de proceso.com



MÉXICO, D.F., 7 de mayo (apro).- El Partido Acción Nacional (PAN) presentará ante la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Electorales (Fepade), una denuncia en contra del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto.

A través de un comunicado, el Comité Ejecutivo Nacional del PAN acusó al gobernador mexiquense de “distraer” recursos públicos para apoyar la campaña del candidato del PRI al gobierno de Puebla, Javier López Zavala.

El PAN, que en Puebla buscará la victoria con la candidatura de Rafael Moreno Valle, en coalición con el PRD, Convergencia y Nueva Alianza, señaló que Peña Nieto viajó el jueves pasado a Puebla a un acto proselitista de López Zavala en el helicóptero del gobierno del Estado de México.

Por si fuera poco, el mandatario mexiquense acudió al acto de campaña del candidato priista en horas y días hábiles.

El Comité Ejecutivo Nacional del PAN dio a conocer que la denuncia ante la Fepade será presentada por su representante en el Instituto Federal Electoral (IFE), Roberto Gil Zuarth.