jueves, 2 de diciembre de 2010

El perfil de la ciudad Sergio Conde Varela Abogado


A un mes de que termine el año 2010, nuestra ciudad carga con el peso de que en ella al finalizar noviembre se han cometido más de 2800 homicidios calificados y eso la sigue ubicando como la ciudad más violenta del orbe. Independiente de esas muertes, las extorsiones, los secuestros, los robos violentos, son estadísticas que contribuyen a que nuestra frontera no pueda desprenderse de ese calificativo.



Sin embargo, conviene puntualizar que a pesar de lo asentado, los juarenses por nacimiento o por adopción, nos resistimos a rendirle culto al desastre provocado por la insensibilidad de quienes no les importa la vida, o el cumplimiento de la ley o la responsabilidad que se tiene para hacerle frente a las necesidades públicas.

Muchos habitantes de esta frontera, pensamos que el perfil futuro de Juárez, depende de cada uno de nosotros. Queremos que Juárez sea la ciudad de la vida y no una comunidad sujeta al culto de la muerte. Nos inclinamos a que tenga el perfil de la ciudad del consuelo y no del dolor, de la esperanza y no de la angustia, de la justicia y no del atropello.

Sabemos que los pensamientos son el antecedente de las acciones y en Juárez, a pesar de las adversidades y de las presiones insensatas de quienes desde el poder no entienden que deben implementarse medidas apropiadas para no echar sobre las empresas y causantes particulares los absurdos pesos fiscales, hay decisiones de mucha gente de no abandonar los frentes de trabajo y de esfuerzo. Hay la entereza de seguir luchando desde sencillos hasta elevados puestos, para vencer las adversidades que en tropel tratan de avasallar la existencia de quienes tenemos derecho a vivir de una mejor manera.

Y desde luego, da gusto ver a maestros enjundiosos que inteligentemente cumplen con sus obligaciones y no han abandonado ni a niños ni a jóvenes para que no pierdan la preparación educativa que es la única que puede transformar las estructuras sociales.

También llena de esperanza, la acción de periodistas y comunicadores que no han abandonado sus puestos o de dirección u operativos, para que la población esté bien informada en la toma de decisiones indispensables en estos tiempos de convulsión suprema.

El perfil de nuestra ciudad no puede desligarse de profesionales, de hombres del común, de comerciantes, industriales de diferentes áreas, que ponen todo su empeño de no abandonar la ciudad ni sus trincheras para vencer las adversidades del destino y eso provoca una respuesta en cadena para pensar de manera positiva.

Los sacerdotes, pastores y laicos comprometidos, no han abandonado sus terrenos de acción social y del cambio de conciencia en jóvenes y adultos. Lo anterior ha servido para atraer respuestas formidables, decisiones firmes para no perder el rumbo y saber que si bien es cierto que las respuestas no son mágicas, también lo es que la perseverancia de vivir libres, pacíficos y entusiastas es un privilegio que nadie nos puede arrancar.

En el perfil de la ciudad, las palabras juegan un papel importantísimo. En los hogares juarenses tenemos que repetirnos hasta el cansancio que vamos a salir adelante. Igualmente en los centros de trabajo, en la reuniones formales e informales. Muchos jóvenes ya han tomado conciencia del papel tan importante que tienen y en grupos de 30, 40 y hasta 100 de ellos, se han fortalecido de manera formidable para que en caminos de bien, le den al futuro de Juárez la certeza de que no va a ser abandonado, sino por lo contrario, atendido con acciones responsables y preparación suficiente para dar respuesta a sus necesidades.

Juárez, pues por su sociedad civil no está al garete y el tiempo, no mucho por cierto, dará la respuesta, porque ésta proviene de hombres y mujeres de fe en Dios y de voluntad manifiesta, para que las cosas cambien para lo mejor. Ese será el nuevo perfil seguramente.

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