lunes, 15 de noviembre de 2010

Televisa fraguó el audioescándalo... para sus propios intereses en la industria.

Jenaro Villamil



A partir de una intercepción telefónica, Televisa montó un escándalo de presunta corrupción en el IMSS. Al final se descubrió que en la grabación, ilegal, no participó ningún funcionario del instituto y que se trató de una conversación entre particulares. Lo que sí quedó en evidencia es la participación de la televisora en la industria farmacéutica y su intención de involucrar tanto al IMSS como a la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios en la negociación de comisiones por la adquisición de fármacos.



Detrás del escándalo mediático que detonó el martes 9 en los espacios informativos de Televisa para documentar “la relación corrupta a base de comisiones y sobornos” entre el Seguro Social y laboratorios farmaceúticos, se encuentra una red de intereses de altos ejecutivos de la televisora con la industria farmacéutica.

En este entramado destaca la relación entre Bernardo Gómez, vicepresidente del consorcio, con la empresa Landsteiner, demandada penalmente desde abril último por la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris). Asimismo salió a relucir la sociedad entre Grupo Televisa y la trasnacional Genomma Lab, empresa líder de medicamentos de “primer nivel” y de cuidado personal en Estados Unidos y Puerto Rico.

De acuerdo con fuentes de la industria farmacéutica consultadas por Proceso, tanto Grupo Televisa como Landsteiner –cuyo principal accionista, Miguel Granados Cervera, es primo político de Bernardo Gómez– han tenido serias diferencias con el titular de Cofepris, Miguel Ángel Toscano. Por esas discrepancias, a finales de septiembre pasado este funcionario impulsó una demanda penal contra el laboratorio por presunta falsificación del medicamento Femulán –que sería el genérico intercambiable del inmunodepresor conocido en el mercado como Renacept– descubierta durante los estudios de bioequivalencia realizados en el Hospital General de México.

Esta acción legal provocó el cierre temporal de las instalaciones de Landsteiner en Toluca, lo cual generó pérdidas por cerca de 60 millones de pesos, así como presiones “desde el más alto nivel” gubernamental en contra de Toscano.

Otro motivo de malestar contra la Cofepris fue la orden de retirar y destruir la Sibutramina, medicamento para bajar de peso.

Un comunicado de ese organismo, difundido el 14 de octubre pasado, establece que la orden de retirar y destruir la Sibutramina se debió a que “su riesgo a la salud es mayor que el beneficio para los consumidores que buscan bajar de peso”. En el documento se anexaron los nombres comerciales de los medicamentos que contiene esa sustancia, así como de los 29 laboratorios que los fabrican, entre éstos Landsteiner.

Los intereses de Televisa en el sector van más allá de la relación parental entre uno de sus vicepresidentes y Landsteiner. Desde el 30 de agosto de 2009 se informó mediante un comunicado que el consorcio mediático y Genomma Lab Internacional establecieron una “alianza estratégica” para operar Televisa Consumer Products USA (TCP). El control de esta entidad se distribuyó de la siguiente manera: 51% para la empresa presidida por Emilio Azcárraga Jean y 49% para Genomma Lab.

“Esta alianza le permitirá a Genomma Lab expandir el éxito de sus marcas más allá de México y Latinoamérica, dándole acceso a un mercado hispano de aproximadamente 50 millones de consumidores con un poder adquisitivo de más de 870 mil millones de dólares anuales, beneficiándose también del alcance de la marca y el renombre de Televisa en este mercado”, se afirmó en el comunicado conjunto.

El gran negocio que significará la introducción en México de productos farmacéuticos de libre venta y para el cuidado personal aún necesita vencer varios de los obstáculos y regulaciones establecidos por la Cofepris.

Chasco



La noche del martes 9, Joaquín López-Dóriga inició El Noticiero, de Canal 2, presentando una serie de llamadas telefónicas que “de manera anónima” llegaron a Televisa.

Según el conductor se trataba de una conversación entre “un funcionario aún no identificado de la Coordinación de Adquisición de Bienes” del IMSS y Rafael Castro, responsable de relaciones con entidades gubernamentales de Novartis.

Novartis y Landsteiner también han sido fuertes competidores en las licitaciones del ISSSTE para la adquisición de medicamentos inmunosupresores que se utilizan en trasplantes de órganos, como el riñón.

“En esta conversación se aprecia cómo el funcionario del IMSS informa al representante del laboratorio de una compra de medicinas en un estado por 80 millones de pesos en una licitación que, le informa, se va a publicar este jueves 11 de noviembre”, abundó López-Dóriga.

“Entre ellos se refieren a la comisión que le tienen que dar, hablan de 4%, pero dicen que, mejor, claro, sea de 5%. En la conversación mencionan al coordinador de Adquisición de Bienes del IMSS, César Mora Iriarte, y al director de la Cofepris, Miguel Ángel Toscano.

“En la parte final de este reportaje se registra una segunda conversación, en la que, alterados, muy alterados, dicen los mismos que hablaban antes que tienen que hablar urgentemente porque han sido descubiertos. Da la impresión de que se enteraron de la investigación periodística de Noticieros Televisa sobre este caso y por eso la alarma”, editorializó López-Dóriga.

Durante dos días las conversaciones fueron difundidas hasta el cansancio no sólo en El Noticiero, en los segmentos de Primero Noticias, conducido por Carlos Loret de Mola, y en todos los espacios informativos de Foro TV, incluida una larga parodia del payaso Brozo.

Incluso los reporteros del consorcio entrevistaron a legisladores, funcionarios y al exdirector del IMSS, Emilio Gamboa Patrón.

A la postre se descubrió que la conversación no revelaba negociaciones entre un funcionario “desconocido” del Seguro Social y un representante de Novartis, sino que se trataba de dos particulares.

“Es una calumnia”



La persona a la que Televisa presentó como “funcionario aún no identificado” que negociaba con Rafael Castro era Carlos Abelleyra Cordero, expresidente de la Cámara Nacio-nal de la Industria Farmacéutica de 2007 a 2009 y a la sazón presidente ejecutivo de la compañía Stendhal, fabricante de medicamentos para combatir el VIH.

El viernes 12, Abelleyra presentó una denuncia penal ante la Procuraduría General de la República contra quien resulte responsable por el delito de interferencia ilegal de comunicación privada y por ataques a las vías generales de comunicación.

“Fue una conversación entre dos particulares, ambos profesionales de la industria farmacéutica, y no participó funcionario público alguno. La conversación versó, efectivamente, sobre un proceso de licitación pública de medicamentos por parte del IMSS y cuyas bases serían publicadas el jueves 11. En ella se discutieron los términos en los que una determinada empresa iba a participar, incluyendo algunas ideas sobre el costo de distribución, no sobre una comisión para corromper a funcionario del Seguro Social”, puntualizó Abelleyra.

Entrevistado por Proceso, el también exdirigente de la Asociación Mexicana de Industrias de Investigación Farmacéutica (AMIF) advierte que espera “una disculpa pública” de López-Dóriga.

“Es lo único que he hecho en mi vida. Tengo 27 años en la industria. He sido el hombre más importante en el sector, representé a todos los laboratorios, y que ahora venga una calumnia y me destroce mi dignidad, no se vale; es mentira lo que han difundido”, sostiene.

–¿Qué le diría a López-Dóriga?

–Yo no me voy a enfrentar a López-Dóriga. Quiero que se dé cuenta de que lo que dice no es verdad y que ofrezca una disculpa pública. Él dijo que yo era un funcionario del Seguro Social y no es verdad; aseguró que estábamos negociando comisiones y no es cierto. Utilizaron información confidencial y eso está penado por la ley.

–En la última grabación se deduce que usted ya sabía que los habían grabado y le advierte a Rafael Castro. ¿Por qué lo hizo? ¿Cómo se enteró de que habían escuchado la conversación?

–Claro que le advertí, porque creo en la lealtad entre amigos. Rafael Castro trabajó conmigo antes de irse a Novartis. Y sí, me advirtieron que nos habían grabado las llamadas.

–¿Lo habían involucrado a usted en algún otro escándalo de este tipo?

–Jamás. Me están obligando a cerrar mi ciclo en la industria, porque bien dice un viejo dicho: “calumnia, que algo queda”. Voy a seguir diciendo mi verdad, no para afectar a nadie, sino porque están arrastrando a gente que ni la debe ni la teme.

–Si esta intercepción telefónica no documenta ningún caso de corrupción, ¿qué significa?

–No documentan la corrupción. Documentan cómo pueden destruir la vida de las personas. Seguramente hay errores que cometimos en esas llamadas, pero nunca corrupción, nunca colusión.

Tanto Abelleyra como Castro anunciaron que se separaban de sus respectivas empresas. Tanto Stendhal como Novartis advirtieron en comunicados de prensa que las actividades y negocios mencionados en las llamadas se hicieron “a título personal” y no en nombre de ninguna de las firmas.

Reacciones



Todavía no se identificaba plenamente a las dos personas cuya conversación telefónica fue interceptada, cuando el presidente Felipe Calderón envió un mensaje a través de su cuenta en Twitter desde Seúl, Corea del Sur en el que anunció:

“He dado instrucciones para que se investigue a fondo la posible corrupción en el IMSS y se castigue a quienes resulten responsables.”

Con una celeridad inusual en otros escándalos que involucran al IMSS, como el incendio de la guardería ABC, César Mora fue destituido de su cargo como coordinador de Adquisición de Bienes y Contratación de Servicios del instituto.

El director de la dependencia, Daniel Karam, afirmó que no solapará “ningún acto de corrupción” y que presentaron una denuncia de hechos ante la PGR para que se deslindaran responsabilidades. El Senado de la República acordó llamar a comparecer a Karam la próxima semana para abundar en este audioescándalo promovido por Televisa.

Por su parte, el titular de la Cofepris, Miguel Ángel Toscano, en entrevistas con medios electrónicos, incluyendo una con Primero Noticias, rechazó estar implicado en el caso y confirmó que sí conoce a Rafael Castro.

“Me deslindo, no tengo nada qué ver ni personal ni institucionalmente con las licitaciones del Seguro Social. Como comisionado exijo que se investigue a fondo y se castigue a los responsables. Estoy a disposición de la Secretaría de la Función Pública”, afirmó.

“Si algo me ha caracterizado en mi trayectoria es justamente ser recto y tratar de poner transparencia en la Cofepris, transparencia que no había. Sigue habiendo corrupción y hemos trabajado para combatirla”, planteó Toscano, exlegislador panista.

En la emisión del jueves 11, López-Dóriga abrió su noticiario con el mismo tema y trató de vincular a Toscano con el audioescándalo. Afirmó que la Cofepris no tiene que ver con las licitaciones del Seguro Social, “pero sí con acelerar el registro de un medicamento. Sin un registro de Cofepris no pueden participar en una licitación”, apuntó el conductor. l

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