lunes, 22 de noviembre de 2010

Separa un río a la ciudad más segura de la más violenta Blanca Carmona El Diario


Mientras que Juárez ha sido declarada desde 2008 la urbe más violenta del país, El Paso acaba de ser designada la ciudad más segura de Estados Unidos entre las localidades que tienen una población mayor a los 500 mil habitantes.

El abismal contraste entre ambas metrópolis se acrecienta porque ambas son comunidades vecinas, apenas separadas por un río.

Esa disparidad de ambientes que se vive en las dos urbes es atribuida por representantes de sectores a que EU se queda con los adictos y con las ganancias del narcotráfico, y México con la delincuencia; o bien, por la vecindad de Juárez con un país del primer mundo, además de la indiferencia de la sociedad hacia los problemas que se registran en su comunidad.

Un informe de la publicación especializada Congressional Quarterly Press (CQ Press) estableció, en su más reciente ranking de delitos citadinos dado a conocer ayer, que El Paso es la localidad más segura de Estados Unidos.

CQ Press es un despacho de investigación independiente que realiza varios estudios de seguridad en ciudades, áreas metropolitanas y estados.

Desde 1987, El Paso ha ocupado el segundo o tercer lugar en este ranking, por lo que ésta es la primera ocasión en que es considerada en el primer sitio; otras ciudades de Texas ubicadas en los diez primeros lugares son Austin, en el sexto lugar y Fort Worth, en el décimo.

En contraparte, desde hace dos años y medio Ciudad Juárez es considerada a nivel nacional como la urbe más peligrosa.

Este año, Raúl Benítez Manaut, director del Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia (Casede), con sede en el Distrito Federal, declaró que esta frontera tiene que ser la prioridad en la agenda del presidente Felipe Calderón, porque es donde hay más ejecuciones de todo el país.

“Por desgracia, Juárez se ha convertido en el termómetro de la violencia en México. La prensa internacional, al realizar numerosos reportajes, traslada la imagen al mundo de que todo México es Ciudad Juárez”, dice un análisis de Casede que se refiere a esta frontera como una zona de guerra.

Dicha organización es responsable de un balance titulado “Crimen Organizado e Iniciativa Mérida en las relaciones México-Estados Unidos”, en el cual Benítez dedica un apartado especial a analizar el rol de Juárez, la ciudad más violenta del país, y sus repercusiones en la lucha mexicana contra el narcotráfico.

“Si él (Calderón Hinojosa) quiere demostrarle a México y al mundo que su estrategia avanza, entonces tiene que disminuir la violencia en Juárez; es un imperativo para el presidente Calderón”, dijo en entrevista Benítez Manaut.

En este contexto, una discusión sobre un aumento de impuestos en Paraguay, país sudamericano, terminó el pasado 28 de julio con el tema de la violencia en Juárez, cuando analistas de aquella nación pusieron de ejemplo a esta ciudad para advertir que retrasar el alza alentaría la criminalidad.

“Los sicarios que asesinan no estarán obligados a declarar de dónde sacaron el dinero que poseen. Se corre el riesgo de que esta postergación aliente actividades criminales como las que ocurren en Ciudad Juárez”, dijo Ricardo Rodríguez, citado como analista independiente en la nota que la agencia AP -fechada en Asunción, la capital paraguaya- difundió sobre dicha discusión económica.

En Venezuela, el nombre de Ciudad Juárez también saltó el pasado 2 de agosto en el discurso del candidato Julio Borges, líder del Partido Primero Justicia -de oposición a Hugo Chávez-, quien, a favor de una ley de desarme, dijo que en “Caracas se cometen más de 140 homicidios por cada cien mil habitantes (lo que la convierte) en la segunda ciudad más violenta de América Latina, sólo superada por la mexicana Ciudad Juárez, donde la media es de 195 homicidios por cada cien mil habitantes”.

En octubre pasado, diputados federales consideraron como un hecho histórico la aprobación de la Ley Antisecuestro, pues tan sólo en 2005 se registraron 325 plagios y en lo que va de 2010 se han denunciado 648, es decir, la tendencia se incrementa y si no se redoblan los esfuerzos, indicaron, se podrían alcanzar registros de hasta mil 300 secuestros para fin del año.

“La aprobación de la Ley Antisecuestro en la Cámara Baja, representa un buen ejemplo de lo que debemos hacer los legisladores para dar solución inmediata a las demandas más sentidas de la sociedad civil, como es el caso de la población de Chihuahua, cuya entidad ocupa el penoso primer lugar en plagios a nivel nacional”, consideró la diputada priísta Ana Georgina Zapata Lucero.

Respecto a los lugares que ocupan Juárez y El Paso en materia de seguridad, el presidente de Congreso del Estado de Chihuahua, Enrique Serrano Escobar, señaló que la cercanía entre ambas ciudades es la que ha contribuido a que nuestra urbe sea un corredor de drogas y por ende una zona considerada insegura.

“La delincuencia no tiene fronteras, pero siempre se nos carga el lado negativo. El narcotráfico es una prueba irrefutable de que el beneficio mayor se le queda a Estados Unidos y los perjuicios mayores a México, se nos queda la delincuencia y los vecinos la mayor parte de las ganancias... lo que se gana en México es una cantidad mucho menor de lo que ese negocio le reporta a la economía norteamericana y, bueno, la delincuencia está del lado mexicano”, afirmó.

“Esta vecindad con Estados Unidos nos ha perjudicado, porque la parte negativa de la relación bilateral se nos queda del lado mexicano y esto ha sido a lo largo de la historia. La vecindad siempre nos ha perjudicado porque somos el país débil y cuando hay un fuerte enseguida de un débil, el fuerte se lleva la mejor parte y lamentablemente así estamos”, dijo.

El Departamento de Policía de El Paso envió ayer un comunicado al respecto donde atribuyó el resultado de que esta ciudad sea la más segura de EU, a los esfuerzos comunitarios por mantener segura su comunidad para vivir y trabajar.

Greg Allen, jefe de la corporación policial, extendió sus agradecimientos a toda la ciudadanía que coopera a nivel local para preservar la seguridad en esta región fronteriza. Aunado, dijo, a que esta ciudad presenta esos resultados sin el esfuerzo del personal de la Policía.

Por su parte, el coordinador de la fracción del Partido Acción Nacional (PAN) en el Cabildo, Sergio Madero Villanueva, expresó que a pesar de que los residentes de ambas ciudades comparten lazos de familiaridad, es evidente que en El Paso “algo se hizo bien”.

“Tiene que ver con el respeto a la ley, las personas, la planeación urbana de la ciudad. En El Paso conviven las edificaciones respetando el ambiente natural que se encontró y en Juárez se ha hecho de chilar y huerto con la ciudad; la hemos crecido por todos lados, se han asentado colonias donde no debíamos,

ese irrespeto al orden establecido nos ha conducido a lo que estamos viviendo”, indicó.

“Mientras que allá se privilegia el cumplimiento de la ley, aquí se privilegian determinados intereses siempre. No importa la ley, sino tener el contacto o sacarle la vuelta”, dijo.

El regidor agregó que sólo respetar el imperio de la ley puede sacar a Juárez de la ingobernabilidad.

“Empezar por las cosas más sencillas desde el aseo urbano, que la gente mantenga limpio el frente de sus casas; el respeto al reglamento de Tránsito, de ahí cumplir las obligaciones fiscales y finalmente que los policías cumplan con su trabajo, los jueces con el de ellos y a quien infrinja la ley se le castigue”, acotó.

En tanto, el doctor Arturo Valenzuela Zorrilla, miembro de la mesa de Seguridad del programa “Todos Somos Juárez”, consideró que Juárez se encuentra en el lado opuesto a su similar debido a un binomio conformado por “un desgobierno y una sociedad indiferente”.

“Nos damos cuenta que pasa algo terrible y no hacemos nada como sociedad, nos falta mucho, tenemos que despertar y sentir cada minuto que vivimos lejos de la justicia... nos falta conciencia como sociedad y honestidad al Gobierno”, aseguró.

(Con información de Alberto Ponce de León)

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